Donatello y San Jorge. El inicio de la escultura renacentista

Tal día como hoy, el 13 de diciembre de 1466 moría en Florencia con ochenta años de edad, Donato di Niccolò di Betto Bardi, conocido como Donatello, el iniciador de lo que hoy conocemos como escultura renacentista.

La espléndida escultura de San Jorge fue realizada por el escultor entre 1415 y 1418 por encargo del Arte de Corazzai Spadari, el gremio de los fabricantes de corazas y espadas, pues era su santo patrón, como parte de un encargo colectivo de los gremios florentinos desde comienzos del Quattrocento que buscó embellecer el exterior de la iglesia gótica de Orsanmichele con hornacinas abiertas en los muros en los que ubicar estatuas ejecutadas por los escultores más importantes de la época.

Réplica del San Jorge de Donatello en la hornacina original en Orsanmichele

La obra alcanzó gran fama desde el principio, admirada por todos, mencionada ya en el Tratado de Arquitectura de Filarete de 1451 y admirada por Vasari por sus virtudes y su extraordinaria vivacidad, pareciéndole una figura viva, como si fuera de verdad. También se hablaba de su prontezza, dispuesto, a punto, apercibido para luchar contra el dragón de forma inmediata.

Donatello fue más allá de la leyenda medieval y lo que quiso fue mostrar la ejemplaridad moral, una constante en su obra y un compromiso en relación con el humanismo florentino, una valoración del hombre y su sentido moral que surgió a fines del siglo XIV. Así, san Jorge se nos muestra preparado para la batalla diaria contra todos los defectos y las pasiones, preparado para cumplir con sus deberes y compromisos morales. Su figura es como un cilindro, redonda, según Vasari, tan cerrada que podría rodar por una ladera sin romperse, con toda su energía especialmente concentrada y manteniéndola a flor de piel, con el brazo derecho pegado al cuerpo y el puño cerrado.

San Jorge de Donatello en el Bargello

La hornacina en la que se ubicó la escultura en Orsanmichele es gótica. Seguramente el Arte habría querido, como era lo tradicional, que el santo hubiera aparecido junto al dragón y a la princesa, pero Donatello debió de convencerles y éstos aparecen en un relieve en el pedestal de la hornacina, una obra fundamental para la Historia del Arte, el primer relieve del escultor, que aunque tiene algunos arcaísmos, como las piernas de la princesa, con cierta curvatura que podría asociarse con el gótico internacional, que quizá también pueda responder a un deseo de expresar su temor, también plasma otra característica hasta ese momento nunca usada en Florencia y deslumbrante, el trabajo del mármol mediante el schiacciato (aplastamiento), técnica que utiliza distintas alturas de relieve para dar profundidad. Así, unas partes del dragón, del santo y de la princesa están en relieve más bajo que otras y el fondo con el paisaje está más plano todavía, cuando lo normal era recortar la figura sobre un fondo liso. Donatello inventa esta técnica, pero es más importante ver cómo y para qué la utiliza: da valor a los fondos, ubica las figuras en un espacio determinado y da profundidad a éste. En este sentido, aunque la arquería detrás de la princesa todavía no presenta una perspectiva brunelleschiana, crea un espacio mensurable, algo completamente insólito hasta el momento.

Relieve original de San Jorge y el dragón en Orsanmichele

En 1892, seguramente para preservarla  del deterioro, la escultura de San Jorge fue trasladada al Museo Nazionale del Bargello, aunque la hornacina original con el relieve siguen en el exterior de la iglesia.

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