La ex colegiata de San Antolín de Medina del Campo, en Valladolid
El imponente templo de San Antolín preside la inmensa plaza mayor o del Mercado de Medina del Campo, una ciudad de larga historia, con una espectacular pujanza económica durante toda la Edad Moderna a partir de las últimas décadas del siglo XV gracias a sus dos ferias anuales, en mayo y en octubre, que convirtieron a la villa en capital mercantil y financiera de Castilla.
Retablo mayor de la ex colegiata de San Antolín |
La iglesia se levanta sobre otra primitiva parroquia documentada desde la segunda mitad del siglo XII como de "Sancto Antonino" y que habría sido erigida siguiendo, muy probablemente, las directrices de lo que hoy denominamos románico-mudéjar, con fábrica de ladrillo y tapial, por una comunidad de repobladores palentinos, llegados a estas tierras, junto con otras gentes gallegas, leonesas, asturianas, vascas… cada grupo asentándose alrededor de su propia parroquia, y todos atraídos por los fueros y libertades que gozaba Medina del Campo como Comunidad de Villa y Tierra de la Extremadura Castellana y, por tanto, exclusivamente dependiente de la corona.
Fachada norte de la colegiata de San Antolín |
Dibujo de la plaza mayor con los puestos en época de Feria (1) |
Aunque don Fernando de Antequera, nacido en Medina del Campo en 1380, levantó una nueva iglesia de mayores dimensiones con el fin de que su localidad natal alcanzara la dignidad de sede episcopal o colegial, hubo que esperar a 1480 para que Fernando el Católico, retomando los deseos de su abuelo, lograra la correspondiente bula del papa Sixto IV que la elevaba a la categoría de colegiata, con abad mitrado, cargo que recae en el medinés don Alonso Rodríguez Manjón, capellán de los Reyes Católicos y miembro de su Consejo Real, jurisdicción nullius diocesis, cuatro dignidades (prior, chantre, tesorero y maestroscuela), doce canónigos prebendados, doce beneficiados eclesiásticos y capilla de música, una categoría que pierde en 1855, cuando se convierte en parroquia mayor.
En 1503 es cuando su segundo abad, don Juan Ruiz de Medina (1500-1507), obispo de Segovia y presidente de la Real Chancillería, decide construir un nuevo templo y adquiere el patronato de su capilla mayor para convertirla en su panteón, siendo enterrado, siguiendo sus disposiciones testamentarias, en 1507.
"Mandamos que nuestro cuerpo sea sepultado en la nuestra capilla que hacemos y edificamos en la Colegial de San Antolín de Medina del Campo, ante las gradas del altar mayor en medio de la dicha capilla, y es nuestra voluntad que no nos hagan sepultura alta de piedra ni monumento que ocupe el servicio de la dicha capilla, salvo que nos pongan encima una piedra llana de las de Toledo, con sus letras, para que se sepa quien está allí sepultado, e los que la vieren se conviden a rogar a Dios por mi alma" (1)
El planteamiento del edificio y la dirección de obras de la capilla mayor y el primer tramo de las naves se atribuyen a Juan Gil de Hontañon, fallecido en 1532, a quien le sucedió su hijo, Juan Gil “El Mozo”, sin que la participación del otro hijo, el famoso Rodrigo, esté documentada, aunque los estudiosos consideran que los dos últimos tramos presentan sus característicos abovedamientos.
Por el contrario, los documentos sí hablan de múltiples albañiles y alarifes, que seguramente llevarían el peso de la construcción, pues si efectivamente Rodrigo Gil de Hontañón se hubiera hecho cargo de esta obra, la cantidad de encargos que por esas fechas estaba acometiendo el arquitecto, entre los que estaban las catedrales de Valladolid, Segovia y Salamanca, le habrían dejado poco tiempo para atenderla.
A mediados del siglo ya estarían construidos los tramos de las naves y las capillas del muro norte y poco después se realizaría la parte baja del testero de los pies; ya en la segunda mitad de siglo, se levantaría la portada norte y el atrio.
Del último cuarto del siglo XVI datarían las bóvedas de los dos primeros tramos de las naves central y del Evangelio, la puerta de Nuestra Señora de San Julián, en el muro sur, y la capilla del Bautismo de Jesús, la más cercana a los pies de la nave de la Epístola.
Hasta 1636 no terminó de abovedarse el templo por completo, con las obras a cargo de Andrés Gómez de Sisniega, y a lo largo del siglo también se construyeron el resto de capillas del muro de la Epístola, la sacristía nueva, la capilla Quiñones o del Cristo de la Concepción, gran parte de la capilla de Nuestra Señora de las Angustias y una nueva portada principal, cuando también se aprovecharon algunas gárgolas para rematar los pilares que delimitan el atrio.
Gárgolas reaprovechadas rematando los pilares que delimitan el atrio |
A lo largo del siglo XX fue objeto de numerosas intervenciones y en 1931 fue declarada Bien de Interés Cultural. Desde la década de 1990 toda la iglesia ha experimentado un largo proceso siguiendo el Plan Director de Restauración, quedando reinaugurada ya entrado el siglo XXI.
El templo a comienzos del siglo XX |
El templo en la actualidad |
La fábrica utiliza piedra para los elementos estructurales y ladrillo para los muros, contrafuertes y cascos de las bóvedas. El liso muro de ladrillo sólo queda roto por unos contrafuertes que llegan hasta la cornisa, donde se disponen gárgolas. Los de la cabecera cuentan con los escudos episcopales del fundador.
Detalle de la heráldica episcopal que decora el exterior |
La fachada norte preside uno de los lados de la plaza del Mercado y está precedida de un atrio o lonja de entrada de traza original de 1567, expresión de la jurisdicción eclesiástica ejercida como sede abacial.
Vista aérea de la gran Plaza Mayor de Medina del Campo, con San Antolín cerrando el lado norte (2) |
La torre, adosada al lado de la Epístola del altar mayor, cuenta con cinco cuerpos de ladrillo separados por impostas de piedra y remate octogonal con una estructura de hierro que sustituye al chapitel ochavado que fue derribado por un rayo en 1841.
Detalle del dibujo de Anton van den Wyngaerde (1565 y 1570) de Medina del Campo, en el que se aprecia el capitel ochavado que remataba la torre de San Antolín (3) |
La torre campanario en la actualidad |
El cuerpo más bajo cuenta con una capilla cuadrada cubierta con bóveda octopartita sobre trompas. En el cuarto aparecen vanos de medio punto en los que se ubican las campanas y el quinto, rematado con balaustrada, está reservado para el reloj, un mecanismo que cuenta con dos carneros que marcan los cuartos entrechocando las testuces.
La portada norte se erigió en el siglo XVII sustituyendo a otra de mediados del XVI de Juan Picardo y Juan de Astorga, Se organiza mediante tres cuerpos clásicos, con el inferior con dos pares de columnas toscanas enmarcando un arco adintelado de sillares almohadillados entre las que se sitúan dos hornacinas laterales en donde figuran los santos Pedro y Pablo; un segundo cuerpo jónico con columnas sobre pedestales sobre la cornisa del primero, con hornacinas con san Antolín flanqueado por los santos reyes Fernando y Hermenegildo; y un tercero que repite el toscano, con cornisas coronadas por heráldica.
Portada principal |
En esta fachada también se ubica el llamado altar de Nuestra Señora de la Concepción o “del Pópulo”, desde el que se decía misa en tiempo de ferias en la villa para que los comerciantes no tuvieran que ausentarse de sus tiendas y negocios y que fue fundada en 1516 por el tercer abad, don Alonso García del Rincón, conformándose como el antecedente más antiguo conservado de las capillas exteriores o “de indios” tan extendidas por Hispanoamérica.
Altar "del Pópulo" |
Cuenta con un retablo con cuerpo central con la Virgen y el Niño que sigue el modelo del icono bizantino de Nuestra Señora del Pópulo que se venera en la basílica de Santa María la Mayor de Roma. Aunque la advocación sea a la Inmaculada Concepción, un aparente contrasentido, éste se explica porque en las fechas de la fundación todavía no estaba fijada la iconografía de la Purísima. Está rodeada de mandorla formada por rayos solares apocalípticos y cubierta por un doselete con cabezas de angelotes a ambos lados y también en la repisa inferior.
Retablo de la Virgen del Pópulo (3) |
En un cuerpo añadido a la izquierda, está la balconada “de los canónigos”, edificada por la archicofradía del Santísimo Sacramento en 1691 y que recibe ese nombre porque era desde allí desde dónde presenciaban los festejos que tenían lugar en la plaza.
En la fachada sur, abierta a la actual calle de Bravo, se ubica la portada de San Julián, de fines del siglo XVI, con un cuerpo con tres arcos de medio punto, el central más ancho que los laterales, que actúan como hornacinas, y remate de pequeño frontón curvo.
Portada sur |
El templo tiene planta salón de tres naves, la central más ancha, de tres amplios tramos, cabecera rectangular abierta mediante gran arco apuntado y distintas soluciones de variada crucería estrellada, todas con claves decoradas con florones de yesería muy abultados y de ornamentación renaciente.
Sección (4) |
Distintas cubiertas estrelladas de las naves de la iglesia |
Detalle de los florones de las claves |
Las bóvedas del templo se sustentan sobre pilares fasciculados a los que se adosan finas columnillas de capiteles vegetales, y en las naves laterales se corresponden con medios pilares de iguales características, con contrafuertes al exterior.
La iluminación proviene de un cuerpo de ventanas de medio punto dispuestas de dos en dos en cada tramo de la Epístola, de una en una en los del Evangelio y en el muro de los pies. Son de piedra, con columnillas de capitel plateresco y abocinadas con sencillas molduras de bolas típicas hispano-flamencas para la cabecera y rosetas renacentistas para el resto.
Bóvedas sustentadas sobre pilares fasciculados y la ventana de medio punto en el testero de los pies |
El segundo tramo y la mitad del tercero de la nave central están ocupados por un amplio coro con sillería renacentista de nogal obra de Juan de Muniategui, adquirida por el abad y el cabildo colegial en la década de 1610 al monasterio jerónimo de Guisando y reformada para esta nueva ubicación, asentada por el ensamblador Sebastián Aponte. Consta de 33 sitiales altos y 21 bajos con relieves con escenas de los ciclos de la Vida de la Virgen y de Cristo, dispuestos alternados sobre los altos.
Detalle de la sillería del coro |
El órgano, sobre un cuerpo volado en el trascoro, es ya de mediados del siglo XVIII, obra de Juan Francisco de Toledo.
Órgano |
Las nervaduras de la cubierta del ábside van apoyadas sobre ménsulas con ángeles portablasones con un friso que recorre todo el interior con una inscripción alusiva a la construcción y consagración de este altar mayor:
“DON JVAN DE MEDINA OBISPO DE SEGOVIA ABAD DE MEDINA PRESIDENTE DE LA CORTE Y CHANCILLERIA DE VALLADOLID MANDO FAZER ESTA CAPILLA AÑO DE MILL Y QUINIENTOS Y TRES AÑOS. LAVS DEO”
El altar mayor desde la nave central |
El retablo mayor fue patrocinado gracias a las disposiciones testamentarias de doña Catalina de Sedeño en 1539. El ensamblador fue Joaquín de Troya, que ese mismo año concertó con los escultores Cornelis de Holanda y Juan Rodríguez la hechura de la mitad de la obra. También se sabe de la intervención del pintor Luis Vélez en la policromía y las figuras del Calvario.
Pero como en todas las obras de semejante envergadura, fueron más los artistas y sus talleres que participaron, reconociéndose la labor de Isidro Villoldio, Pedro de Salamanca, otros discípulos de Alonso de Berruguete, el romanista Juan Picardo, al que se le adjudican las escenas del lado de la Epístola, o Leonardo Carrión, otro escultor romanista muy activo en Medina en el último tercio del siglo XVI y que también es el autor del Bautismo de Cristo hoy en la primera capilla de la Epístola.
Esta impresionante máquina está asentada sobre un zócalo de piedra y cuenta con banco, tres cuerpos con cinco calles más dos más flanqueando la central, contrafuertes laterales y ático.
Retablo mayor |
El zócalo cuenta con relieves con episodios de las vidas de José y David. En el banco aparecen los donantes de la capilla y del retablo y los santos Sebastián, Antonio Abad y Santiago.
En el banco encontramos, y siempre de izquierda a derecha nos encontramos con la Visitación, una talla de la Purísima que sustituye a un relieve que falta, San Hermenegildo con un monje y el Nacimiento del Bautista.
La calle central presenta un tabernáculo, una talla gótica de la Virgen de las Candelas, colocada ya en 1668 alterando la estructura original, la escultura de San Antolín, ambos cotitulares del retablo, y una escena del Martirio del santo.
Calle central con la Virgen de las Candelas y San Antolín |
Martirio de San Antolín |
A ambos lados se distribuyen escenas de los Ciclos de la Infancia de Cristo y la Pasión. Así, en el primer cuerpo están la Natividad, la Epifanía, Pentecostés y la Circuncisión. En el segundo aparecen la Última Cena, la Oración en el Huerto, la Ascensión y la Resurrección. Y en el tercero vemos la Coronación de espinas, la Flagelación, el Santo Entierro y la Anástasis, con Adán y Eva desnudos.
Natividad y Epifanía |
Pentecostés y Circuncisión |
Última Cena y Oración en el Huerto |
Ascensión y Resurrección |
Coronación de espinas y Flagelación |
Santo Entierro y Anástasis, en esta última con Adán y Eva desnudos |
Ya en el ático, el Calvario central, coronado por dosel con cortinajes sujetos por dos ángeles, está flanqueado por las escenas del Camino del Calvario y el Descendimiento. En los extremos están una Alegoría de la Fe y Moisés con las tablas de la ley.
Ático del retablo mayor |
En los intercolumnios y los contrafuertes laterales aparece un Apostolado, profetas y santas de cuerpo entero en bulto. Además, los contrafuertes, que abarcan hasta el tercer cuerpo, están coronados con una Anunciación.
Las pinturas murales sobre el retablo representan a Dios Padre y Cristo resucitado con ángeles músicos.
En 1634 en el muro del Evangelio de la capilla mayor quedó ubicado el enterramiento de los Morejón, trasladado desde la parroquia de Santa Cruz, tal y como recogen las lápidas que flanquean el armario relicario, otra destacada pieza mueble, donde también se observa el escudo del linaje.
El ábside desde la nave central, con el enterramiento de los Morejón, tras la reja, en el lado del Evangelio |
En el lado del Evangelio del altar mayor se encuentra la capilla de la Concepción de Nuestra Señora o “del Pópulo”, también fundación del abad Alonso García del Rincón, lo mismo que el balcón exterior, con obras que quedan terminadas en 1523. Presenta planta poligonal con cubierta de falsa cúpula sobre pechinas en las que aparece el escudo del fundador. En la década de 1940 el Regimiento de Artillería con plaza en Medina la remozó por completo para dar culto a Santa Bárbara, su patrona.
También en este lado del Evangelio, en la capilla “del Pópulo” y el ábside, se encuentra el retablo de la Misa de San Gregorio, financiado por don Pedro Rodríguez de Contreras y doña Engracia de Medina en 1584, que destaca por un relieve central con el tema que le da nombre atribuido al taller de Leonardo de Carrión. Simétrico, en el lado de la Epístola, está el retablo de Santiago.
Detalle del retablo de la Misa de San Gregorio |
Aprovechando la anchura del muro del Evangelio, se ubican cinco pequeñas capillas. Empezando por los pies, nos encontramos con la capilla de San Antonio de Padua, fundada por don Diego Rodríguez de Neira y su esposa, doña Ana Mendo, en 1631.
Planta con la distribución de las capillas (4). Las indicaciones son mías |
A continuación está la capilla de Santa Regina, fundada a mediados del siglo XVI por don Francisco Lobato bajo la advocación de San Cayetano y radicalmente transformada a fines del siglo XIX por el sacerdote Isidoro Sanz Méndez, que la adquiere como capilla funeraria, la última persona que recibe sepultura en la colegiata, en 1903.
La siguiente hacia la cabecera es la capilla del Cristo de la Paz, fundada por don García Sánchez y su esposa, doña Francisca Pérez, en 1535, aunque después el patronato pasa a doña Ana Boyer, de una célebre familia de libreros de Medina en el siglo XVI.
Pasada la entrada está la capilla de Jesús atado a la columna, fundada por don Francisco Pérez de Vargas y doña Constanza Álvarez del Corral en 1546, adquirida en 1627 por doña Luisa de Torres, esposa del regidor don Pedro de Valpuesta y después pasando al conde de Adanero y sus sucesores.
Y la más cercana a la cabecera en este muro del Evangelio es la capilla del Descendimiento o de Nuestra Señora, fundada por don Antonio Cuéllar, corregidor de Plasencia, y su esposa, doña Beatriz de Cepeda.
Ya en la nave de la Epístola, el último tramo se abre a la capilla de San Pablo, fundada por el prior don Francisco de Medina Perú en 1634, edificada sobre un arcosolio de sus padres bajo el patronazgo de San Pablo. Con la vuelta de los carmelitas descalzos a la villa en 1891 les fue cedida esta capilla, repintándose el retablo de blanco y colocándose una imagen contemporánea de la Virgen del Carmen. En la actualidad es la capilla bautismal, con una pila central y el retablo del Bautismo de Cristo, que antes estaba en la misma nave de la Epístola como capilla fundada por don Juan de la Peña Carvajal y doña Giomar Álvarez en 1578.
Capilla de San Pablo, con el retablo del Bautismo de Cristo |
Es obra del romanista Leonardo de Carrión, que también trabajaría en el retablo mayor, y Agustín Nieva y muestra un relieve central con el Bautismo de Cristo flanqueado por hornacinas con las esculturas de los santos Juan Evangelista y Marcos, sobre las que aparecen los relieves de los santos Lucas y Mateo respectivamente.
A continuación está la capilla de San José, antes de Nuestra Señora de Montserrat, fundada por don Cristóbal Beltrán de la Paz y su esposa, doña Francisca Pérez en 1614.
Y, finalmente, en el primer tramo se ubica la capilla del Santo Cristo de la Concepción o de Quiñones, obra realizada entre 1640 y 1645 sobre las primitivas sala capitular y sacristía, financiada por don Bernardo Caballero de Paredes como capilla funeraria aunque en 1648 revirtió de nuevo al cabildo por desacuerdo respecto a las condiciones del patronazgo, siendo adquirida una década después por el canónigo Juan Vigil de Quiñones, de donde toma el nombre. Con planta rectangular y capilla mayor rectangular apaisada, se cubre con bóveda de media naranja sobre pechinas decoradas con yeserías doradas.
El retablo mayor de esta capilla fue ensamblado por Juan de Valencia en 1652. Presenta un cuerpo con la talla gótica del Cristo de la Concepción flanqueada por los lienzos de los santos Antolín y Lorenzo y el ático cuenta con una pintura de la Inmaculada Concepción.
Capilla de los Quiñones |
Detalle de la cúpula de la capilla de los Quiñones |
La nueva sacristía, iniciada en 1636 con trazas de Francisco Cillero, no es visitable. Se encuentra detrás de la capilla mayor y sigue el modelo de las iglesias jesuíticas de Santiago y del Hospital de Simón Ruiz, con planta rectangular y bóveda de cañón con lunetos decorada con yeserías de marcado relieve.
Desde los pies de la nave del Evangelio se accede a la capilla de las Angustias, adosada a los pies del templo y la más grande de las capillas de la colegiata; lamentablemente, a septiembre de 2013 tampoco se podía visitar. Se erigió gracias a las aportaciones de particulares y devotos tras un acuerdo del siglo XVI entre el cabildo y su cofradía, que primero quedaría instalada en un altar provisional en alguna de las entradas a los pies del templo.
Sección de la colegiata con la ubicación de la capilla y planta de la misma (4) |
Las trazas corrieron a cargo del arquitecto Andrés Gómez de Cisniega y entre 1626 y 1636 se construye el núcleo fundamental, con estructura de nave única y acceso desde la misma colegiata.
Capilla de las Angustias. Fotografía cedida por Carlos Alonso (5) |
Pero a partir de 1738 se comienza a transformar en lo que hoy conocemos, que cuenta con esa mencionada nave única de tres tramos con bóveda de cañón y una gran cabecera octogonal con tres capillas semicirculares y cúpula semiesférica sobre pechinas con cuatro lienzos con los Evangelistas y tambor, todo ello plagado de profusa decoración de yeserías.
Cúpula de la capilla de las Angustias (4) |
Respecto a la autoría de esta segunda intervención, se le atribuye a José Castander Uceta, muy activo por la época en la zona de Medina y enterrado en la propia capilla.
El mobiliario de la capilla muestra gran unidad de estilo conforme a los gustos del siglo XVIII, aunque para su conformación se utilizaran tallas anteriores, seguramente ya presentes en la capilla del XVII.
Detalle del retablo mayor de la capilla (1) |
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Referencias:
Fuentes:
MORALEJA PINILLA, G., Historia de Medina del Campo, 1946.
MOYANO, A., Guía del viajero en Medina del Campo, Medina del Campo, 1891.
POLO SÁNCHEZ, J. J., “El modelo “hallenkirchen” en la arquitectura religiosa del norte peninsular; el papel de los trasmeranos”. En LACARRA DUCAY, Mª del C. (coord.), Arquitectura religiosa del siglo XVI en España y Ultramar, 2004, pp. 189-235.
RODRÍGUEZ, FERNÁNDEZ, I., Historia de la Muy Noble, Muy Leal y Coronada Villa de Medina del Campo conforme a varios documentos y notas a ella pertinentes, Madrid, 1903-1904.
ZALAMA RODRÍGUEZ, M. Á., “Arquitectura y urbanismo en Medina del Campo en la época de los Reyes Católicos: datos para su estudio”. Boletín del Seminario de Arte y Arqueología, nº 63, Valladolid, 1997, pp. 321-335.
http://www.fundacionpatrimoniocyl.es/textos01.asp?id=159&bmbi=BM
http://www.museoferias.net/arpa3.htm
http://www.delsolmedina.com/
http://es.wikipedia.org/wiki/Colegiata_de_San_Antol%C3%ADn
http://www.museoferias.net/arpa3.htm
http://www.delsolmedina.com/
Comentarios
Cosa de la que no encuentro consuelo, pero al leer tu entrada y ver tus fotos es como si hubiera estado allí dentro...
A mi me gustaba más aquello de "Monumento Nacional" en vez de Bien de Interés Cultural. Pero como quiera que eso de "nacional" daña a los ojos de muchos gobernantes, a fuerza de quitarlo de todas las denominaciones posibles vamos a acabar no sabiendo si somos españoles u ostrogodos...
Además, en aquellos lejanos tiempos en los que era capaz de ligar (poco), gustaba de piropear a las chicas llamándolas "Monumento Nacional", que es mucho más lucido que llamar a una fémina "Bien de Interés Cultural", dónde va a parar...
Un abrazo
Sira como te veo puesta en Medina, te pregunto si visitaste la "Casa Blanca" de Medina o si sabes si es visitable. He visto algunas fotos antiguas y me pareció increíblemente singular.
Un abrazo
Lo cierto es que las fotos de la Casa Blanca que he podido ver son de principios de siglo XX en la fototeca del IPCE, ahora mismo no se si estará igual o se habrán caído las yeserías o estará restaurada o ... Por supuesto como es BIC su visita es posible unos días señalados todos los meses. Bromas a parte, una pena.
http://www.castillosdeespana.es/sites/castillosdeespana.es/files/pdf/comun27.pdf
Esta tarde creo que me pasarán alguno más. Ya te diré.
Muchas gracias por el enlace.
miercoles,jueves y viernes: de 12:30 a 13:30 y de 16:30 a 19:30
sábado de 11:30 a 14:00 y de 16:30 a 19:30
domingos y festivos de 11 a 14
Este el horario de verano, aprovechar a venir a Medina del Campo a ver esta magnífica iglesia y el resto de recursos turísticos de la villa