Il Duomo, en Verona
La Cattedrale di Santa Maria Matricolare de Verona se levanta en el entramado urbano de época romana, sobre antiguas construcciones paleocristianas, conformada como uno de los edificios más significativos de esta encantadora ciudad, plagada de una historia que va mucho más allá de que a Shakespeare se le ocurriera localizar en ella su Romeo y Julieta.
También conocida como el Duomo di Verona, a lo largo de su fructífera vida ha experimentado variadas transformaciones que hacen que hoy se nos presente como un palimpsesto hasta llegar a conformar todo un complejo arquitectónico que incluye San Giovanni in Fonte, Santa Elena, el chiostro dei Canonici y la Biblioteca Capitolare.
Planta del conjunto en la que aparecen las actuales edificaciones y los restos de las desaparecidas (2)
La iglesia de Santa
Elena ocupa parte del ámbito de la primera basílica paleocristiana del siglo IV y de la otra más grande que se construyó en el V para que diera cabida a
una comunidad que había crecido y tenía nuevas necesidades litúrgicas. Bajo su
suelo y del de parte del claustro de los canónicos se conservan mosaicos de
ambas construcciones primigenias.
Esa segunda basílica se hundiría en un
incendio en el año 806 y fue reedificada en los siglos VIII y IX, ya conocida
como Santa Maria Matricolare, desplazada hacia el sur, en la misma ubicación
que la actual.
En 1117 un terremoto afectó profundamente al conjunto y casi inmediatamente después ya se comenzó a construir la nueva catedral, consagrada por el papa Urbano III el 13 de septiembre de 1187 y con la suficiente entidad como para que el
aspecto que todavía presenta revele muchos de sus rasgos románicos, a pesar de
las alteraciones interiores de mediados del siglo XV y finales del XVI, en las
que se añadieron las capillas laterales y el hemiciclo de mármol ante el ábside.
Vista de la catedral desde la Torre dei Lamberti, la más alta de Verona
La fachada oeste conserva casi todas sus características
primitivas, con una estructura tripartita rematada por frontón, cubierta a dos
aguas y pórtico de esbeltas columnas salomónicas (las otras dos por detrás, de
orden compuesto, fueron añadidas en el siglo XV) que descansan sobre grifos y
soportan un arco de medio punto sobre el que se sitúa otro que repite el mismo
esquema y que está coronado por frontón.
Reconstrucción del alzado de la fachada oeste original (2)
Pórtico de la fachada oeste
Detalle escultórico de la portada oeste
Grifo del pórtico (3)
El tímpano sobre la puerta muestra un bajorrelieve
policromado con la Adoración de los Magos y el Anuncio de la llegada del Mesías
a los pastores.
Tímpano del pórtico
En cuanto al interior, es de planta típicamente basilical, rectangular
con tres naves sin transepto, separadas por esbeltas pilastras de mármol rojo de Verona, casi de igual altura, con aspecto de "planta-salón", y ábside rectangular de tramo corto y remate semicircular. La cubierta,
posterior, ya es gótica, con bóveda de crucería muy sencilla.
Interior de la catedral, observándose la típica estructura basilical
De las capillas que se incorporaron en el Renacimiento, la
primera de la derecha empezando por los pies es la Capilla Dionisi (1), dedicada a San Pedro y San Pablo, con frescos
atribuidos a Antonio Badile.
A comienzos del siglo XVIII le fue añadido el
retablo central con una pintura de Antonio Balestra que representa a la Virgen con el Niño y a los santos Pedro,
Pablo y Antonio de Padua.
Planta de la catedral en la que ya figuran las incorporaciones de los siglos XV y XVI. Las señalizaciones de las capillas no son originales de la imagen (3)
De derecha a izquierda, Capilla Dionisi, Capilla Calcasoli y Capilla Emilei
A continuación está la Capilla
Calcasoli (2), dedicada a San Antonio de Viena y construida a comienzos del
siglo XVI, con decoración pictórica de Giovanni Maria Falconetto.
Capilla Calcasoli
Detalle de la decoración pictórica de trampantojo de la capilla Calcasoli
El altar es una composición de distintos estilos añadido en
el siglo XVIII con una pintura central con la Adoración de los Magos de Liberale da Verona del siglo XV, laterales
con santos y cuerpo superior con una Deposición
de Cristo de Niccolò Giolfino.
Pintura del altar de la Capilla Calcasoli
La decoración mural de la Capilla Emilei
(3) también es atribuida a Falconetto, y el retablo, del siglo XVIII
con la Transfiguración, a Giambettino Cignaroli.
La Capilla Memo
(4) dedicada al Santísimo Sacramento, fue modificada según barroco tardío en
1762. Durante nuestra visita en mayo de 2012 estaba en restauración, por lo que no pudimos verla.
La actual Capilla
mayor (5) es el resultado de la transformación que experimentaron el
presbiterio y el ábside románicos en el siglo XVI, cuando fue decorada con
frescos de Francesco Torbido según cartones de Giulio Romano, una obra que supone el
inicio del manierismo en Verona.
El hemiciclo ante el ábside, organizado mediante zócalo bajo columnas jónicas que soportan un entablemento circular,
realizado con mármoles polícromos, sigue las trazas de Michele Sanmicheli,
rematado con candeleros y un Calvario de bronce.
Vista general del ábside desde el altar
Hemiciclo de Michele Sanmicheli a comienzos del siglo XX, con los velones en los candeleros sobre el entablamento (1)
Programa pictórico completo de Giulio Romano para el ábside, con el Calvario que corona el hemiciclo de Michele Sanmicheli en primer plano
En el arco apuntado que abre al ábside se representa la Anunciación y unos profetas Isaías y
Ezequiel muy miguelangelescos.
Escena de la Anunciación
En el tramo de bóveda de cañón aparecen tres escenas en
grandes casetones, con los Ángeles con la
corona, el Nacimiento de la Virgen
a la izquierda y la Presentación en el
Templo a la derecha.
Cubierta de bóveda de cañón
Detalle con los ángeles que portan la corona de la Virgen
En la bóveda del ábside se representa
la escena de la Coronación de la Virgen
y los Apóstoles, con gestos muy expresivos y dramáticos, asomados a una
balaustrada contemplando la elevación de María mientras que en el cielo brilla
el esplendor divino. Esta arquitectura pintada con casetones evoca el Panteón
de Roma y también denota influencias de la Cámara de los Esposos del Palacio Ducal de Mantua de
Andrea Mantegna.
Semicúpula del ábside con la Coronación de la Virgen
En el lado izquierdo se abren otras capillas. La más próxima al altar es la Capilla de
la Virgen del Pueblo (6), de devoción popular y modificada según formas
barrocas en 1756. También pueden mencionarse la Capilla Cartolari (7), dedicada al arcángel San Miguel y con altar
de Michelangelo Prunati del siglo XVIII con representación de la Virgen acompañada de santos, la Capilla Abbazia-Lazzari (8), dedicada
al Corpus, con frescos de Antonio Badile, que también decoró la Capilla Dionisi, de la segunda mitad del siglo XV.
La Capilla
Cartolari-Nichesola (9) es la primera de la izquierda, construida en 1468 y
dedicada a los santos mártires Esteban y Lorenzo y reconstruida en 1532 con
altar de Jacopo Sansovino y la famosa tela de Tiziano con la Asunción de la
Virgen, la nueva advocación que se le da en este momento.
Altar de la Capilla Cartolari-Nichesola, con trazas de Jacopo Sansovino y lienzo con la Asunción de la Virgen de Tiziano
En el último tramo de la nave lateral izquierda se encuentra
el acceso a la iglesia de Santa Elena, dedicada a los Santos Giovanni y Zeno, y el batisterio de San Giovanni in Fonte.
Santa Elena (4)
El batisterio, recientemente restaurado, fue construido
según formas románicas en 1123, con planta basilical de tres naves divididas
por pilares y columnas alternas. En la
nave central se ubica una pila bautismal octogonal tallada en un único bloque
de mármol y decorada con escenas de la Infancia de Jesús. Las paredes están
decoradas con frescos también atribuidos a Giovanni Badile, de la primera mitad del
siglo XV.
San Giovanni in Fonte, con la pila bautismal románica en primer plano
Un pasadizo a la izquierda de la fachada oeste da acceso al patio de Santa Elena y al claustro de los Canónigos, construido
en formas románicas entre 1117 y 1120 y que conserva dos galerías de arcos de
medio punto. Desde aquí también se accede a la Biblioteca Capitolare y el Museo Canonicale.
Claustro de los Canónigos
El campanile ha
experimentado varios procesos constructivos. La parte inferior es románica. En
el Cinquecento fue continuada según
trazas de Sanmicheli y ya en el siglo XX se intentó concluirlo pero todavía
está inacabado.
Vista de la catedral, con el campanile inacabado, desde el teatro romano, al otro lado del río
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Notas:
Fuentes:
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