La Villa Ambra en Poggio a Caiano
Las conocidas como “Villas Mediceas” son un conjunto de
propiedades alrededor de Florencia construidas a lo largo de los tres siglos en
los que los Medici gobernaron, emblemas de su prestigio y signos de la política
desarrollada por sus príncipes al mostrar la extensión del dominio del
territorio y controlar las vías comerciales de la ciudad y los recursos de la
zona, sobre todo mármol y plata, convertidas en símbolos de propaganda política y que fueron emuladas por el resto de cortes italianas y europeas.
Villa Ambra en Poggio a Caiano |
Retrato de Cosme el Viejo realizado por Pontormo unos cincuenta años después de su muerte. Galleria degli Uffizi en Florencia (1) |
Unas surgieron a partir de antiguas posesiones medievales
adaptadas a las nuevas necesidades, otras partieron de haciendas agrícolas
transformadas y otras se erigieron ex
novo. De entre todas ellas, la Villa
Ambra en Poggio a Caiano, fue la que más se ajustó al modelo de villa
suburbana planteada por los teóricos.
La idea partió de
Lorenzo di Piero de’ Medici “il Magnifico”,
nieto de Cosme el Viejo, que hacia 1474 empezó a adquirir una serie de terrenos
en el monte Albano, a orillas del río Ombrone, entre Florencia y Pistoia, que
culminaron en la compra de una granja a la familia Rucellai cuyo edificio se
derribó por completo porque lo que interesó fue el emplazamiento, levantándose
uno nuevo que supuso la definición tipológica de villa del Quattrocento, que
tomó el nombre del poema “Ambra” escrito por el propio Lorenzo, que narra cómo
el dios y río Ombrone, enamorado de la ninfa Ambra, que no le corresponde
porque está prendada del pastor Lauro, la convierte en roca, el lugar en el que
a partir de 1485 empezó a edificarse la villa.
Giuliano da Sangallo fue el arquitecto encargado de plasmar el esquema
de villa suburbana, de recreo, concebida para el ocio, a partir de una perfecta conjunción de la tradición de
las casas de campo toscanas y la recuperación, aunque no literal, de las villas
romanas, quizá con una referencia directa a la Villa Settefinestre, a las afueras de la antigua ciudad romana de Cosa, fechada en el
siglo I aC. y que presentaba el significativo criptopórtico que Sangallo aplica
a la construcción medicea.
Detalle de Sangallo con el dibujo (2) |
Reconstrucción de la villa romana Settefinestre (3) |
Su formación arqueologicista, adquirida en sus estudios de
las ruinas de Roma, y su conocimiento de Cicerón o Plinio y de las teorías de
sus contemporáneos, hicieron posible que su propuesta en Poggio a Caiano se
convirtiera en modelo de villa del siglo XVI al materializar las teorías de Leo
Battista Alberti y su idea de villa campestre del humanismo como locus amoenus plasmada en su tratado De re ædificatoria, a su vez basado en
Vitrubio, un palacete inmerso en el paisaje que rodeaba Florencia como
alternativa a la fatiga política y la oficialidad de la vida en la ciudad,
consecución de la vida contemplativa, refugio, aislamiento… con grandes
extensiones de caza, actividad reservada a los príncipes como forma de cultivar
su interior, un lugar de encuentro y debate de los principales eruditos,
filósofos, literatos y artistas, aunque un retiro temporal, sin dejar de pensar
en las cuestiones de gobierno y sin olvidar que también debía cumplir con la
condición de factoría agrícola, mantenida por lo menos durante el siglo XV.
Como parte del plan preconcebido, Sangallo también planificó un edificio que se conoce como
“Cascine”, alejado de la vivienda de los señores, una gran construcción
cuadrada con patio central con un estanque central para cría de peces y torres
en las esquinas, en relación con las actividades agropecuarias desarrolladas en
la inmensa finca y parte de una importante política de inversión en la que la
familia Medici decidió extender sus negocios desde la banca y el comercio a la
posesión de bienes inmuebles rentables, de ahí que esta explotación se
convirtiera en un centro ganadero y agrícola donde se cultivaban huertos y
frutales, se elaboraba queso, se criaban abejas y gusanos de seda y hasta se
introdujo el cultivo experimental de arroz por primera vez en la Toscana.
Lorenzo el Magnífico murió en 1492, cuando la obra todavía
no estaba terminada. En 1495 el exilio de los Medici de Florencia provocó su
paralización hasta la vuelta en 1513, cuando Giovanni Medici, futuro León
X, decide reanudarlas todavía bajo la dirección de Sangallo, que está al
frente hasta su muerte en 1516. Sucedido por Cosimo Feltrini y del Franciabigio,
las obras continuaron de acuerdo a las trazas de Sangallo, quizá siguiendo un
modelo en madera.
Retrato de Leone X con sus sobrinos, los cardenales Giulio de' Medici (futuro Clemente VII) y Luigi de' Rossi realizado por Rafael en 1518 conservado en la Galeria degli Uffizi de Florencia (6) |
A esta época también corresponde la decoración pictórica de
la sala principal de la mano de Pontormo, Andrea del Sarto y del mismo
Franciabigio, terminada cincuenta años después por Alessanadro Allori con una
modificación del proyecto original para proporcionar mayor monumentalidad
gracias a la arquitectura pintada.
La villa fue escenario de recibimientos de los futuros
cónyuges de los miembros de la familia, como el de Leonor de Toledo, hija de
Pedro de Toledo, Virrey de Nápoles, para su casamiento con Cosimo I de’ Medici
en 1539, y el lugar de estancia y parada de los personajes más significativos
de la época antes de hacer sus entradas triunfales en Florencia,
acontecimientos que servían para reflejar el inmenso poder de los Medici. Lo
habitual es que la llegada se realizara en la tarde-noche, justificando así la
pernocta en la villa, y que se prolongara varios días en los que se celebraban
cenas, bailes, luminarias… hasta la entrada por la mañana a Florencia en medio
de fastuosas celebraciones.
También se celebraron en Poggio a Caiano grandes bodas, como
la de Alessandro de' Medici y Margarita de Austria en 1536 o la de Francesco I y su amante desde la juventud,
Bianca Cappello, que también murieron en la villa en extrañas circunstancias.
El teatro de la
planta baja fue construido en la segunda mitad del siglo XVII por orden de Margarita Luisa de Orleans, esposa de
Cosme III, durante el tiempo que estuvo recluida en Poggio a Caiano por sus
malas relaciones con su propio esposo y con su suegra, la gran duquesa Vittoria
della Rovere.
Retrato anónimo de pintor florentino de Margarita Luisa de Orleans en la Gallería Palatina del Palazzo Pitti de Florencia (8) |
El príncipe Ferdinando,
hijo de Cosimo III, gran amante de las artes, convirtió Poggio en su residencia
favorita, centro cultural muy activo en la época y donde reunió una rica colección
de ciento setenta y cuatro cuadros de grandes artistas como Durero, Leonardo da Vinci, Rafael o Rubens
que ubicó en una de las habitaciones, decorada
ex profeso por Sebastiano Ricci con una Alegoría de las artes, una pinacoteca a la que denominó Gabinetto
delle opere in piccolo di tutti i più celebri pittori.
Escultura de Ferdinando de Medici realizada por Giovanni Battista Foggini en 1683 y conservada en el Metropolitan de Nueva York (9) |
En 1737, a la
muerte de Giangastone, hermano de
Ferdinando y último descendiente Medici, la villa pasó a los Habsburgo-Lorena, grandes duques de la Toscana, que continuaron utilizándola como
residencia de verano o lugar de descanso en sus viajes a Prato y Pistoia.
Los arquitectos Giuseppe
y Giovan Battista Ruggeri fueron encargados de una remodelación general en la
que también se decidió desmontar el Gabinetto de Ferdinando, perdiéndose la
decoración de Ricci. La fachada fue modificada con la adición del reloj
central.
En época de Ferdinando III de la Toscana el parque
frente al edificio se plagó de singulares estructuras mecánicas de diversión,
como un columpio, un carrusel con caballos o una noria, todavía conservados,
desmontados, en un almacén.
Con la invasión
napoleónica, la Toscana fue anexionada al reino de Etruria como parte del
Imperio francés y Poggio a Caiano se convirtió en una de las residencias
favoritas de la regente, Maria Luisa de Etruria, y de Elisa Baciocchi Bonaparte, hermana del emperador, donde viviría su
historia de amor con el violinista Niccolo Paganini. A esta época corresponden
las grandes reformas dirigidas por el arquitecto Pasquale Poccianti y los
frescos neoclásicos de Luigi Catani en las estancias del primer piso.
Además, en 1811 Elisa Bonaparte encargó a Giuseppe Manetti un proyecto para un nuevo jardín a la inglesa, con caminos irregulares, un estanque y pequeños pabellones neoclásicos, aunque el proyecto no terminó de completarse.
Con la Restauración
en 1819, el reinado de Vittorio Emanuele
II y Florencia como capital del nuevo reino, el monarca también promovió
modificaciones en la villa en la que vivió su historia de amor con Rosa
Vercellana, la "bela Rosin", su amante durante treinta años
finalmente convertida en su segunda esposa. Corrieron a cargo del Antonio Salier
y afectaron a algunas habitaciones de la planta baja, donde se construyó una
sala de billar y un nuevo comedor y a la construcción de nuevos establos.
Fotografía de Vittorio Emanuele II y Rosa Vercellana ha. 1865 (11) |
En 1919 la Casa
Real italiana donó la villa al Estado Italiano, que decidió sacar a la venta la
“Cascina”, hoy semiarruinada, y los establos, a pesar de que todo formaba parte de un conjunto unitario de gran valor arquitectónico.
En 1984 la Villa
Medicea de Poggio a Caiano se convirtió en Museo Nacional, iniciándose un
importante proceso de restauración que finalizó en 2007 y que, gracias a un
inventario de obras de 1911, ha permitido recuperar muchos objetos, muebles y
obras de arte dispersos por varios museos estatales y reconstruir, en lo
posible, el aspecto interno de la villa en esa época. La restauración también
ha incluido la creación del Museo de la
Naturaleza Muerta, que ocupa las salas de la segunda planta del edificio y
en el que se exponen bodegones de diversas procedencias.
El edificio principal está en el centro de la propiedad y su
exterior conserva casi todo el aspecto original renacentista de Sangallo salvo
por el alero de la cubierta, modificado en la segunda mitad del siglo XVI, el
recinto que la rodea con esquinas reforzadas, un añadido también por esas
fechas y atribuido a Bernardo Buontalenti, el reloj de mediados del siglo XVIII
en la fachada y la ampliación de la terraza diseñada por Pasquale Poccianti a
comienzos del XIX mediante una loggia que permitiera el acceso a los coches
rematada a los lados por unas escaleras gemelas curvas que dan acceso a la
terraza, y que sustituyeron a las originales, que eran rectas y en
perpendicular al edificio, tal y como pueden verse en el luneto de Utens.
Detalle del luneto de Utens (4) |
Villa Ambra en la actualidad |
La construcción se divide en dos partes. Así, primero cuenta
con un basamento de mayor superficie, un criptopórtico,
elemento presente en muchas villas romanas, la basis villae, conformado como mirador que rodea todo el palacete abarcando
los cuatro puntos cardinales, metáfora del dominio territorial que se pretende, además de proyección del edificio hacia el exterior invitando a la naturaleza a
formar parte directa de la composición arquitectónica.
El criptopórtico está dividido, a su vez, en dos alturas, con un semisótano para intendencia, con las cocinas y otras estancias de
uso, y con una planta donde estaban los apartamentos de los miembros de la
familia y sus amantes. Es una zona que se ha considerado secundaria y no se le ha dado el
valor que verdaderamente tenía, por lo que es la que más modificaciones ha
sufrido a lo largo de los siglos. Se accede a ella a través de un atrio cubierto con
bóveda de crucería, con decoración neo-renacentista de grutescos de época de
Vittorio Emanuele II, que conduce a un hall
con decoración también de esa época, en un programa que busca celebrar la
personalidad del nuevo dueño de la villa, el primer rey de Italia.
Bóveda del atrio del criptopórtico |
Hall del criptopórtico |
A continuación está el teatro
de Margarita Luisa de Orleans y le sigue la sala de billar, con la bóveda decorada por Domenico Ferri también
en época de los Saboya imitando una pérgola con plantas y querubines.
Teatro |
Sala de billar |
Decoración de la bóveda de la sala de billar |
A la derecha se sitúan los apartamentos de Bianca Capello,
que aunque podrían darnos una idea del aspecto de la villa en el renacimiento,
lamentablemente, en octubre de 2015, no estaban abiertos a las visitas. Sobre
todo destaca una escalera de pietra
serena que seguramente comunicaba estos apartamentos con los de Francesco I
y una chimenea con telamones de gran fuerza plástica.
Bianca Cappello fue una noble veneciana culta y refinada protagonista
de uno de los mayores escándalos de la segunda mitad del siglo XVI como amante
del gran duque Francesco I, al que conoció cuando ella tenía veinte años pero
ya estaba casada y cuando él todavía era soltero, aunque después, por razones
de estado, se desposó con Juana de Austria, sobrina del emperador Carlos V y
hermana del emperador Maximiliano II.
El gran duque construyó un palacio en Florencia para su
amante y en época estival la mantenía alojada en una villa, Il Cerretino,
también en Poggio a Caiano, pero el asesinato del marido en circunstancias no
aclaradas y la posterior muerte de la gran duquesa, posibilitaron el matrimonio
de los amantes, celebrado en Villa Ambra, donde entre el 19 y 20 de octubre de 1587 ambos encontraron la muerte después de varios días de agonía. Aunque la
versión oficial decretó que la causa fueron unas fiebres, siempre se sospechó
que el cardenal Ferdinando, hermano de Francesco y heredero del ducado, había
maquinado el envenenamiento de la pareja, tal y como parece confirmar un
reciente estudio de sus restos, en los que se ha localizado arsénico.
Retrato de Francesco I atribuido a Alessandro Allori (12) |
Posible retrato de Bianca Capello realizado por Alessandro Allori (12) |
A la derecha del hall hay unas escaleras monumentales que sustituyeron a otras más pequeñas y que
conectan la planta superior del criptopórtico con el cuerpo de dos
alturas donde se ubican las salas principales de representación. Estas
escaleras fueron construidas en 1817 por Paquale Poccianti, que también fue
quien diseñó las escalera exterior curva que conecta con la terraza sobre el
criptopórtico.
Escaleras del siglo XIX |
Ya en el cuerpo superior, la entrada principal está
conformada por un pórtico hexástilo
de orden jónico con friso corrido y
frontón, un esquema propio de un templo para marcar la sacralización de la vida
en el campo y de los propios señores, igual que en las villas venecianas de
Palladio. Se toman elementos de la vida religiosa incorporándolos a la vida
civil para dar nobleza al edificio, además de demostrar el conocimiento directo
de la arqueología clásica.
Pórtico |
El friso es de
terracota vidriada blanca, verde y azul. El original está expuesto en una de
las salas de la villa y el que aparece en la fachada es una
copia realizada en 1986. Es una obra de 22 m. x 85 cm. dividida en cinco
episodios, de fecha y atribución incierta e iconografía aún no descifrada, con
autores que consideran que es de Andrea
Sansovino en época de Lorenzo el Magnífico, interpretado como una Alegoría de la vuelta a la Edad de Oro,
y otros que creen que se debió a Giuliano
da Sangallo o Bertoldo di Giovanni
y que quizá se realizara en dos fases, terminado ya en el papado de León X.
Friso original, hoy expuesto en una de las salas de la villa |
Detalle del friso original |
El pórtico está cubierto con bóveda de cañón con lunetos, una de las primeras del renacimiento,
realizada por Giuliano da Sangallo
ha. 1495 con decoración casetonada, tomando como modelo ejemplos romanos.
Interior del pórtico |
Cubierta de cañón del pórtico |
En el testero este se ubicaba un fresco de Filippino Lippi el Sacrificio de Laoconte,
la decoración mural más antigua conservada en la villa, fechada hacia 1494, que
debido a su mal estado de conservación por estar en un ámbito poco protegido ha
sido recientemente restaurado.
El hall presenta
pinturas monocromas de principios del siglo XIX realizadas por Luigi Catani en
relación con la fundación de la villa, de ahí que aparezcan Lorenzo el
Magnífico recibiendo un modelo de la misma de manos de Giuliano da Sangallo y
al erudito Agnolo Poliziano, tutor de los hijos de Lorenzo, coronando con
laurel un busto de Homero.
Hall superior |
A continuación está la sala más importante, el Salone di Leone X, un ámbito
rectangular ubicado en el centro del edificio y en torno al que se distribuyen,
de forma simética, el resto de estancias de representación, con una decoración
pictórica conformada como una de las series más relevantes del manierismo y en
la que participaron varios artistas.
En 1519 Ottaviano de’ Medici, supervisor de la decoración, siguiendo
los deseos de Giovanni de’ Medici, León X, del que la sala toma el nombre, sería
el que decidiría la contratación de la decoración con los mejores pintores florentinos
del momento, el dúo formado por Andrea
del Sarto y Francesco di Cristofano,
“il Franciabiglio”, a los que inmediatamente se añadió Jacopo Pontormo, pintor del taller de del Sarto, que fue el primero
en intervenir en la sala para pintar uno de los lunetos laterales con los dioses romanos Vertumnus
y Pomona en medio de un paisaje, una historia tomada de Las metamorfosis de Ovidio para reflejar los
beneficios de la vida en el campo y aliviar las tensiones políticas y
sociales, en la misma línea de pensamiento manifestada por Lorenzo el
Magnífico, que ya lo había tratado en algunos pasajes de sus obras literarias.
Luneto este, con Vertumnus y Pomona |
Pero casi inmediatamente después, cuando la familia comenzó
a recibir títulos nobiliarios, el ciclo iconográfico primitivo, del que apenas
se conoce nada, fue cambiado para empezar a reflejar las glorias de la estirpe medicea
haciendo parangón con grandes personajes de la historia de Roma.
Testero meridional, con Sifax de Numidia recibiendo a Escipión y Alegorías de Virtudes sobre la puerta de Allori y el Tributo a César de Andrea del Sarto |
Testero septentrional, con El cónsul Flaminio y el consejo de aqueos y Alegorías de Virtudes sobre la puerta de Allori y la Vuelta del exilio de Cicerón de Franciabiglio |
A esta segunda etapa pertenecen la Vuelta del exilio de Cicerón
de Franciabiglio como metáfora de la
expulsión de Cosme el Viejo de Florencia y su posterior regreso triunfal, y el Tributo
a César pintado por Andrea del
Sarto, escenas ricas en poses y actitudes que denotan gran libertad,
conformándose como unas de las representaciones a escala monumental más
avanzadas de su tiempo.
Vuelta del exilio de Cicerón |
El Tributo a César alude a la visita
recibida por Lorenzo el Magnífico del sultán de Egipto en 1487 y se desarrolla
en las escaleras de una construcción clasicista, donde destaca César, un
retrato de Lorenzo coronado de laurel, recibiendo a algunos embajadores que le
ofrecen regalos, sobre todo animales. Las estatuas que decoran el edificio son
Judith con la cabeza de Holofernes, una alusión a la Judith de Donatello que
decoró el Palazzo Vecchio como símbolo del poder civil en Florencia, y una
alegoría de la Justicia.
Tributo a César |
Pero en 1521, con la muerte de León X, las obras de
decoración quedaron interrumpidas y no se reanudaron hasta más de cincuenta
años después, cuando Francesco I contrató a Alessandro Allori, que entre 1578 y 1582, añadió elementos
arquitectónicos para crear efectos escenográficos en la estancia, incluso
dejando su firma, junto a la de Andrea del Sarto, en un bloque de piedra en la escena del Tributo al César, realizó el luneto
oeste con el Jardín de las Espérides, el panel de Sifax
de Numidia recibiendo a Escipión en alusión al viaje de Lorenzo el
Magnífico a la corte napolitana para visitar a Fernando II de Aragón, el del El cónsul
Flaminio hablando con el consejo de aqueos en relación con la
intervención de Lorenzo el Magnífico en la Dieta de Cremona, y las figuras
alegóricas de Virtudes bajo los lunetos laterales y sobre las puertas, estas últimas dedicadas a Francesco I y Leone X
respectivamente.
Inscripción que adjudica la obra a Andra del Sarto y a Alessandro Allori |
Luneto oeste con el Jardín de las Hespérides |
Sifax de Numidia recibiendo a Escipión |
El cónsul Flaminio hablando con el consejo de aqueos |
Alegorías de Virtudes para honrar a Francesco I |
Alegorías de Virtudes para honrar a Leone X |
Según Vasari, la bóveda de cañón de enrevesado casetonado
que cubre la estancia fue diseñada por Giuliano da Sangallo y por Andrea di
Cosimo Feltrini, parcialmente redecorada en el siglo XIX.
Bóveda de cañón del salón de León X |
A continuación de este salón principal está el comedor, con un fresco en el techo de
Anton Domenico Gabbiani realizado en 1698 por encargo del príncipe Ferdinando
de’ Medici que representa la Apoteosis de Cosme el Viejo. Esta estancia
también se conoció como Salone degli
stucchi porque contaba con retratos de los Medici en medallones de estuco
que fueron retirados en 1812.
Comedor |
Detalle de la decoración de la bóveda del comedor |
Esta planta principal se completa con estancias cuyo último
uso fue como apartamento de Vittorio
Emanuele II, compuesto por guardarropa, estudio, dormitoro… y apartamento de la Bella Rosina, donde
destaca su habitación, con paredes decoradas con seda rosa con motivos florales
y cama con dosel, o el cuarto de baño francés, construido en tiempos de Elisa
Bonaparte, época de la que data la decoración de estas estancias, en estilo
neoclásico y con pinturas que muestran temas extraídos de la mitología antigua.
Sala de recibir |
Baño |
La segunda planta aloja el mencionado Museo della Natura Morta, que expone unas doscientas pinturas del
Cinquecento al Settecento procedentes de las colecciones de los Medici.
Imágenes ajenas:
Fuentes:
Comentarios
Me sentí muy beneficiada. Gracias