El Museu de Arqueologia D. Diogo de Sousa, en Braga

El Museu de Arqueologia D. Diogo de Sousa en Braga es un museo dependiente del Ministério da Cultura y del Instituto Português de Museus e da Conservação, creado como museo de arte y arqueología en 1918 buscando evitar la dispersión del patrimonio local, hasta ese momento repartido en instituciones privadas y que en 1980 se redefinió dentro del ámbito científico-cultural de la arqueología para empezar a llevar a cabo actividades en los ámbitos de investigación, museología, difusión cultural, apoyo a la educación y protección y preservación del patrimonio arqueológico de la región portuguesa de Minho.
 10838_168232488561_7696961_nCalle de acceso al museo (1)


El museo lleva el nombre del arzobispo D. Diogo de Sousa, figura esencial en la “protoarqueología” y uno de los personajes más importantes en la historia de Braga. Nacido en Évora en 1461 en el seno de una familia noble, se licenció en Teología después de estudiar en su ciudad natal, Lisboa, Salamanca y París, fue miembro de la embajada de Joao II a Roma para los actos de homenaje y obediencia al papa Alejandro VI, decano de la Capilla Real de D. Manuel y capellán mayor de su esposa, D. Maria, obispo de Oporto, de nuevo miembro de la embajada del rey ante el nuevo papa Julio II en 1505. Fue a su vuelta de este viaje cuando fue nombrado arzobispo de Braga, cargo que desempeñó durante más de 20 años hasta su muerte en 1532.

En contacto directo con los ideales del Renacimiento por sus viajes a Roma, durante este periodo la ciudad de Braga experimentó una profunda transformación urbanística aún visible en el actual entramado, tanto que en su época se conocía como la “Roma portuguesa”. Además, fue un importante recopilador de restos antiguos romanos, como epígrafes o los hitos en el Campo de Santa Ana, considerándolos de gran valor simbólico como testimonio del pasado romano de la ciudad. 
 167Hitos romanos expuestos en el museo

En cuanto a la conformación del museo en sí, aunque ya entre los siglos XVI y XIX, con una primera y tempranísima iniciativa del propio arzobispo de Sousa, hubo varios intentos para la creación de un lugar de exposición de piezas que se consideraban muy valiosas como testimonio de la historia de la ciudad, su materialización en sí no llegó hasta 1918 con la denominación de "Museo de Historia del Arte y Arqueología", instalado en el antiguo Palacio Episcopal. 
 106Ámbito del Palacio Episcopal de Braga, en el que se ubicó un primer embrión de Museo Arqueológico a partir de 1918

Pero por circunstancias adversas, no tuvo un funcionamiento regular hasta su conformación como Museo Regional de Arqueología en 1980, momento a partir del cual comenzó a participar activamente en la preservación y difusión del patrimonio local y regional, quedando abierto al público en junio de 2007. 
 134Amplio atrio de acceso al museo

El edificio, ubicado en un enclave con un amplio jardín de acceso libre al público, ocupa la zona arqueológica más importante y mejor conservada de Braga y fue diseñado por los arquitectos Carlos Guimarães y Luis Soares Carneiro mediante tres cuerpos articulados que alojan la exposición permanente, los servicios técnicos, que incluyen un laboratorio de restauración y otros departamentos relacionados con el estudio y la valoración de las colecciones, tanto del propio museo como de otros de la región, una cafetería, un auditorio, una biblioteca especializada y una tienda. 
 01c-Planta-area-publica-365bPlantas del museo. El ámbito destinado a la exposición permanente, con 4 salas, sólo es el que aparece en amarillo además de la cripta, señalada en verde, el resto se corresponde a espacios auxiliares 
 174Jardín desde el interior del edificio. El ámbito se aprovecha para desarrollar actividades vinculadas al museo 
 158Auditorio del museo, en el que, a través de un audiovisual, se explican todas las actividades desarrolladas por la institución 
 137Aspecto de la tienda

El proyecto museológico incluye piezas de toda la región del Minho desde el Paleolítico hasta la Edad Media, con un especial énfasis en la época romana de Bracara Augusta, capital de la Gallaecia, una de las provincias en las que el Imperio Romano dividió la Península Ibérica.

Uno de los aspectos más interesantes del museo es que es una institución viva, imbricada en las actividades de la ciudad, abierta a los ciudadanos, con múltiples actividades educativas orientadas, muchas de ellas desarrolladas en el jardín.


178Niños realizando una actividad

La exposición permanente se inicia en el vestíbulo de entrada con una breve explicación sobre la historia del Museo seguida por cuatro grandes ámbitos de exposición. 
 163Vestíbulo de entrada al museo con vitrina corrida en la que se explica la gestación del museo

La Sala 1 muestra las etapas desde el Paleolítico a la Edad del Bronce. Los testimonios de la primera ocupación humana de la región datan de hace unos 250.000 años. 
 155Plano de la zona de excavación arqueológica en el entorno de la ciudad de Braga

A través de la exposición pueden apreciarse las diversas materias primas utilizadas por el hombre, la evolución tecnológica en la fabricación de utensilios, comenzando por las piedras para terminar con el metal, además de la progresiva diferenciación social, tanto de individuos como de comunidades. 
 151Vitrina con objetos de vidrio

170Otra vitrina con pequeños objetos de uso cotidiano en la antigüedad

La Salas 2 y 3 muestran la Bracara Augusta dentro del contexto del Imperio Romano, los aspectos comerciales y económicos y el desarrollo urbanístico y la organización de los espacios públicos y domésticos. Las primeras expediciones militares de reconocimiento se datan entre 138-136 aC. 
 185Vitrina con pequeños objetos de época romana

Desde esas fechas hasta la fundación de la ciudad Augusta Bracara en 16-15 aC., la zona experimentó un periodo de paz que favoreció el desarrollo del comercio, el avance en la tecnología y la integración con el Imperio. Destacaba la producción local de piezas de cerámica, algunas imitando perfectamente las piezas importadas, favorecida por la abundancia de y calidad de la arcilla de la zona. 
 169Aspecto general de una de las salas del museo, con vitrina con piezas de cerámica

Las excavaciones arqueológicas que llevan realizándose dentro del actual entramado de la ciudad de Braga desde mediados de la década de 1960 contribuyen a una mejor comprensión de la organización de la ciudad romana de Bracara Augusta y la Sala 3 explica, precisamente, ese desarrollo urbano y la organización de sus espacios públicos, poniendo al visitante en contacto con la metodología de excavación y el estudio del proyecto de arqueología urbana, además de exponer piezas asociadas al espacio doméstico. 
 179Maqueta de una villa romana de la ciudad 
 187Vitrinas con piezas arqueológicas de la época romana 

La Sala 4 muestra las rutas que unían Bracara Augusta con otras ciudades del Imperio, los aspectos religiosos, con testimonios sobre la relación de los habitantes con diversas deidades, y la distribución de los cementerios, generalmente a lo largo de las rutas de salida de las ciudades. 
 188Diferentes tipos de enterramientos 
 191Estelas funerarias romanas localizadas en las vías de salida de la ciudad 
 192Otro aspecto de la sala dedicada a las costumbres funerarias 

Algunas de las piezas encontradas en las tumbas son esenciales para la comprensión de la organización social de la ciudad. 
 183Estatuilla de Minerva de bronce de unos 25 cm. de altura fechada entre los siglos I-II dC. 

Finalmente, puede visitarse un espacio subterráneo en el que puede apreciarse in situ un mosaico de una vivienda romana del siglo I dC. que se levantaba en ese ámbito y que fue localizada durante las excavaciones arqueológicas que precedieron a la construcción del museo.


196Mosaico in situ de una vivienda romana de Braga expuesto en la cripta del museo 

Debido a la acidez del suelo de la zona, este tipo de vestigios son muy escasos, de ahí la importancia añadida de esta cripta, que nos muestra un mosaico de motivos geométricos bicromos en blanco y negro.

Y al salir del museo puede optarse por tomar algo en una estupenda terraza desde la que se divisa parte de la ciudad.

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Salida del museo

200Estupenda terraza justo frente a la salida del museo, en la que merece la pena hacer una pequeña pausa en la visita a Braga

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