San Zaccaria, en Venecia
La iglesia de San Zaccaria, que formaba parte de un convento benedictino femenino muy importante en Venecia, estrechamente ligado al doge y a la alta nobleza veneciana, se ubica en el Campo de su nombre, por detrás de San Marco pero perteneciente al vecino sestiere de Castello.
Interior de San Zaccaria
La tradición dice que fue una de las doce fundaciones de San Magnus en las islas de la laguna en el siglo VII durante su huida de Oderzo, conquistada por los lombardos, pero la primera documentación escrita sobre su fundación, aunque hay autores que la consideran apócrifa, es del siglo IX en relación con el doge Angelo Parcipazio a partir de la donación del basileus Leone V l’Armenio de las reliquias de San Zacarías, padre de San Juan Bautista, y de una cantidad suficiente de dinero para erigir una iglesia y un convento en Venecia bajo su advocación, entregadas al hijo del doge, Giustiniano, quien después le sucedió en el cargo, y que había estado en Constantinopla para fortalecer la amistad entre ambas ciudades.
La tradición dice que fue una de las doce fundaciones de San Magnus en las islas de la laguna en el siglo VII durante su huida de Oderzo, conquistada por los lombardos, pero la primera documentación escrita sobre su fundación, aunque hay autores que la consideran apócrifa, es del siglo IX en relación con el doge Angelo Parcipazio a partir de la donación del basileus Leone V l’Armenio de las reliquias de San Zacarías, padre de San Juan Bautista, y de una cantidad suficiente de dinero para erigir una iglesia y un convento en Venecia bajo su advocación, entregadas al hijo del doge, Giustiniano, quien después le sucedió en el cargo, y que había estado en Constantinopla para fortalecer la amistad entre ambas ciudades.
Detalle de la zona del altar
Desde su fundación fue un convento muy ligado a la Signoria y a los dogi, con su iglesia como protagonista de una solemne procesión que tenía lugar los 13 de septiembre de cada año, aniversario de la consagración, desde que en el 855 Benedetto III, huido de Roma ante el cisma provocado por los partidarios de la elección de Anastasio como papa y acogido por la comunidad de San Zaccaria, estableció esa costumbre.
A partir de la donación de las benedictinas de parte de sus terrenos para la ampliación de la plaza de San Marcos en el siglo XII, esa solemne ceremonia, en la que el doge era recibido por la abadesa y acompañado hasta el altar para asistir a la misa celebrada por el Patriarca, se traspasó al día de Pascua, celebrándose todos los años hasta la caída de la República a fines del siglo XVIII.
Francesco Guardi. La Signoria in visita a San Zaccaria. 1770-1775. 67 x 98 cm. Museo del Louvre (1)
El encargado de esa nueva reconstrucción en la década de 1440, y que empieza a levantarse sobre la antigua iglesia románica del siglo XII, fue Antonio Gambello; pero menos de veinte años después, quizá por el inminente peligro de derrumbe, las monjas dieron un giro a las obras con un nuevo proyecto que en 1461 el Senado decidió sufragar, una intervención con claras implicaciones políticas en las que se buscaba conformar un nuevo edificio símbolo de la primacía de Venecia como centro religioso y político tras la caída de Constantinopla en 1453 en manos del Imperio Turco.
En cuanto a su arquitectura, a fines del siglo IX ya experimentó una reconstrucción patrocinada por el doge Orso I Partecipazio, cuya hija, Giovanna, era abadesa, a la que le sucedieron otras en los siglos siguientes, sobre todo tras un devastador incendio en 1105 en el que se dice que murieron por asfixia más de cien monjas, a partir del cual se produjo una reconstrucción de la que todavía perdura el campanario, de estilo veneto-bizantino y uno de los más antiguos de Venecia todavía en pie, y algunos otros ámbitos incorporados a la iglesia que empezó a erigirse en 1440.
El encargado de esa nueva reconstrucción en la década de 1440, y que empieza a levantarse sobre la antigua iglesia románica del siglo XII, fue Antonio Gambello; pero menos de veinte años después, quizá por el inminente peligro de derrumbe, las monjas dieron un giro a las obras con un nuevo proyecto que en 1461 el Senado decidió sufragar, una intervención con claras implicaciones políticas en las que se buscaba conformar un nuevo edificio símbolo de la primacía de Venecia como centro religioso y político tras la caída de Constantinopla en 1453 en manos del Imperio Turco.
Alzado del conjunto de San Zaccaria (2)
Y a pesar de los problemas estructurales que parecía presentar la iglesia, la nueva intervención también se encarga a Gambello, fijándose una distribución interior tradicional gótica de planta de tres naves con cubiertas abovedadas y divididas por columnas sobre pedestales poliédricos y con capiteles tallados con águilas que aluden a la mencionada participación del basileus Leone V l’Armenio en la fundación.
Planta de la iglesia en la actualidad
La idea de ligereza, con superficies murales blancas contrastadas con la piedra negra de Verona para los elementos sustentantes, quedó un tanto tergiversada en el siglo XVII con la incorporación de grandes lienzos en los muros, aunque la iglesia se convirtió en un impresionante museo in situ.
La escasez de elementos sustentantes dan sensación de ligereza a la iglesia, casi conformada como una planta-salón
Aunque algunos autores defienden que esta disposición buscaba dejar este espacio reservado para las altas dignidades de la República que asistían a los solemnes actos litúrgicos que tenían lugar en la iglesia en días señalados, quizá sea más lógica la teoría que defiende que el deambulatorio fue diseñado como lugar de paso por detrás del altar mayor en la mencionada procesión de Pascua, en la que los fieles podían acercarse a una talla de madera de Cristo muerto en un sepulcro que se decía construido con una pieza original de la tumba de Cristo en Jerusalén y que hasta la construcción de la nueva iglesia había estado en la cripta.
La pintura de la cúpula semicircular del altar mayor representa a San Zacarías en la Gloria y es ya de la segunda mitad del siglo XVIII, realizada por Girolamo Pellegrini.
En cuanto al presbiterio, muestra un ábside pentagonal con vanos ajimezados y apuntados tras el que se desarrolla una girola con cuatro capillas radiales semicirculares e iluminada por alargados ventanales de medio punto, una disposición muy francesa única en Venecia y excepcional en Italia.
Aunque algunos autores defienden que esta disposición buscaba dejar este espacio reservado para las altas dignidades de la República que asistían a los solemnes actos litúrgicos que tenían lugar en la iglesia en días señalados, quizá sea más lógica la teoría que defiende que el deambulatorio fue diseñado como lugar de paso por detrás del altar mayor en la mencionada procesión de Pascua, en la que los fieles podían acercarse a una talla de madera de Cristo muerto en un sepulcro que se decía construido con una pieza original de la tumba de Cristo en Jerusalén y que hasta la construcción de la nueva iglesia había estado en la cripta.
La pintura de la cúpula semicircular del altar mayor representa a San Zacarías en la Gloria y es ya de la segunda mitad del siglo XVIII, realizada por Girolamo Pellegrini.
San Zaccaria in gloria de Girolamo Pellegrini
En 1483 se contrata a Mauro Codussi, que ya había trabajado en Venecia en la fachada de la iglesia del monasterio de San Michele in Isola, y que mantiene el proyecto de Gambello introduciendo algunos toques renacentistas.
Como ya se ha comentado, toda la iglesia está cubierta de pinturas realizadas por artistas venecianos.
A la muerte de Gambello en 1481, las capillas estaban todavía sin cubrir, las naves estaban incompletas y la fachada, que había comenzado a erigirse en 1460, solo contaba con el primer cuerpo.
En 1483 se contrata a Mauro Codussi, que ya había trabajado en Venecia en la fachada de la iglesia del monasterio de San Michele in Isola, y que mantiene el proyecto de Gambello introduciendo algunos toques renacentistas.
Como ya se ha comentado, toda la iglesia está cubierta de pinturas realizadas por artistas venecianos.
Los lunetos de la nave de la Epístola reflejan acontecimientos relacionados con el monasterio y en las de la pared aparecen distintos distintos obispos y escenas de la Vida de la Virgen, obras de varios pintores fechadas entre los siglos XVII y XVIII.
Nave de la Epístola
El segundo altar de esta nave, atribuido a Vittoria, contiene la urna con el cuerpo de San Zacarías. La pintura, con San Zacarías en gloria con ángeles, es de Palma el Joven, fechada en 1599.
Nave de la Epístola con el Altar de San Zacarías
En cuanto a la nave del Evangelio, los lunetos también relatan acontecimientos en relación con el monasterio y los de las paredes de nuevo son escenas de la Vida de la Virgen.
Nave del Evangelio
El segundo altar de esta nave, atribuido a Pietro Lombardo, contiene la famosa Pala di San Zaccaria de Giovanni Bellini, con la Virgen con el Niño y los santos Jerónimo, Pedro, Caterina y Ágata y un ángel músico, quizá la obra más famosa de la iglesia, que aunque fue trasladada a París durante la ocupación francesa, volvió de nuevo a su lugar de origen en 1815, tras el Congreso de Viena.
Segundo altar de la nave del Evangelio con el altar de Pietro Lombardo y la pintura de Giovanni Bellini
Detalle de la Pala di San Zaccaria de Giovanni Bellini
En cuanto al resto de dependencias, la sacristía, en perpendicular a la nave del Evangelio a la altura del crucero, se inició en 1488 sobre los restos de la iglesia románica y no quedó concluida hasta 1562.
Desde el crucero de la Epístola se accede a la capilla de San Atanasio, antiguo coro de las monjas.
Aspecto general de la capilla de San Atanasio
En el altar, realizado por Vittoria, aparece el Nacimiento de San Juan Bautista de Jacopo Tintoretto.
Altar de la capilla de San Atanasio, con el Nacimiento de San Juan Bautista de Tintoretto
La Crucifixión sobre la puerta, de Anton Van Dick, fechada en 1622, fue donada a la iglesia en 1794 procedente de Ca’Barbarigo.
A ambos lados de la entrada se sitúan el Transporte del cuerpo de la Virgen al sepulcro y el Entierro de la Virgen, dos grandes lienzos de Leandro Bassano procedentes de la iglesia de Santo Sepulcro, y los lunetos son de Palma el Joven.
El Transporte del cuerpo de la Virgen al sepulcro de Leandro Bassano abajo y un Lavatorio de Palma el Joven en el luneto
El Entierro de la Virgen de Leandro Bassano abajo y una Anástasis de Palma el Joven en el luneto
También destaca la tabla con la Maddona con el Niño y los santos Bernardino, Gregorio Magno, Paolo, Elisabetta, Benedicto y Plácido, atribuida a Palma el Viejo, en la pared de la derecha. Además, también cuenta con otras obras de Palma el Joven y de Tiépolo entre otros.
Sacra Conversazione atribuida a Palma el Viejo
La sillería que rodea el muro de la capilla, realizada por los entalladores de Vicenza F. y M. Cozzi y fechada a mediados del siglo XV, pertenecía el antiguo ábside de la iglesia, la actual capilla de San Tarasio.
Detalle de la sillería del siglo XV
Desde la capilla de San Atanasio se pasa a la capilla dell’Addolorata y desde ahí a la mencionada capilla de San Tarasio, realizada por Gambello a partir de 1440 sobre el antiguo ábside de la iglesia, reconstruida en gótico con siete ventanas ojivales y ajimezadas y con cubierta de crucería en la que destacan los frescos de Andrea del Castagno, fechados en 1442, y que supusieron una de las primeras manifestaciones pictóricas del renacimiento toscano en la ciudad, casi medio siglo antes de que este estilo triunfara en Venecia, con los plementos con las representaciones del Padre Eterno flanqueado por los cuatro Evangelistas y con San Marcos y San Zacarías en los extremos.
La capilla está presidida por el Políptico de la Virgen, tallado y dorado por Ludovico da Forli y con pinturas de Antonio Vivarini y Giovanni d'Alemagna de 1443 salvo la tabla central con la Virgen con el Niño, San Bartino y San Bagio, que es de S. Veneziano de 1385.
Capilla de San Tarasio, con el Políptico de la Virgen bajo la cubierta nervada pintada por Andrea del Castagno
Detalle de las pinturas de Andrea del Castagno, que representan al Padre Eterno, los cuatro Evangelistas y los santos Zacarías y Marcos
El Políptico de Santa Sabina, a la izquierda, también es obra de Ludovico da Forli, Antonio Vivarini y Giovanni d'Alemagna.
Políptico de Santa Sabina
La iglesia conserva una cripta realizada entre los siglos X y XI a la que se accede a través de la capilla de San Tarasio. Está dividida en tres naves con columnas que sostienen bóvedas de crucería y en ella están enterrados ocho dogi de Venecia.
Detalle de la cripta, a menudo inundada por la subida de la marea en Venecia
En cuanto a la fachada, la base es obra de Gambello, con mezcla de mármoles de colores, y placas con querubines y guirnaldas y cuatro bustos de profetas.
En cuanto al resto, es ya de Mauro Codussi, que abandona el mármol de colores por la piedra blanca de Istria y opta por repetir el módulo que había utilizado en San Michele in Isola pero con mayor monumentalidad, añadiendo tres cuerpos más y una sencilla decoración jugando con la disposición de vanos y volúmenes, alternando pilares y columnas exentas que proporcionan efectos de claroscuro y dan movimiento a la fachada, rematada con un tímpano semicircular que se une con los laterales mediante aletones curvos.
Sobre el tímpano aparece la escultura de bulto del Redentor y a los lados se sitúan cuatro ángeles que portan los instrumentos de la Pasión. La estatua de bulto sobre la portada es obra de Alesandro Vittoria ya de 1580, artista que realiza varios trabajos escultóricos para la iglesia y que está sepultado en ella.
Detalle de dos de los cuerpos añadidos por Mauro Codussi
Otras IGLESIAS:
Notas:
La zona conventual, lamentablemente no visitable, cuenta con dos claustros de características “codussianas” relativamente bien conservados.
Uno de los claustros del antiguo convento de San Zaccaria (3)
Con la caída de la República el convento fue suprimido, los decretos napoleónicos de 1810 lo secularizaron y en 1830, bajo la dominación austriaca, se convirtió en sede de la "Ragionateria Centrale", antecedente de su actual uso como comisaría de Carabinieri.
Otras IGLESIAS:
San
Esteban de Salamanca
"La Clerecía" de Salamanca
San
Vicente de Ávila
San
Maurizio de Milán
San
Ildefonso de Toledo
San
Román de ToledoNotas:
Comentarios
Increíble la saturación de obras de arte que ostentan las paredes de la iglesia e increíble la laboriosidad de los talleres de Palma el Joven y Tintoretto, no hay iglesia en Venecia que no luzca por lo menos seis metros cuadrados de lienzos de estos autores.
Un abrazo y gracias.
Lo de Palma el Joven incluso asombra más, pues una parte de su vida la pasa en Roma. No quiero ni pensar lo que hubiera sido de haber estado casi esa década también en Venecia. Un abrazo para ti, Boro y muchas gracias por tus aportaciones por aquí y por allá.
Recuerdo la primera vez que entré y no saber donde mirar. Después he estado 3 veces, y he seguido sin saber donde mirar
Recuerdo la primera vez que entré y no sa https://noticiasdelalin.es/como-crear-la-carta-de-intencion-perfecta/