El cementerio delle Porte Sante de San Miniato al Monte, en Florencia
Subir hasta la Basílica de San Miniato al Monte en Florencia y no visitar el Cimitero delle Porte Sante es un sacrilegio que no se le tendría que perdonar a nadie.
Giovanni Signorini.
Veduta di Firenze da Monte alle Croci, 1851, olio su tela, 93 x 129 cm., Museo
storico-topografico Firenze (1)
El enclave tiene
una larga historia que comienza con el cristianismo, zona en la que se cree que
estuvo ubicado el primer cementerio cristiano de la ciudad. Pero el camposanto
actual data de mediados del siglo XIX.
Aunque a fines del siglo XIII Arnolfo di Cambio, con la participación
también de Giotto, Andrea Pisano y otros artistas, proyectó una nueva muralla
para la ciudad, la colina de San Miniato quedó excluida de este sistema
defensivo.
Disposición en el
plano de Florencia de lo que se conoce como la “cerchia di Arnolfo di Cambio”,
y donde se observa que no incluye San Miniato, en la esquina inferior derecha
(2)
Pero cuando dos siglos después, en 1527, los Médici fueron expulsados
de la ciudad y se reinstauró la República de Florencia, se decidió fortalecer
el conjunto, dada su estratégica ubicación, y en 1529 se encargaron las
defensas a Miguel Ángel, que ideó un frente abaluartado rodeando la parte
superior de la colina englobando la basílica aunque, dada la urgencia, se
construyó con adobe, esperando poder resistir el asedio a la ciudad de un
ejército conformado por las tropas del emperador Carlos V y las del papa
Clemente VII, un Medici, al mando de Philibert de Chalôn, Principe de Orange, que
querían devolver el poder a la Casa Médici.
Defensas de la ciudad
en el siglo XVI, cuando San Miniato es amurallado (3)
Fragmento de la pintura de 1560 realizada por Giorgio Vasari en el Salón de
Clemente VII del Palazzo Vecchio de Florencia representando el Asedio a
Florencia en 1530 en el que se observa el Arno, la ciudad amurallada y, en
primer plano a la derecha, San Miniato al Monte con sus bastiones defensivos (2)
De todos modos, a pesar de la resistencia de once meses al asedio, ese
poderoso ejército imperial y papal terminó venciendo y en 1532 se abolió la República
y se nombró duque de Florencia a Alejandro Médici, instaurándose un sistema
hereditario. Su sucesor, Cosme I de Médici, primer gran duque de
la Toscana, dentro de sus trabajos de modernización de las defensas de la
ciudad, decidió convertir San Miniato en una verdadera fortaleza permanente
realizada en mampostería, cuyo perímetro ha llegado hasta la actualidad.
Vista aérea del Cimiterio delle Porte Sante, donde se aprecian claramente
las formas abalaurtadas del perímetro
Aunque los monjes ya utilizaban como enterramiento de su propia comunidad
las zonas más cercanas a las murallas renacentistas y se piensa que en San
Miniato habría estado el primer cementerio cristiano de la ciudad, la idea de
crear un nuevo cementerio en este enclave surgió en 1844.
Desde 1784 el gran duque de la Toscana Pietro Leopoldo I (desde
1790 hasta su muerte en 1792, emperador electo del Sacro Imperio Romano
Germánico, rey de Hungría y Bohemia, archiduque de Austria y duque de Milán)
había decretado la prohibición de enterramiento en zona urbana y en espacios
cerrados, estableciendo que los cementerios se construyeran fuera de la
ciudad. En este mismo sentido, el Edicto de Saint-Cloud de 1804, durante
la ocupación napoleónica de toda la península, también prohibió los entierros
en las iglesias.
Aunque en 1784 ya se había creado el Cimitero Trespiano, estaba más
dedicado a la gente común, y la nobleza y la burguesía florentina, dado que
Santa Croce ya no ofrecía más cabida, todavía no había encontrado un lugar que
considerara digno de enterramiento, por lo que el nuevo cementerio en
San Miniato supliría esta falta.
La discreta entrada al camposanto, a la izquierda de la fachada de la
basílica, parece hacer honor a un cementerio recoleto, medio escondido,
tranquilo, agradable de pasear pero plagado de sorpresas (3)
Para su construcción fue necesario adquirir los terrenos que rodeaban al
monasterio, precisamente la fotaleza de Cosimo I, que hasta ese momento los
monjes utilizaban, fundamentalmente, como huerto. Además, con el dinero
obtenido, la comunidad sufragó la restauración de su iglesia.
Fotografía del exterior de la basílica cuando todavía no se había creado el
cementerio (3)
Aspecto actual desde ese mismo punto de vista
El diseño del nuevo camposanto dentro del bastión renacentista le fue
encomentado a Niccolò Matas, el autor de la fachada de la Basílica de
Santa Croce, organizando las sepulturas excavadas en la parte central del
fortín y capillas adosadas al perímetro de las murallas, quedando inaugurado en
1848.
Fotografía del cementerio hacia 1875 (4)
Plano actual del cementerio (5)
Nada más entrar, con el cuerpo de la basílica a la derecha, nos encontramos
con la zona dedicada a los niños, que ocupa parte del bastión noreste.
Lápida de la sepultura de un niño de 14 años fallecido en 1908:
AQUÍ/REPOSAN LOS RESTOS MORTALES DE/ALBERTO MAGNANI/NACIDO EN FLORENCIA EL 15
DE MAYO 1908/MUERTO CON SÓLO 14 AÑOS/GENTIL DE ASPECTO/DE MIRADA PURA Y
FRESCA/DE FRENTE SERENA/SE PARECÍA A UN BROTE FRESCO DE PRIMAVERA/LA MÁS TERSA
AURORA/LA MÁS CLARA FUENTE/Y COMO UN RETOÑO FUE ABATIDO/POR EL ABRUMADOR
HURACÁN/UN GOLPE REPENTINO/EL IMPACTO DE UN VEHÍCULO CIRCULANDO/PERO LA CIEGA
FUERZA BRUTAL NUNCA GANÓ/LA FUERZA, LA GRACIA, LA INOCENCIA VIVEN EN ÉL
ETERNAMENTE/FELIZ PARA SIEMPRE/JUVENTUD EN EL CIELO/VIAJANDO CON SU HERMOSA
SONRISA/EL RAYO QUE NUNCA CESA
El nombre del cementerio proviene del privilegio de indulgencia plenaria
otorgado por el papado a San Miniato, el mismo que tenían las basílicas
patriarcales de San Juan de Letrán, Santa María Mayor, San Pedro y San Pablo de
Roma, que contaban con una puerta tapiada hasta que en año de jubileo, el papa
o un cardenal legado papal la derribaban el día de Viernes Santo para que los
fieles la traspasaran y obtuvieran la indulgencia. Terminado el año, la puerta
volvía a tapiarse esperando el siguiente jubileo.
En una inscripción en el suelo de puerta de la izquierda de San Miniato
puede leerse “HAEC EST PORTA COELI”, “ESTA ES LA PUERTA DEL CIELO”, que en la
actualidad no está tapiada pero permanece cerrada cuando no es año de jubileo.
Inscripción en la puerta izquierda de la basílica que reza “ESTA ES LA
PUERTA DEL CIELO” (6)
Desde el principio, los enterramientos excavados fueron adornándose con
cruces, jarrones y estatuas y el cementerio no llegó a tener nunca el sobrio y
ordenado aspecto que Matas quiso darle.
Zona de lápidas adornadas con crucifijos, jarrones, obeliscos, estatuas...
cubriendo las sencillas losas blancas
Ante una epidemia de cólera que asoló toda Europa en 1854, el cemeterio
experimentó un notable crecimiento y en 1864 fue necesario encargarle a Mariano
Falcini un proyecto de ampliación que abarcó todo el área de la fortaleza del
siglo XVI que se extendía alrededor de la iglesia.
La Montagnola, una original construcción adosada al muro noroeste, desde la
que se tiene una espectacular vista de todo el cementerio
Aspecto del cementerio desde la Montagnola, con la zona de mausoleos de la
Vecchia Galleria al fondo
Esta ampliación se encuadró dentro de un más ambicioso proyecto del
ingeniero Giuseppe Poggi de desarrollo de la ciudad, convertida en capital de
la Nueva Italia desde 1865, y que incluyó también la apertura de una nueva
carretera de circunvalación como camino escénico con gran efecto visual sobre
la ciudad, incluyendo la Porta di San Niccolò, el Piazzale Michelangelo,
el Viale dei Colli o la escalera monumental que da acceso a San Miniato,
realizada en travertino en un intento de armonizar con la fachada de la
basílica ante la imposibilidad de utilizar mármol por razones económicas.
La Basílica de San Miniato antes de la construcción de la monumental
escalera de acceso (3)
La gran escalera monumental, uno de los dos accesos a San Miniato
Las capillas, erigidas por las familias de la burguesía florentina, no se
redujeron sólo al ámbito adosado a la muralla y pronto empezaron a ocupar otros
espacios, agrupadas, fundamentalmente, en las zonas denominadas Vecchia
Galleria y Cantiere, conformándose como un maravilloso repertorio de la
arquitectura del momento, con ejemplos neoclásicos, neobizantinos, neogóticos,
modernistas, racionalistas, contemporáneos...
Zona de la Vecchia Gallería, con la Cappella Cecchi-Birignani en primer
plano
Vidriera de uno de los panteones contemporáneos en la zona de Cantiere
El cementerio también se extiende frente a la basílica y, aprovechando el
desnivel, cuenta con un hipogeo contemporáneo con simples nichos con losas
lisas con abundantes adornos florales.
Parte del cementerio que se extiende ante la fachada de la Basílica de San
Miniato
Hipogeo con nichos plagados de flores
Y la visita puede terminar saliendo por la puerta sur de la muralla, que va
a dar a la campiña toscana, todo un espectáculo en el atardecer florentino.
Salida de la muralla
desde el recinto de San Miniato
Zona que rodea San
Miniato al Monte al atardecer
Y, por su puesto, también os recomiendo un "paseo" por la propia Basílica de San Miniato, una preciosa joya del peculiar románico toscano.
Otros artículos de ARTE
FUNERARIO en viajar con el arte:
Monumentos funerarios de la de la Basilica dei Santi Giovanni e Paolo de Epistola y del Evangelio de Venecia
Claustro de la Catedral Vieja de Salamanca
Claustro de la Catedral Vieja de Salamanca
Cimitero Monumentale de Milán
Cappelle Contarini, Basso-Sagredo y Grimani en San Francesco della Vigna de Venecia
Cappelle Contarini, Basso-Sagredo y Grimani en San Francesco della Vigna de Venecia
Cementerio de San Michele in Isola de Venecia
Imágenes ajenas:
Fuentes:
Comentarios
Maria Gracia Nicolini
2 de noviembre de 2019