El fundador del Museu Calouste Gulbenkian de Lisboa

Calouste Gulbenkian ejerce sobre mí una gran fascinación, sagaz hombre de negocios, consumado diplomático, inteligente, cultivado, viajero empedernido, aventurero, gran filántropo, excelso coleccionista de arte... tanto, que no puedo hablar de su museo lisboeta sin antes relatar brevemente, a modo de modesto homenaje, su larga, azarosa y emocionante vida.

Calouste Sarkis Gulbenkian nació en la parte asiática de Estambul en 1869 en una familia de ricos e ilustres comerciantes armenios y estudió en Kadikoy y en la escuela francesa de Saint Joseph. A continuación viajó a Europa, primero a Marsella, ciudad con la que su padre tenía fuertes relaciones comerciales, para profundizar en su aprendizaje del francés,  y después a Londres para estudiar ingeniería en el King´s College, graduándose en 1887.

Calouste Gulbenkian niño (1)

En 1889, animado por su padre, emprendió un viaje desde Estambul a Bakú y después a Batún, a orillas del Mar Negro, atravesando el Caúcaso, experiencia a partir de la que publicó el libro La Transcaucasie et la péninsule d'Apchéron à Souvenirs de voyage y algún artículo en la prestigiosa Revue des Deux Mondes, como “Le pétrole, source d'énergie", un viaje que le sirvió para iniciarse en la industria petrolífera porque sus artículos llamaron la atención del Ministro de Minas del gobierno otomano, que solicitó a Gulbenkian un informe sobre los recursos petrolíferos del Imperio, sobre todo en Mesopotamia (actual Iraq).

En 1892 se casó con Nevarte Essayan, perteneciente a otra acaudalada familia de origen armenio, un enlace que le resultó muy útil para sus negocios porque algunos de sus parientes más cercanos gozaban de un acceso privilegiado a la corte otomana. Del matrimonio nacieron dos hijos: Nubar y Sivarte Rita.

Calouste Gulbenkian en la década de 1890 (1)

En 1895, con el inicio de los primeros brotes anti-armenios en Turquía, Gulbenkian se refugió en Egipto, cuyo Primer Ministro, Nubar Pashá, también de origen armenio, era primo de su esposa. Allí conoció también al armenio Alexandre Mantachian, una de las figuras más destacadas de la industria petrolífera rusa, y ambos personajes le facilitaron el acceso a los más influyentes hombres de negocios británicos y rusos del mundo del petróleo, aprendiendo rápidamente de ellos y demostrando una facilidad prodigiosa, tanto para los negocios como para la diplomacia.

Aunque en esa época todavía nadie pensaba en la importancia estratégica y económica de Oriente Medio gracias a sus grandes reservas petrolíferas, el visionario Gulbenkian consiguió inversiones, tanto internacionales como del gobierno otomano con el argumento de una organización racional para explotar el nuevo recurso, además de jugar un importante papel en la fundación de la petrolera holandesa Shell y de tener gran influencia en las industrias petroleras rusas y del continente americano.

Desde 1898 también desarrolló, desde su cargo de consejero financiero y económico de las embajadas del Imperio Otomano en Londres y París, una destacada labor política como mediador entre otomanos, británicos, persas, franceses y armenios. En 1902 adquirió la ciudadanía británica.

Durante estos primeros años del siglo ya empezó a amasar una gran fortuna que fue incrementándose gracias a su sagacidad para los negocios, fundamentalmente en relación con el petróleo.

Tras la I Guerra Mundial y la desintegración del Imperio Otomano fue nombrado por Persia su representante diplomático y comercial en París, cargo que desempeñó durante 24 años. Su labor se centró en la negociación del nuevo gobierno iraquí con otros países para la explotación del petróleo, con un papel esencial en los acuerdos de 1928 para dividirse los intereses petroleros del antiguo Imperio Otomano entre la Anglo-Persian Oil Company, el Royal Dutch Shell Group, la Compagnie Française des Pétroles y la Near East Development Corporation, un consorcio de las principales compañías petroleras estadounidenses, gracias al que Gulbenkian se aseguró una participación accionarial de un 5 % de todo el volumen de negocio, ganándose el apodo de “Mr. cinco por ciento”. También logró que el 5% de los empleados en los campos petrolíferos iraquíes fueran armenios.

Una de las mayores pasiones de Gulbenkian fueron las obras de arte, creando, a lo largo de su vida, una colección única que refleja la conformación de un gusto muy particular influido por sus orígenes, su infancia en Estambul, encrucijada de civilizaciones, sus viajes por Oriente Medio, su estancia en Egipto y su vida en Europa, con una inclinación natural hacia el arte oriental y las artes decorativas unida al interés por los grandes maestros de la pintura y la escultura occidental y que en todos los casos demuestra una exquisita sensibilidad, adquiriendo piezas excepcionales también gracias al asesoramiento de agentes especializados que le informaban sobre los movimientos en el mercado del arte.

Diseño de la forja de las barandillas de los balcones, de Edgard Brandt (2)

A medida que la colección crecía, ubicada en su hôtel de la Avenue d’Iéna 51 en París, una lujosa residencia en una de las avenidas más prestigiosas de la ciudad, una de las radiales que parten del Arco de Triunfo, también lo hacía la preocupación de Gulbenkian por preservarla además de evitar, como buen negociante que era, pagar impuestos sobre su legado.

Corte transversal del Hôtel Gulbenkian. Fue mandado construir en 1897 por el coleccionista Rodolphe Kann al arquitecto Ernst Sanson y en 1922 el magnate lo adquirió para transformarlo en su residencia, con proyecto del arquitecto Emnamuel Pontremoli (3)

Avenue d’Iena 51 esquina con la rue Auguste Vacquerie (2)

Planta baja de la residencia señalando la ubicación del hall de entrada (2)

Escalera principal del palacio, con un trabajo de hierro forjado diseño de Edgar Brandt y la escultura de Diana en primer plano (3)

Sección transversal del hall y del inicio de las escaleras (2)

Primera planta con el gran salón y el comedor (2)

Gran salón (2)

Otro aspecto del gran salón del Hôtel Gulbenkian (5)

Comedor, con uno de los tapices de la serie "Juegos de niños", según cartones de Giulio Romano, fechados ha. 1540 que hoy ocupa un lugar destacado en el ámbito dedicado al arte del renacimiento en el museo (2)

Salón oval, presidido escultura de Flora en el centro. Sobre la chimenea se observa una pintura de Jan Weenix (3)

Escalera privada de acceso a la segunda planta, la zona reservada a la familia Gulbenkian (3)

Tercera planta, zona privada de la familia, con el dormitorio principal y la terraza ajardinada (2)

Dormitorio de Calouste Gulbenkian (2)

Diseño de A. Duchene para el suelo de mármol de la terraza ajardinada (2)

Vista de la terraza ajardinada con el Arco de Triunfo al fondo (2)

Desde 1965 el hôtel fue la sede del Centre Culturel Calouste Gulbenkian en París, trasladado en 2011 al Boulevard de La Tour-Maubourg 39 (6)

La colección iba incrementándose y en 1936 confió sus piezas de arte egipcio al British Museum y sus mejores cuadros fueron a la National Gallery de Londres, iniciando conversaciones con Kenneth Clark, director de ésta, para el montaje de su colección completa como “Instituto Gulbenkian” dentro del marco de la galería londinense. Pero este proyecto quedó aparcado cuando el gobierno británico declaró a Gulbenkian “enemy under the act” por haberse reunido con el gobierno francés de Vichy como miembro de una delegación diplomática persa, siéndole confiscadas temporalmente sus acciones en la Iraq Petroleum Company.

En esta situación y en medio de la II Guerra Mundial, en 1942 Gulbenkian llegó a Lisboa, invitado por el embajador de Francia en Portugal, con la intención de proseguir viaje hacia los Estados Unidos de América, pero terminó instalándose en el Hotel Aviz, donde pasó los últimos 13 años de su vida, falleciendo en la ciudad portuguesa el 20 de julio de 1955 con 86 años.

En su testamento dejó importantes legados a sus hijos, pensiones vitalicias para otros familiares y colaboradores a lo largo de su vida y el deseo expreso de que se creara en Lisboa una fundación con su nombre que heredaría el resto de su fortuna.

Familia Gulbenkian (1)

Durante toda su vida Calouste Gulbenkian también se distinguió por su ingente labor filantrópica desarrollada en Armenia y en el Medio Oriente en general, apoyando la construcción de escuelas, iglesias y hospitales en Turquía, Siria, Líbano, Irak y Jordania.

La Biblioteca Gulbenkian en Jerusalén, por su número de ejemplares y calidad de los mismos, es una de las mayores bibliotecas especializadas en la diáspora armenia, en un apoyo al Patriarcado Armenio de Jerusalén que continúa hasta la actualidad a través de la Fundación.

Biblioteca Gulbenkian de Jerusalén (7)

También continuó, siguiendo la labor de sus padres, con la financiación del hospital Sourp Pigiç de Estambul, fundado en 1832, financió la restauración de la catedral de de Echmiadzin, la construcción de dos centros de refugiados armenios en Ereván, o la de la iglesia armenia de San Sarkis (San Sergio), patrón de su padre, en Londres, en honor a sus progenitores.

Catedral de Echmiadzin (8)

Iglesia armenia de San Sarkis de Londres ha. 1924 (9). En la actualidad presenta modificaciones, con atrios añadidos en los cuatro brazos de la cruz

En cuanto al destino de su colección artística, aunque terminada la guerra, Gran Bretaña le había devuelto todo lo confiscado además de una compensación económica, las relaciones con su país de adopción estaban tan viciadas que en 1948 y 1950 decidió confiar las obras que estaban en los museos londinenses a la National Gallery of Art de Washington.

Calouste Gulbenkian ya en Lisboa (10)

Las cláusulas testamentarias no dejaban duda alguna en cuanto al deseo de Gulbenkian de que la Fundación con su nombre tuviera su sede en Lisboa. Pero lo que parece que todavía no tenía decidido era dónde quería que se estableciera su colección de arte, dándole a su abogado inglés, Lord Radcliffe, la última palabra al respecto. Finalmente, y gracias al empeño de don José Azeredo Pedigao, abogado portugués del magnate, y tras las negociaciones con  el gobierno francés y con la National Gallery de Washington, la colección también recabó en Lisboa.

Así, la Fundación Calouste Gulbenkian, fundada en 1956 con objetivos artísticos, educativos, filantrópicos y científicos, terminó conformándose como un proyecto global que se ha ido concretando a lo largo de más de cincuenta años en los que ha logrado un reconocido prestigio internacional con la financiación de la Orquesta y el Coro Gulbenkian, que dan conciertos regulares a nivel mundial, la concesión de becas y fondos para la creación de obra musical contemporánea, el apoyo a las artes visuales, los estudios de arte, de arqueología, de patrimonio artístico, de danza, de teatro, de cine, la organización de simposios y conferencias...

La Fundación también participa plenamente en los grandes debates mundiales sobre educación y concede subvenciones para investigación y programas educativos, publica libros y artículos académicos, financia proyectos de salud,  de medicina preventiva, de cuidados paliativos, de asistencia a ancianos, programas de desarrollo sostenible y desarrollo humano, de lucha contra la exclusión social... Sus actividades en el campo de la investigación biomédica, se concentran en el Instituto Gulbenkian de Ciencia.

Otra de sus importantes actividades está en relación con la comunidad armenia, proporcionando apoyo técnico y financiero para la difusión de la cultura y la educación en escuelas y centros culturales armenios  y becas a estudiantes armenios durante su formación.

Y dentro de sus innumerables logros también está la creación del Museu Calouste Gulbenkian, el museo más exquisito que conozco.

Otros MUSEOS en viajar con el arte:

(10) http://duas-ou-tres.blogspot.com.es/2010/07/o-panorama-de-gulbenkian.html

Fuentes:

CASTEL-BRANCO PEREIRA, J. y VASALLO E SILVA, N. (coords.). Guia do Museu Calouste Gulbenkian, Fundaçao Calouste Gulbenkian, Lisboa, 2004.

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