La fachada de Palladio en San Francesco della Vigna de Venecia
El convento franciscano de San Francesco della Vigna, en
el sestiere de Castello, fue fundado gracias a la donación de los terrenos por Marzo Ziani, hijo del Doge Pietro, en 1253,
apenas veinte años después del de Santa
Gloriosa dei Maria dei Frari, el primer convento de la Orden en Venecia.
Fachada occidental de la iglesia de San Francesco della Vigna
En 1532 se decidió reconstruir su iglesia respetándose el
resto de la construcción conventual gótica que, con alguna modificación,
todavía se conserva.
Las trazas le fueron confiadas a Jacopo Sansovino, y aunque tuvo que ceñirse a las estrictas directrices de fray Francesco Zorzi incluso teniendo que modificar su proyecto inicial, logró conformarla como el templo con mayores reminiscencias renacentistas toscanas de toda la ciudad.
Pero treinta años después del inicio de las obras, la
iglesia todavía estaba a falta de la fachada principal. La trazada por
Sansovino presentaba una estructura tripartita con dos órdenes, cuerpo central,
correspondiente a la nave central, rematado por frontón triangular y unión con
los correspondientes a las capillas laterales mediante aletones,
un diseño que no debía convencer del todo porque ya resultaría antiguo.
Así, en 1562 Andrea
Palladio recibió el encargo de unas nuevas trazas para la fachada de San
Francesco, a pesar de la desafortunada experiencia con su diseño para la fachada de San Pietro di Castello de 1558, interrumpida a la muerte del patrocinador y que no se vio materializada hasta fines del siglo XVI, ya muerto el arquitecto. Seguramente, este nuevo encargo también se lo debería a la intervención de uno de sus protectores, Daniele Barbaro, ante el Patriarca de Aquilea Giovanni Grimani, el comitente de la obra y hombre
culto y refinado que poseía una exquisita colección de antigüedades romanas.
Es una fachada sin apenas perspectiva, en un pequeño "campo" al que se llega callejeando por el intrincado entramado veneciano.
Calle San Francesco, con la fachada de San Francesco della
Vigna al fondo
Las obras se iniciaron en 1562 y la fachada quedó terminada
en 1570, de ahí que aunque las trazas de la de San Pietro sean anteriores, la
fachada de San Francesco se conforme como la primera construida por Palladio en
Venecia, ejemplo material en la búsqueda del arquitecto por dar solución a la
cuestión arquitectónica que se arrastraba desde Leon Battista Alberti de adaptar el frente de
un templo clásico, correspondiente a un edificio de una única nave, al de
tres naves de las iglesias cristianas o nave y capillas laterales, como en este
caso, y que se materializa mediante la superposición de dos fachadas
clásicas, una en el cuerpo central, más
alto y rematado por frontón triangular, y otra más
baja que abarca los dos cuerpos laterales con frontón partido por la
intercesión del cuerpo central, una solución que después Palladio aplicará en San
Giorgio Maggiore.
Alzado de la fachada de San Francesco della Vigna de Andrea
Palladio. Dibujo de Antonio Visentini, siglo XVIII. RIBA Library Drawings
Collection (1)
El cuerpo central se divide en tres calles mediante cuatro
columnas corintias de orden gigante alzadas sobre un amplio zócalo que recorre toda la fachada. El vano de acceso central, a su vez, está
enmarcado por otras dos columnas también corintias y de menor tamaño, cuenta
con un tímpano ciego que busca solucionar la gran altura de la nave central,
sobre él se desarrolla un entablamento y después se sitúa una ventana termal
que ilumina la nave central, muy acorde con los gustos del comitente, profundo
admirador del clasicismo romano.
Este cuerpo central está rematado por frontón triangular en
cuyo centro aparece un tondo con un águila, símbolo del patriarcado de Aquilea, en relación con el comitente, con una filacteria en la que se lee RENOVABITUR en mayúscula latina, lo mismo que el resto de inscripciones de la portada, inscripción puesta en relación con el versículo 5 del Salmo 102 "renovabitur ut aquilae iuventus tua" y con la idea de renovación que subyace en todo el mensaje de la fachada en relación con la especial situación personal del comitente.
El frontón se apoya sobre la clásica composición de arquitrabe
y friso corrido, con la inscripción DEO VTRIUSQ(UE) TEMPLI AEDIFICATORI AC
REPARATORI.
Detalle del águila
Las calles laterales de este cuerpo central están divididas
en dos alturas; en la baja encontramos sendos nichos con dos esculturas de
bronce de Tiziano Aspetti realizadas en 1592 que resaltan sobre el mármol
blanco y que representan a Moisés, en
cuya base puede leerse MINISTRO UMBRARUM, “siervo de la verdad velada”, y a San
Pablo, con la inscripción DISPENTORI LUCIS, “dador de luz”; y en la alta, a la
misma altura que la ventana termal central, espejos con las inscripciones ACCEDE AD OC y NE DESERAS SPI RITVALE. El mensaje se completa con las inscripciones en los espejos de las calles laterales: NON SINE IUGI EXTERIOR e
INTERIORIQUE BELLO.
Aunque el mensaje podría ponerse en relación con las conclusiones
del Concilio de Trento, lo más posible es que tenga más que ver con las circunstancias
personales del Patriarca Grimani, que en 1563 había salido absuelto de un
insidioso proceso en el que se le acusaba de herejía, y que utilizaría esta
fachada como gesto de autocomplacencia privada en el que el mensaje sería: “A
Dios, creador y redentor de dos templos (dedicatoria del friso). Entra aquí, no
abandones la realidad del espíritu, no sin esfuerzo para desprenderse de lo
exterior y lucha interna (espejos). Y entonces el Señor renovará tu vida
(águila y filacteria, incluso jugando con el doble significado del águila como símbolo de Aquilea).
La consecución de esta fachada fue de gran trascendencia,
tanto para Palladio
como para la ciudad, pues hizo posible, como ya he mencionado, que se le encargara la
remodelación, ahora ha completa, de San Giorgio Maggiore, convertido en gran hito veneciano,
pues el arquitecto, consciente de su situación estratégica, utiliza la iglesia
para marcar la visión estética de esa zona del canal, una visión con la que
ahora, al contrario de lo que le había sucedido en San Francesco della Vigna,
encajonada entre callejuelas, puede jugar con una espléndida perspectiva con la
que convierte el edificio en punto de fuga de una vista preferente de la ciudad.
San Giorgio Maggiore desde la Riva degli Schiavoni
casi llegando a la Piazzetta San Marco, el “gran escaparate” de Venecia
En San Francesco della Vigna, aunque están las acróteras,
no tiene esculturas. En San Giorgio, Palladio ya las incorpora buscando dar
dinamismo y evitar la línea tajante, un decorativismo que precisamente toma de
Jacopo Sansovino y su Biblioteca Marciana en la Piazzetta San Marco y que
después usará Bernini para la Piazza San Pietro en el Vaticano y que
también vemos en palacios barrocos, como en el Palacio Real de Madrid.
Detalle del frontón con la inscripción del friso, el tondo
con el águila y las acróteras
sin esculturas
Fachada de San Giorgio con las esculturas destacándose sobre
el cielo
Piazzetta San Marco, con la Biblioteca Marciana de Jacopo
Sansovino a la derecha, rematada por las esculturas que después Palladio
utiliza en San Giorgio, visible al fondo
Imágenes ajenas:
Fuentes:
Comentarios
Por cierto ¿qué significa concretamente la expresión visión de la fachada "bajo pórtico"?