El monasterio de Santa Cruz de Coimbra
El monasterio de Santa Cruz fue fundado en 1131 por D. Telo,
arcediano de la Sé de Coimbra, y D. Jõao Peculiar, después obispo de Oporto y
arzobispo de Braga, que formando una comunidad de doce frailes acogidos a la regla de San
Agustín pidieron permiso a la corona para instalarse extramuros de la ciudad en
un solar conocido como Banhos D'El Rei. Al año siguiente la comunidad eligió
como prior a Teotonio, después santo.
Fachada de la iglesia del convento de Santa Cruz de Coimbra |
Maqueta de Coimbra en época medieval, con el convento de Santa Cruz extramuros a la izquierda (1) |
Desde el principio, la comunidad también ejerció una
importante actividad apostólica y asistencial, fundándose ya en el siglo XII el
anexo hospital de San Nicolás, que también funcionaba como hospicio y asilo de
pobres.
A partir 1834, con la extinción de las Órdenes Religiosas y
la expropiación de sus bienes, en el claustro del silencio se instaló una
biblioteca y el refectorio, que ocupaba toda la panda norte, se convirtió en
sede de la Asociación de Artistas.
A lo largo de todo el siglo XX fue objeto de múltiples
intervenciones para consolidar el edificio en distintos puntos y en la década
de 2000 el conjunto fue sometido a una restauración completa.
Apenas se adivina nada de la primera construcción románica, levantada entre 1132 y 1223 seguramente siguiendo las trazas del maestro
Roberto, artífice de origen francés, que después trabajó en la Sé de Coimbra y en
la de Lisboa, ambas con semejanzas respecto a Santa Cruz. Se cree que
presentaría tres naves o una sola con capillas laterales y cabecera triple.
Y es que durante el reinado de D. Manuel I, en la primera
mitad del siglo XVI, habiendo sido nombrado prior del convento D. Pedro Vaz
Gavião, obispo de Guarda, todo el convento experimentó una renovación completa
en la que participaron los mejores artistas del momento, como Diogo Boytaca,
Marcos Pires, Diogo de Castilho, Machim y João de Ruão, Cristóvão de Figueiredo
y Vasco Fernandes o Nicolau de Chanterenne.
En 1516 murió D. Pedro Vaz y las obras continuaron con la
supervisión sucesiva de los priores Diogo Nunes, João Galvão y Brás de Barros, reformador
espiritual de la comunidad que decretó de nuevo la
clausura.
Como resultado, hoy contamos con una iglesia cuya fachada
románica, que sería similar a la de la Sé Velha de Coimbra, con torre
central alojando un nartex y ventana superior, está alterada mediante la adición de dos
torres laterales con cornisas y pináculos añadidos por Boytaca y una nueva
portada manuelina diseñada por Castilho y con labor escultórica de Chanterenne. El arco de
triunfo que precede a la portada fue añadido en la segunda mitad del siglo
XVIII.
La fachada en la actualidad |
En el siglo XIV la iglesia estaba al mismo nivel que el
plano de la plaza que tiene delante. En el XVI se optó por subir el suelo de la
misma dejando la iglesia y el atrio que marcaba su jurisdicción cuatro
escalones por debajo, que fueron incrementándose y variando su trazado hasta
que en 1995 se decidió rebajar toda la plaza para ponerla de nuevo al nivel de
la fachada de la iglesia.
Fotografía de la fachada a mediados siglo XX (2) |
La portada tiene dos cuerpos flanqueados por sendos
arbotantes que servían de soporte de esculturas de los Apóstoles alojadas en
nichos, la mayoría perdidas. El cuerpo bajo presenta una arco de medio punto
que cobija un vano adintelado y un óculo elíptico añadidos también durante las
remodelaciones de la segunda mitad del siglo XVIII.
Parte superior de la fachada |
El segundo cuerpo se divide en tres calles separadas por pilastras estriadas acabadas en pináculos. En la calle central aparecen tres nichos avenerados con la
Virgen flanqueada por el rey David y el profeta Isaías, esculturas realizadas
por João de Ruão. Por encima hay una gran ventana arquivoltada de medio punto
que ilumina el coro alto.
Detalle de los nichos centrales con la Virgen flanqueada por el rey David y el profeta Isaías |
En las calles laterales aparecen los Doctores de la Iglesia,
los santos Gregorio y Ambrosio al lado del Evangelio y Jerónimo y Agustín al de
la Epístola.
Esculturas de los santos Jerónimo y Agustín y uno de los profetas conservado del arbotante de la Epístola |
Esculturas de los santos Gregorio y Ambrosio y uno de los profetas conservado del arbotante del Evangelio |
En la parte superior del muro de la fachada se ubican las
armas de D. Pedro Vaz Gavião, bajo cuyo priorato se comenzaron estas obras de
remodelación.
Ya en el interior, el templo tiene planta de nave única de
cuatro tramos, grandes ventanas mixtilíneas, cubierta con bóvedas manuelinas con
nervios que desembocan en semicolumnas torsas apoyadas sobre ménsulas, todo ello correspondiente a una primera fase de renovación de la mano de Boytaca, capilla
mayor profunda y capillas laterales irregulares muy modificadas a lo largo de
los siglos.
Nave de la iglesia de Santa Cruz desde el sotocoro |
Una de las más interesantes era la capilla de Jesús, revestida
de azulejos y con los túmulos de los priores Vaz Gavião y Noronha e Meneses, de donde procede el conjunto escultórico del Entierro de Cristo de João de Ruão
que se conserva en el Museu Machado de Castro, una escena de gran tensión
dramática.
Entierro de Cristo de João de Ruão en el Museu Machado de Castro |
El coro alto a los pies fue añadido en una segunda fase de
transformaciones por Diogo de Castilho. Tiene bóveda estrellada y decoración
escultórica de João de Ruão, y en él se ubicó, trasladándolo desde la capilla
mayor, una magnífica sillería esculpida y dorada fechada ha. 1512, un ejemplar excepcional de la época manuelina.
La nave de la iglesia desde la capilla mayor, con el coro alto a los pies |
La capilla mayor, abierta a la nave mediante arco de triunfo
de medio punto abarcado por otro conopial, alberga las sepulturas de D. Afonso
Henriques y su sucesor, D. Sancho I, al lado del Evangelio y de la Epístola
respectivamente. En origen los enterramientos estaban en el nártex de la
iglesia, bajo la torre central de la fachada románica, pero D. Manuel I ordenó
la realización de nuevos sepulcros para ubicarlos a ambos lados del altar en 1530.
Sepultura de D. Afonso Henriques |
Sepultura de D. Sancho I |
Plano del monasterio de Santa Cruz anterior a 1995, cuando todavía la plaza estaba a un nivel más alto que la cota de la fachada (1). Las indicaciones son mías |
Se conforman mediante arcosolios de medio punto abarcados por otro conopial triple y todo ello enmarcado por arbotantes. Contienen sarcófagos sobre el que reposan los yacentes, obra de Chanterenne, con el resto de la decoración escultórica a cargo de varios de sus ayudantes, conformando un abigarrado conjunto de Ángeles, Profetas y Virtudes y elementos gótico-renacentistas a los que también se añadieron los símbolos de D. Manuel I: la esfera armilar y la cruz de la Orden de Cristo.
Yacente en la sepultura de D. Afonso Henriques |
Yacente en la sepultura de D. Sancho I |
En cuanto al retablo, es una obra barroca realizada en
madera imitando mármol.
Retablo mayor |
El púlpito, también realizado por Chanterenne, data de 1521
y puede considerarse obra plenamente renacentista. Es de sección poligonal
apoyado sobre una gran ménsula decorada con grutescos, cabezas de angelotes,
elementos vegetales y un dragón alado de remate. Muestra nichos
avenerados con los cuatro Doctores de la Iglesia flanqueados por pequeñas
imágenes de Sibilas y Profetas. También se observan los símbolos de la heráldica manuelina, con
cruces de la Orden de Cristo y esferas armilares.
Púlpito |
Detalle de la labor escultórica del púlpito |
En el siglo XVIII se instaló un órgano de Gómez Herrera y
las paredes de la nave se decoraron con azulejos con escenas que reflejan la
Historia de la Vera Cruz en el lado del Evangelio y la Vida de San Agustín en el
de la Epístola.
Órgano del siglo XVIII |
Paneles de azulejos con la Historia de la Vera Cruz en el lado del Evangelio |
Paneles de azulejos con la Vida de San Agustín en el lado de la Epístola |
La sacristía, paralela a la capilla mayor en el lado de la
Epístola, fue construida a partir de 1662 por Pedro Nunes Tinoco. Es de planta
rectangular, organizada mediante pilastras adosadas que soportan un
entablamento sobre el que se alza una cubierta de cañón casetonado. La luz
proviene de dos ventanas termales en los lados más estrechos. Está decorada con
azulejos y cuadros como Pentecostés
de Grão Vasco y el Ecce Homo de Cristóvão
de Figueiredo, los pintores portugueses más importantes del siglo XVI, o el Descendimiento de André Gonçalves.
Sacristía |
Detalle del alzado de la sacristía, con las pilastras, el entablento y la cubierta castetonada |
Grão Vasco. Pentecostés (1534-1535). Sacristía de Santa Cruz de Coimbra (3) |
En una sala abierta en su testero oeste se exhiben una
casulla del siglo XIII realizada con un tejido musulmán del tiempo de San
Antonio de Padua y un conjunto de ornamentos litúrgicos del siglo XVIII, y en
otra sala contigua hay tres relicarios de plata del siglo XVI, el más destacado
es un busto relicario que contiene el cráneo de San Teotonio, además de varios
cálices y otros objetos de plata.
Busto relicario con el cráneo de San Teotonio |
El lavabo está en una sala aparte abierta a la derecha del
testero este y desde el otro lado se entra en la sala capitular, que también tiene acceso desde el claustro del
silencio mediante una portada de arco conopial envuelto en otro mixtilíneo.
Lavabo de la sacristía |
Portada de la sala capitular desde el claustro del silencio |
Es obra de Boytaca, de planta rectangular con dos tramos de
cubierta nervada estrellada apoyada sobre semicolumnas torsas rematadas con
ménsulas, la misma solución que el arquitecto adopta en la nave de la iglesia.
Sala capitular y capilla de San Teotonio |
Cuenta con un altar mayor conformado como capilla dedicada a
San Teotonio, el primer prior del monasterio, y que contiene sus restos, obra
de Tomé Velho fechada ha. 1588, cuando también se añade el revestimiento de
azulejos.
El claustro se levantó sobre la estructura del primitivo
románico bajo la dirección de Marcos Pires a comienzos del siglo XVI. Tiene
planta cuadrangular con dos alturas. La galería baja está cubierta con bóveda estrellada y se abre al jardín mediante arcos apuntados ubicados entre contrafuertes sobre los que se insertan otros
dos de medio punto rebajados de perfil torso separados por mainel. En tres de sus ángulos se conservan los bajorrelieves del Ecce Homo, Camino del Calvario y Llanto
ante Cristo muerto de Nicolau Chanterenne, que junto a otro desaparecido, completaban un Ciclo de la Pasión de Cristo.
Ecce Homo |
Camino del Calvario |
Llanto ante Cristo muerto |
La galería alta abre al jardín mediante tramos conformados
por triple arcada de arcos rebajados.
Claustro del silencio |
Galería alta del claustro del silencio (2) |
Tiene dos fuentes, una en la esquina sureste contemporánea a
la arcada y otra central fechada en el siglo XVII.
Fuente de la esquina sureste del claustro del silencio |
Fuente central del claustro del silencio |
El refectorio ocupaba toda la panda norte. Fue construido
por Diogo de Castilho y alojaba la Última
Cena de un artista identificado con el nombre de Hodart Vyryo y muy poco estudiado, en la actualidad en el Museu
Nacional Machado de Castro, un conjunto de barro cocido con figuras de tamaño
natural que se conforma como la muestra de escultura renacentista más
importante de Portugal.
Panda norte del claustro del silencio, donde estaba el refectorio |
Figuras del grupo de la Última Cena de Hodart, hoy en el Museu Machado de Castro |
En la actualidad es una sala de exposiciones temporales a la que se accede por la Rua Olímpio Nicolau Rui Fernandes.
A la derecha de la fachada de la iglesia de Santa Cruz está
el famoso Café Santa Cruz, con una curiosa historia. Desde tiempos de la
fundación del convento, la capilla de Sao João, en el lado del Evangelio, fue
cedida por el prior Teotonio a un grupo de piadosas señoras que decidieron
vivir junto al convento hasta que el papa Inocencio II aprobó la fundación de
San João das Donas o canónicas reclusas de Santa Cruz, adscritas también a la
Orden de San Agustín, con el convento adosado al lado del Evangelio de la iglesia de Santa Cruz, donde hoy se levanta la Cámara Municipal.
Fachada de la iglesia con el Café Santa Cruz a la derecha |
Como a comienzos del siglo XVI dicha capilla era muy
frecuentada, desarrollando labores como capilla de las monjas pero también parroquiales, con la reforma manuelina se le buscó mejor acomodo en la capela
dos Mártires, a los pies del lado de la Epístola de la iglesia de Santa Cruz, hasta ese momento dedicada a los Santos Mártires de Marruecos y mandada construir
por el prior D. Gomes a mediados del siglo XV.
Pero poco después la pequeña comunidad femenina quedo extinguida y hacia
1530 fray Brás de Barros, dentro de la reforma espiritual que había emprendido
en la comunidad de Santa Cruz, decidió reservar la iglesia del convento para
uso exclusivo de los frailes y convertir la antigua la capilla de las monjas en iglesia parroquial de la feligresía de San João de Santa Cruz,
encargando su remodelación, seguramente, a Diogo de Castilho, en ese momento
trabajando en el convento agustino.
Litografía de ha. 1840 con lachada de la iglesia de Santa Cruz con la iglesia de Sao João das Donas (4) |
El nuevo espacio presentaba nave única
de dos tramos con cubiertas de bóvedas de nervaduras, cuatro capillas laterales abiertas mediante arcos de medio punto y ábside cuadrado también con
cubierta nervada. De la fachada, ahora ya habilitada hacia el exterior, apenas se
sabe nada.
Tras las desamortizaciones del siglo XIX y la asunción de
las funciones parroquiales de la feligresía de Sao João Baptista y Santa Cruz
por la propia iglesia del monasterio, el templo se desacralizó y pasó por distintos usos hasta que en la década de 1920 se adaptó a café-restaurante levantándose el piso unos dos metros por encima del primitivo, con lo que la volumetría original del espacio original interior queda muy modificada, y erigiéndose una nueva fachada revival que mezcla distintos estilos.
Diseño de la fachada del café (5) |
Interior del Café Santa Cruz en la actualidad |
El convento contaba con otro claustro del que apenas queda
nada, el llamado Claustro do Jardim da Manga, donde se encontraba el hospital,
una de las actividades asistenciales más importantes desarrolladas por la
comunidad de Santa Cruz.
El aspecto que presentaba hasta las desamortizaciones del siglo XIX partía de la remodelación promovida en el XVI por el prior fray Brás de Barros, el mencionado reformador espiritual de la comunidad de Santa Cruz, pero hoy está tan alterado que ya no es reconocible, pues tras las exclaustraciones perdió una de las pandas para la regularización del trazado viario y las restantes han sido muy remodeladas a lo largo del siglo XX.
El aspecto que presentaba hasta las desamortizaciones del siglo XIX partía de la remodelación promovida en el XVI por el prior fray Brás de Barros, el mencionado reformador espiritual de la comunidad de Santa Cruz, pero hoy está tan alterado que ya no es reconocible, pues tras las exclaustraciones perdió una de las pandas para la regularización del trazado viario y las restantes han sido muy remodeladas a lo largo del siglo XX.
Parcial de un plano de Izidoro Emílio Baptista de 1834 en el que todavía se ven el claustro de Sao Joao, hoy ocupado por la Cámara Municipal de Coimbra, y el Claustro do Jardim da Manga (4) |
Claustro do Jardim de Manga antes de la demolición, con una torre también perteneciente al complejo de Santa Cruz que también fue demolida ante su peligro de derribo a mediados del siglo XX (7) |
Sí conserva la fuente renacentista del centro, obra João de
Ruão de la década de 1530, con una planta de cruz inscrita en un
rectángulo compuesta por un pequeño templete central copulado conectado a cuatro pequeñas
capillas en los ángulos que contaban con sendos retablos dedicados a los santos
Juan Bautista, Jerónimo, Pablo y Antonio, tres de ellos, aunque mutilados,
conservados en el Museu Machado de Castro, todo ello rodeado de estanques con
agua y que incluía un complejo programa iconográfico y de juegos de agua
articulados en relación con la Fuente de la Vida, los cuatro ríos del Paraíso y
el Universo y con Cristo y los Cuatro Evangelios.
Planta de la fuente del Jardim da Manga (6) |
Fuente del Jardim da Manga |
Otros artículos de COIMBRA
en viajar con el arte:
Otros MONASTERIOS en viajar con el arte:
San
Martiño Pinario en Santiago de Compostela
Santa
María del Paular en Rascafría (Madrid)
Santo
Tomás de Ávila
San
Antonio el Real de Segovia
Santa
María del Parral de Segovia
San
Miniato al Monte de Florencia
Basilica
dei Santi Giovanni e Paolo de Venecia
Basilica di Santa Maria Gloriosa dei Frari de
Venecia
Monasterio
de San Michele in Isola de Venecia
San
Giorgio Maggiore de Venecia
Convento
da Madre de Deus, hoy Museu Nacional do Azulejo en Lisboa
San
Juan de los Reyes de Toledo
Imágenes:
Fuentes:
Comentarios
Un abrazo.
La lectura de tus entradas, de tan documentadas y llenas de interés que están generan muchos momentos de reflexión a medidas que vas avanzando en su lectura.
El primero, para mi es el de reconocer lo poco que sabemos de un arte tan próximo como es el portugués, si lo comparamos con otros como son el francés, el italiano, etc... Siempre me ha llamado positivamente la atención de ellos, la frescura, el colorido que transmiten. Esa gracia y vivacidad que tienen al emplear con tanta frecuencia el azulejo..
Me llama también la atención un hecho que he visto con relativa frecuencia en algunos monumentos: me refiero a la elevación del suelo que se produce a lo largo del tiempo, y que provoca que se hagan modificaciones en dicho monumento. En las imágenes anteriores al rebaje del año 95, da la sensación de que la fachada del monasterio se está hundiendo, como ocultando bajo la tierra.
Un abrazo
Por cierto, ¿a qué tumba corresponde el Entierro de Cristo? Me ha encantado el grupo escultórico. Precioso.
Besos, besos, besos.
Del Entierro de Cristo, hoy en el Museu Machado de Castro, no he encontrado datos fidedignos ni siquiera sobre en qué capilla se encontraba. Lo asocian con una dedicada a Cristo pero que no he terminado de saber si es el primer ámbito en el lado del Evangelio justo antes de la capilla mayor, por donde también se tiene acceso al claustro, y en donde se supone que estaban enterrados dos de los priores del convento, y como no he podido corroborarlo, pues he preferido no decir nada.
Me encantaría uno de tus geniales artículos sobre las espectaculares tumbas de los primeros reyes de Portugal ¡¡Anímate!!
Un besazo gordo, preciosa.