El convento de Cristo de Tomar (II). Los claustros joaninos y otras ampliaciones

Después de que hace unos días nos paseáramos por la historia, la iglesia y los claustros medievales del espectacular convento de Cristo de Tomar, conjunto monumental de más de cuarenta y cinco hectáreas elevado en un cerro, la Mata dos Sete Montes, hoy nos detenemos en los otros cinco claustros del conjunto, que son los que alojan las estancias habituales, como el refectorio, el scriptorium, las cocinas, los dormitorios…

Claustro Principal del Convento de Cristo de Tomar

Estos ámbitos fueron fruto de una fabulosa ampliación que comenzó cuando en 1528 D. João III encargó a fray Antonio de Lisboa, monje jerónimo de Guadalupe, una profunda reforma de la Orden de Cristo en la que quedó suprimida la rama de caballería para pasar a ser solo contemplativa, bajo Regla Císter de clausura, y que, para acomodarse a los nuevos usos, hizo necesaria una profunda reorganización del espacio monasterial que diera cabida a una vasta comunidad de frailes.

Reconstrucción 3D del convento (1)

El encargado de tamaña ampliación fue Juan del Castillo, conocido en Portugal como João de Castilho, que levantó paulatinamente, y a partir de 1530, el Claustro de Santa Barbara, el Claustro da Hospedaria, el Claustro Principal o Claustro de D. João III, aunque éste fuera prácticamente demolido en su totalidad por Diogo de Torralva a mediados del siglo XVI, cuando todavía no estaba concluido, para edificar el que hoy se conserva, el Claustro da Micha y el Claustro dos Corvos.

Planta 2 del conjunto. Escaneada del folleto que entregan en el monumento. Las indicaciones son mías. 
Los ámbitos 1 al 11 pueden verse en El convento de Cristo de Tomar (I). 
Su historia, los claustros góticos y la iglesia

Planta 1 del conjunto. Escaneada del folleto que entregan en el monumento. Las indicaciones son mías

Planta 0 del conjunto. Escaneada del folleto que entregan en el monumento. Las indicaciones son mías

Frente a la portada sur de la iglesia, en 1513, todavía durante el reinado de D. Manuel I, Diogo de Arruda había empezado a levantar una nueva Casa do Capítulo. D. João III, dentro de su gran proyecto de renovación del convento, encargó a Castillo su transformación para acomodarla al gusto renacentista, quedando adosada a la esquina sureste del Claustro principal que él también había empezado a levantar. Pero, finalmente, el edificio nunca fue terminado. Constaba de vestíbulo cuadrangular con arco geminado abierto a una nave rectangular con ábside poligonal y tenía dos alturas: una baja para el capítulo de los monjes y otra alta para la reunión de los caballeros.

Vestíbulo de la Casa do Capítulo

Ruinas de la Casa do Capítulo

En 1581, después de que el reino luso quedara anexionado a la Monarquía Hispánica, durante las Cortes celebradas en Tomar, cuando Felipe II fue coronado como Felipe I de Portugal, la ceremonia de jura tuvo lugar, precisamente, en este ámbito, que como estaba inacabado, fue acondicionado con una cubierta realizada con velas de barcos y con tapices en las paredes.

Del conjunto de claustros, se cree que el de Santa Bárbara, con función vertebradora del resto de ámbitos, fue el primero en levantarse. Adosado al testero oeste de la iglesia, es cuadrado, organizado mediante dos pisos de arcos rebajados y bóvedas nervadas sobre robustas columnas de fuste liso, aunque hoy sólo conserva la planta baja porque la superior fue derribada en el siglo XIX para permitir la vista de la famosa ventana manuelina de la Sala capitular.

Claustro de Santa Bárbara

Una de las crujías del Claustro de Santa Bárbara

El Claustro da Hospedaria se desarrolla al norte, a continuación del Claustro de Santa Bárbara, y recibe ese nombre porque en la primera planta de las crujías este y norte, ésta última con las caballerizas en la planta baja, se alojaban los personajes ilustres que visitaban el convento.  

Alojamientos para visitantes del convento en la planta primera de la crujía este del Claustro da Hospedaria

Tiene planta cuadrada y un total de tres alturas, con la primera organizada mediante galería de arcos de medio punto dobles entre contrafuertes y cubierta abovedada similar a la del Claustro da Micha, la segunda con galería arquitrabada y la tercera con ventanas, salvo en el ala oeste, donde aparece otra galería arquitrabada de columnas jónicas a la que abre el Corredor do Cruzeiro del ala este del Claustro da Micha.

Crujía occidental del Claustro da Hospedaria, con el archivo de documentos en planta primera
y la galería de los dormitorios de los monjes por encima

Galería baja de la crujía norte del Claustro da Hospedaria, donde se encontraban las caballerizas

El Claustro da Micha, al oeste del de la Hospedería, también forma parte de la ampliación de Juan del Castillo en época de D. João III. Tiene una galería baja de arcos de medio punto pareados entre contrafuertes con cubiertas de bóvedas nervadas, muy similares a las del Claustro dos Corvos, y un cuerpo superior con ventanas cuadradas.

Claustro Da Micha

En la crujía baja oeste se ubica un gran horno de pan del que precisamente toma nombre el claustro, pues desde ahí se repartían unos pequeños panes, en francés llamados “miche”, a los pobres, y el Claustro das necessarias, con la boca de la cisterna subterránea bajo el patio del Claustro da Micha en la que desembocaban todos los conductos sanitarios del convento.

Horno de pan

Dado el uso que tenía este claustro, con el horno, los almacenes o las oficinas, es el único con acceso directo desde el exterior, con una Portería en su crujía norte y una portada en la que se conserva una inscripción que indica que las obras se iniciaron en 1534 y quedaron concluidas en 1546.

Portada en el Claustro da Micha con una inscripción con el inicio y la conclusión de las obras de este ámbito

En la crujía baja oriental estaba la procuraduría y sobre ella se distribuían varias oficinas para la administración del convento. En la planta baja de la crujía sur, que también se comunica con el Claustro dos Corvos, estaban las Cocinas, con bóvedas de arcos escarzanos sobre gruesas columnas, y unos almacenes.

Cocinas

Almacenes

En la primera planta de las crujías sur, sobre las cocinas, y oeste del Claustro da Micha, formando una L, se ubicaba el Noviciado, un corredor con cubierta de medio cañón con celdas a ambos lados en el que destacan la Capela dos Reis Magos, oratorio de novicios, de fuertes influencias vitrubianas, organizado como atrio de cuatro columnas, y otras dos salas que eran dormitorios comunes de novicios y conversos. Las tres estancias cuentan con destacadas cubiertas abovedadas de madera casetonada.

Corredor de novicios

Una de las salas de novicios en la crujía occidental del Claustro da Micha

Cubierta de madera de la Capela dos Reis Magos

Crujía occidental del Claustro da Micha, con las cubiertas de las salas de novicios sobresaliendo por arriba

Pasaje que comunica las crujías oeste de los Claustros dos Corvos y da Micha

El Claustro dos Corvos es de las intervenciones más tardías de João de Castilho, empezando a levantarse a fines de la década de 1530 al sur del Claustro da Micha.

Claustro dos Corvos

Es de planta cuadrangular con tres alturas y galerías de arcadas dobles entre contrafuertes con cubiertas de bóvedas nervadas solo en sus crujías sur y oeste, donde se ubicaban el Scriptorium y la Sala dos Estudos, los espacios de clausura destinados al estudio, de ahí que en origen también se denominara Claustro de D. Prior o dos Freires Letrados.

Galería occidental del Claustro dos Corvos

Cubierta de la antigua Sala dos Estudos, hoy cafetería del monumento

El Scriptorium es una sala rectangular con grandes ventanas hacia la fachada sur del convento y cubierta de combados. Hoy cuenta con una pintura con la Santísima Trinidad fechada a mediados del siglo XVIII y atribuida a Manuel José Gonçalves, procedente del Convento das Trinas do Mocambo de Lisboa. A mediados del siglo XX se adaptó como capilla del Seminario de Misiones que estuvo instalado en el convento hasta la década de 1970.

Antiguo scriptorium

En la crujía que comparten el Claustro dos Corvos y el Claustro principal está el Refectorio, una gran sala de planta rectangular con bóveda de cañón con casetones, dos interesantes púlpitos con decoración renacentista en bajorrelieve y comunicado con las cocinas mediante un arco de medio punto en su testero norte que abre a una antecámara, un ámbito que resulta insólito como obra de Castillo por su aspecto tan italianizante, sobre todo comparado con la portada sur de la iglesia, la primera obra que ejecuta en el convento, o la traza de los claustros que diseña, todavía con tantos resabios góticos. Lo mismo ocurre en los Corredores do Cruzeiro, con una limpieza estructural y ornamental que ya nos habla de un renacimiento pleno.

Acceso al refectorio desde una antecámara que comunica con la cocina

Refectorio

Uno de los dos púlpitos del refectorio

Inscripción en uno de los capiteles del refectorio que indica que se terminó en 1535

Estos Corredores do Cruzeiro, terminados ha. 1545, se ubican en las plantas superiores de las crujías este de los claustros dos Corvos y da Micha, continuándose también por el ala sur de este último, por encima de las Cocinas y del Noviciado. Son dos enormes pasillos que forman una T en los que se distribuían cuarenta celdas de monjes, con zócalo de azulejos de cerámica azul añadido en el siglo XVII y cubierta de medio cañón de madera casetonada.

Corredor do Cruzeiro, con las celdas de los monjes a ambos lados

La intersección de ambos brazos está cubierta por una bóveda cuadrada sobre tambor con friso con decoración de grifos y angelotes y que abre a la Capela do Cruzeiro, el centro geométrico de la ampliación joanina, un ámbito cuadrangular con bóveda de medio cañón casetonada con decoración de motivos heráldicos, vegetales y figurativos que alberga una escultura de barro policromado de Cristo coronado de espinas firmado por Inácia da Encarnação en 1654.

Capela do Cruzeiro

En el centro de la cruceta se ubicaba el calefactorio. La celda del prior, según la época, estuvo en uno u otro extremo del brazo mayor y en 1617, una vez terminado el Aqueducto dos Pegões, en el extremo sur de éste se ubicó un lavabo.

Lavabo de los dormitorios

Dentro del vasto programa de ampliación de Juan de Castillo, estuvo, lógicamente, el Claustro principal, que también se denominó Claustro de D. João III, adosado al lado de la Epístola de la iglesia y destinado a las procesiones, el recogimiento y la oración. Comenzó a levantarse al inicio de la década de 1530 pero el que hoy se conserva responde a trazas posteriores de fuertes influencias serlianas del arquitecto Diogo de Torralva para cuya aplicación, a partir de 1557, al inicio de la regencia de D. Catalina de Habsburgo por la minoría de edad de su nieto, D. Sebastião I de Portugal, se optó por derribar lo construido casi en su totalidad para adaptarlo a nuevas modas.

Claustro principal

Es de planta cuadrada con dos pisos con superposición de órdenes, con columnas toscanas en el inferior, entre las que alternan vanos rectangulares bajo ventana cuadrada con arcos de medio punto, y columnas jónicas en el superior, entre las que se alternan vanos rectangulares con óculo con composiciones serlianas, estas últimas bajo los arcos de medio punto, con un resultado de gran plasticidad que aprovecha la luz para potenciar los valores escultóricos del claroscuro eliminando cualquier ornamentación figurativa que recuerde al manuelino. Las cubiertas de ambas galerías alternan bóvedas de crucería simple con tramos de medio cañón casetonado.

Enmascaradas en la nueva construcción del Claustro principal todavía pueden observarse partes del claustro primitivo de Castillo, como la bóveda nervada del ángulo noroeste, justo a la entrada del Refectorio, y que cobija el Lavabo, enmarcado por pilastras que sustentan un frontón con una inscripción en el que se lee la fecha de 1593, obra de Filipe Terzi.

Lavabo de Filipe Terzi en el ángulo noroeste del Claustro principal, un resto de la obra de Castillo,
al lado de la entrada al refectorio

Las dos escaleras envueltas en las paredes interiores de las crujías este y oeste también pertenecen a la primitiva construcción joanina, con decoración renacentista en bajorrelieve con flores, putti y medallones con bustos que podrían identificarse con los santos Jerónimo y Agustín, pilares del humanismo cristiano, Frei António de Lisboa, artífice de la gran reforma de la Orden en ese periodo de D. João III, el propio rey y la Infanta D. Maria, su hija.

Escalera en la crujía este del Claustro principal que conduce a la Casa do Capítulo, un resto
aprovechado del primitivo Claustro Principal de época de D. João III

Restos de la decoración del claustro levantado por Castillo bajo el patrocinio de D. João III,
demolido casi en su totalidad por Toralva para edificar el que hoy se conserva

Restos del primitivo Claustro Principal en el vestíbulo de la Casa do Capítulo

El Terraço da Cera, una terraza con balaustrada que recibe ese nombre porque en ella se secaban los paneles para hacer velas y a la que se accede por unas escaleras helicoidales en los ángulos noreste y suroeste, es ya obra de Filipe Terzi durante el reinado de Felipe IIDesde ella hay una impresionante perspectiva del cuerpo de la iglesia.

Terraço da Cera del Claustro Principal (2)

Escalera helicoidal en el ángulo suroeste de subida a la terraza del Claustro principal (3)

La iglesia desde la terraza del Claustro principal

La fuente central se fecha en 1619, atribuida a Pedro Fernandes Torres. Tiene dos tazas superpuestas sobre plataforma octogonal y la inferior muestra planta de cruz griega, la de la Orden de Cristo.

El Aqueducto dos Pegões, también del periodo de Felipe II, es una obra de ingeniería hidráulica también de Filipe Terzi que consta de unos siete kilómetros con unos ciento ochenta arcos de medio punto salvo en la zona de mayor desnivel, el Vale de Pegões, donde éstos se superponen a otros ojivales inferiores, y termina recorriendo toda la fachada sur del convento, la que cierra el Claustro dos Corvos y el Claustro principal.

Aqueducto dos Pegões (4)

Fachada sur del convento, por la que discurre el final del acueducto,
con las ruinas de la Casa do Capítulo al fondo

Adosada a la esquina noreste del Claustro da Hospedaria, en 1618, ya durante el reinado de Felipe III se decidió construir una nueva portería, para lo que fue necesario derribar una de las torres de la muralla. Conocida como Portaria Real, fue obra de Diogo Marques Lucas, con vano flanqueado por columnas estriadas que soportan un frontón que abre a un vestíbulo desde el que parte una escalera que conduce a la Sala dos Reis, un espacio cuadrangular con zócalo de azulejos y cubierta de paneles de madera pintada, hoy tienda del monumento, desde el que se accedía, a través de otro vestíbulo, directamente a la iglesia.

Sala dos Reis, hoy tienda (4)

La última zona habilitada en este vasto complejo fue la imponente fachada norte que hoy puede contemplarse, después de que en el último cuarto del siglo XVII, durante el reinado de D. João IV, se decidiera habilitar la crujía superior norte del Claustro da Hospedaria como Enfermería y Botica, y ya en el XVIII se ampliaran las instalaciones construyéndose todo un ala nueva que partía de la Portaria Real hasta llegar a la zona del castillo templario.

Fachada norte del convento, con la Portaria Real en el medio y la Enfermería a continuación

Aspecto general de la fachada norte del convento

Como parte del conjunto hay que mencionar la Ermida de Nossa Senhora da Conceição, en un plano más bajo del convento pero dentro de la cerca, y visible desde varios puntos de la ciudad. Fue construida bajo el patrocinio de D. João III como panteón real, idea quizá abandonada tras la muerte prematura del monarca o por la decisión de que, finalmente, fuera enterrado en los Jerónimos de Lisboa. Algunos autores la fechan hacia 1530 y otros creen que es obra posterior, de João de Castilho hacia 1547, quizá terminada por Filipe Terzi ya en la década de 1570.

Ermida de Nossa Senhora da Conceição

Es un edificio de planta de cruz latina y aspecto armónico, con fachadas rematadas en frontones triangulares en los pies y los dos brazos del crucero, y su interior muestra una estética muy romanista, con tres naves separadas por columnas corintias que sustentan un entablamento y una cubierta de medio cañón casetonado y en el que, a pesar del pequeño tamaño, se consigue dar sensación de grandeza y profundidad.

Y aquí termina este fantástico recorrido por Tomar. Os dejo la primera parte por si alguien no la ha leído y le apetece: El convento de Cristo de Tomar (I). Su historia, los claustros góticos y la iglesia

Otros MONASTERIOS en Viajar con el Arte:

Santa María de Moreruela en Granja de Moreruela, de Zamora
San Pedro de Cardeña en Castrillo del Val, en Burgos
San Benito el Real de Valladolid
San Esteban convento e iglesia, de Salamanca
San Martiño Pinario en Santiago de Compostela
Convento de las Bernardas de Alcalá de Henares, en Madrid
Santa María del Paular en Rascafría, de Madrid
Santo Tomás de Ávila
San Antonio el Real de Segovia
San Miniato al Monte de Florencia
Convento da Madre de Deus, hoy Museu Nacional do Azulejo en Lisboa
Santa-Clara-a-Velha de Coímbra
Santa Cruz de Coímbra
Santa María de Celas de Coímbra
Santa María de Alcobaça

Referencias:


Fuentes:

BARBOSA, Á. J., “Il Castello di Tomar e il convento di Cristo. La storia ed il tempo presente”, DISEGNARECON, vol I, nº 2, 2008.
BARBOSA, Á. J., “Habitar o patrimonio: o caso do Convento de Cristo”, Máthesis, nº 14, 2009, pp. 177-193.
COSTA, J. I. da, “Os Oito Claustros do Convento de Cristo”, Boletim Cultural da Câmara Municipal de Tomar, nº 1, 1981, pp. 31-49.

Comentarios

rafael de Juan ha dicho que…
Solo puedo decir ¡GRACIAS!.
Esrtos artículos tuyos son un regalo impagable
Un dia que te decidas, te sugiero los dificios de Ubeda y Baeza.
Un abrazo
Antonio Banús ha dicho que…
Buenas tardes, Sira. Genial, como siempre, aunque como siempre me repita. Precioso el conjunto. pero por lo que se ve en algunas zonas está un poco olvidado de mantenimiento o ¿me lo parece a mi? Desde luego es una joya a conservar. Buenas tardes. Un beso
Sira Gadea ha dicho que…
Muchas gracias, Antonio. Es tan enorme que está en rehabilitación desde hace más de veinte años, por partes. En el transcurso de este periodo, se ha podido ver cómo cada vez tiene más zonas abiertas al público. Está todo exquisitamente limpio y da gusto. La última vez que estuve, en septiembre 2013, fecha de las fotos, no me dio esa sensación de falta de mantenimiento. Supongo que lo dirás, sobre todo, por la fachada norte, la de la antepenúltima fotografía. Supongo que, dado que está orientada al norte, es la que más debe sufrir los problemas de humedades de un clima como el de la zona, donde llueve bastante.
Sira Gadea ha dicho que…
Muchas gracias a ti, Rafael. Úbeda y Baeza son impresionantes e inolvidables, muy buena sugerencia. A ver cuándo puedo viajar para allá. Necesito patrocinadores, jajajajaja... Un abrazo.
Sira Gadea ha dicho que…
Un beso de vuelta.
Antonio Iraizoz ha dicho que…
Hola Sira,
Nuevamente te doy la enhorabuena, esta vez por la segunda parte de este sensacional, difícil y complejo recorrido. Me gustaría enviarte las fotos que hice del impresionante interior de la Ermida da Nossa Senhora da Conceição durante la visita privada que conseguimos concertar, pero no veo tu mail por ningún lado.
Un abrazo
Sira Gadea ha dicho que…
Hola Antonio. Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que tratar de ordenar en mi cabeza el laberíntico recorrido por Tomar ha sido cuestión de paciencia a toneladas. Espero que haya quedado medianamente claro al plasmarlo en el texto, aunque no las tengo todas conmigo. En fin... se ha hecho todo lo posible. Muchas gracias por tu ofrecimiento de unas fotografías tan preciadas y preciosas, pues nosotros no pudimos ver la ermita por dentro y nos quedamos con la miel en los labios. Te acabo de enviar mi e-mail.
Un abrazo y muchas gracias.
Xosé Luís Alonso ha dicho que…
Sira, leyendo esta segunda parte, no me queda mas remedio que repetir elogios, felicitaciones e parabéns por este trabajo tan concienzudo que aúna una pluma ágil y fluida con unas excelentes fotografías. Espero volver pronto a Tomar con tus dos espléndidas reseñas y ver, este alucinante conjunto, con tu experta mirada. Nuevamente gracias por compartir tu trabajo, me quedo sin palabras y sabes que no exagero!
Unknown ha dicho que…
Explendido e impecable trabajo como siempre amiga
Antonio Iraizoz ha dicho que…
Hola de nuevo,
Había olvidado felicitarte por las magníficas fotos y en particular por la de la alucinante y vitrubiana capela dos Reis Magos. Es como una primorosa maqueta de madera a escala 1:1
Un abrazo
Sira Gadea ha dicho que…
Muchas gracias, Mimi. Un abrazo.
Sira Gadea ha dicho que…
Sí que es impresionante esa capilla. Además, encontrarla al final de el corredor es todo un espectáculo, digno de stendhalazo de los grandes. Muchas gracias de nuevo, Antonio.
Sira Gadea ha dicho que…
Muchas gracias, Xosé Luís. Será todo un honor hacerte de "guía virtual" en tu próxima visita a Tomar. Un abrazo.
Tawaki ha dicho que…
Conozco poco Portugal, supongo que por haberlo tenido tan cerca, pero soy consciente de que guarda muchos tesoros como este que nos muestras. Espero poder visitarlo algún día. Gracias por compartir.
Sira Gadea ha dicho que…
Muchas gracias a ti por pasarte por aquí y dejar tu comentario. Es verdad que Portugal es un poco desconocido desde este otro lado, algo que habrá que ir solucionando, pues es un país muy acogedor, bello y fascinante. Un saludo, Tawaki.
Boro ha dicho que…
Realmente Tomar está lleno de joyas que parece que uno va encontrándose a medida que avanza por un laberinto de piedra con la capilla templaria y su archiconocida ventana manuelina como culmen del joyel. Pero sinceramente creo que me he quedado más impresionado, tal vez por el descubrimiento, con el impresionante claustro principal, el refectorio o la capilla de los Reyes Magos. Viva el denostado Serlio!! (y Palladio y Miguel Ángel).
Un abrazo

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