La iglesia de san Sebastián de los Caballeros de Toro
La iglesia de san Sebastián de los Caballeros se ubica en el
centro de la Plaza de la Paja, extramuros del primer recinto amurallado de la
ciudad de Toro, al lado de la Puerta de san Sebastián, cerca de la Plaza Mayor.
Interior de la iglesia de san Sebastián de los Caballeros de Toro |
Ubicación de la iglesia de san Sebastián de los Caballeros en el entramado de la ciudad de Toro. Planoteca IPCE |
La portada a los pies abre al sotocoro y las portadas
laterales lo hacen directamente al cuerpo de la nave. Al exterior muestran sencillos
arcos, el de los pies ligeramente apuntado y con alfiz y escudo del obispo
Deza.
Portada a los pies de la iglesia (1) |
Con acceso desde una puerta contemporánea a través de la antigua sacristía, construida adosada a la cabecera, es un robusto edificio, una fábrica en la que predomina
el macizo sobre el vano, de planta rectangular, nave única de dos tramos con
cubierta de terceletes con el escudo del obispo Deza en las claves y con
nervios apoyados en ménsulas, gran presbiterio abierto a la nave mediante arco
apuntado, coro a los pies y una sencilla torre adosada al muro del Evangelio,
obra de Antonio de Villafaña terminada en 1573.
Cabecera de la iglesia, con el cuerpo de la sacristía y la torre (1) |
La iglesia desde el presbiterio, con el coro al fondo |
En época barroca fue redecorada pero en la actualidad sólo
conserva de este periodo el retablo mayor, lo único que queda del
amueblamiento con el que contaba. Y es que la iglesia sufrió un deplorable abandono en el
siglo XX que hubiera significado su ruina total si en la década de 1970 no se
hubiera decidido su uso, ya desacralizada, para exponer unas pinturas murales
descubiertas veinte años antes en el coro del Real Convento de Santa Clara de
la localidad.
La exposición se completó con el propio retablo mayor de san
Sebastián y sus dos retablos laterales, fechados en la década de 1730 y
dedicados, respectivamente, al Cristo de la Buena Muerte y a la Virgen de los
Dolores.
En 1997 la Fundación González Allende, entidad gestora de la
iglesia y las pinturas, solicitó licencia para convertirla en museo. Así, el
arquitecto Joaquín Hernández se encargó de la adecuación del edificio al tiempo
que se realizaron labores de restauración de las pinturas de Santa Clara
proponiendo un montaje expositivo en el que fue necesario desmontar los
retablos laterales, trasladados a la iglesia de santo Tomás Cantuariense, quedando solo in situ el retablo mayor.
Detalle del retablo lateral del Cristo de la Buena Muerte procedente de la iglesia de san Sebastián de los Caballeros, hoy en la de santo Tomás Cantuariense (2) |
El retablo mayor, según trazas de Carlos Carnicero a comienzos del
siglo XVIII y dorado por Francisco Rico y Manuel Hidalgo varios años después, se
compone de predela, cuerpo central con tres calles y ático, con lienzos con los
santos Esteban y Lorenzo, obra de Alonso Domínguez, flanqueando una talla
hispano-flamenca de san Sebastián, santo titular de la iglesia, reaprovechada
de la época de fray Diego
de Deza, y ático con una Ascensión también de Domínguez.
La decoración del testero del altar completa con trampantojos laterales que simulan otras dos calles más del retablo.
Retablo mayor |
Las pinturas murales del coro de Santa Clara salieron a la
luz de forma casual en la década de 1950 al caer parte del encalado del muro que
las cubría en el transcurso de unas obras de restauración en el convento, realizadas por el arquitecto Pons Sorolla, en el que se decidió el cambio de
emplazamiento la sillería coral. Aunque tiene partes muy dañadas, seguramente
por la apertura de una puerta y la instalación de un retablo relicario y de un
órgano, las partes bajas, protegidas durante siglos por el guardapolvo de la
sillería, han llegado a nosotros en relativo buen estado de conservación.
Se exhiben en la iglesia de san Sebastián después de que la
Dirección General de Arquitectura las comprara a la comunidad clarisa,
procediéndose a su posterior arranque para pasarlas definitivamente a lienzo,
un trabajo que estuvo a cargo de Antonio Llopart Castells.
Las escenas se presentan de forma individualizada, a modo de
viñetas separadas por cenefas que parecen querer imitar la forma de los tapices
de la época, y se observa afán didáctico, pues sobre ellas se ubican rótulos
que las clarifican.
El Ciclo de santa
Catalina de Alejandría, en un panel de unos 320 x 435 cms., está dedicado a
una figura que encarnaba las virtudes cristianas, modelo de intercesión entre
la comunidad y Dios.
Panel con del Ciclo de santa Catalina de Alejandría |
Estaba compuesto de veintiuna escenas y entre ellas se distinguen la Disputa teológica con el Emperador, Santa Catalina en prisión, un castillo medieval, con la emperatriz y el general Porfirio, convertidos al
cristianismo gracias a sus argumentos, arrodillados ante la puerta de la
cárcel, La santa convence a los filósofos, el Martirio de los filósofos, muertos por asfixia por orden del emperador por haberse convertido al cristianismo, sobre la que
puede leerse “COMO MANDÓ QUEMAR LOS SABIUS”, el Martirio de Santa Catalina, con una inscripción en la que se lee “E COMO LA MANDÓ ÉL EN EL
TOROMENTU DE LAS RUEDAS”, la Decapitación, con una inscripción que dice “COMO
LA [MA]NDÓ EL REY DESCABEÇAR”, o el Traslado de su alma al cielo y de su cuerpo
al Monte Sinaí para darle sepultura.
Martirio de los santos convertidos |
Martirio de santa Catalina |
Decapitación de santa Catalina y Traslado de su cuerpo al Monte Sinaí |
El panel con el Ciclo
del Bautista, de 275 x 417 cms., destaca por la escena del Banquete de
Herodes, con Salomé a la derecha con la cabeza de san Juan y un texto
en el que se lee “COMO LA FIJA LE PEDIÓ LA CABEÇA”. En la escena del Entierro
del santo aparecen grandes gestos de dolor, recogiendo la costumbre de los
“llorones” en las representación de entierros de distinguido linaje en la
época.
Panel con el Ciclo de san Juan Bautista |
Banquete de Herodes |
Decapitación del Bautista |
Gestos de dolor ante el cuerpo del Bautista |
En cuanto al Ciclo de
la Vida de Jesús, se conservan cinco pasajes. En la parte superior se
adivinan, muy deteriorados, una Última
Cena y una Presentación en el Templo.
En cuanto a la inferior, reflejan una Epifanía,
sobre el que se lee “COMO VAN OFERECER LOS TRES MAGOS A SANTA M(a)RIA E
A IESUXP(isto)”, un Bautismo de Cristo,
completada con la inscripción “COMO BAUTIÇA SAN IHOAN A IESUXPO”, y el Noli me tangere, con Marta, la hermana
de Magdalena, a caballo, adoptando la iconografía de san Jorge, matando al
dragón ante las murallas de Nerluco o Tarascón, con la inscripción en la orla
superior en la que se lee “A IESU XPO. COMO APARECE IESU XPO. A LA MADA LENA
[...]”.
Ciclo de la Vida de Jesús |
Epifanía |
Bautismo de Cristo |
Noli me tangere |
Un tercer mural, muy mutilado, cuenta con cuatro paneles con
imágenes de santa Ágata, santa Lucía y
otros dos santos no identificados.
Panel con cuatro santos, los dos de abajo identificados con santa Ágata y santa Lucía |
Además, es muy importante un fragmento con las piernas de un San Cristóbal en el que
se localiza una inscripción en la que se lee: “TERESA DIEÇ ME FECIT”, hallazgo
que dio lugar a que hubiera autores que consideraran a esta Teresa Díez
como la primera mujer pintora que firmaba su obra, mientras que otros concluyen
que no fue su autora sino su promotora, de ahí la presencia de su escudo de
armas, todavía no identificado.
Fragmento de San Cristóbal |
Detalle de la inscripción en la que se lee “TERESA DIEÇ ME FECIT” |
En cuanto al panel dedicado a los santos franciscanos, se puede deducir la presencia de santa Clara y
de san Francisco, con los estigmas.
Santos franciscanos |
Son pinturas realizadas con la técnica del fresco secco o falso fresco, en
una escala cromática de ocres rojos, sienas y tonos terrosos y azules
desvaídos, y datadas entre 1316 y 1320, justo al terminar una reconstrucción
del convento en tiempos de doña María de Molina, esposa del rey don Sancho y
señora de Toro desde 1283, después de que quedara arruinado tras una de las revueltas sucesorias de fines del reinado de Alfonso X, y quizá bajo el patrocinio de la
infanta doña Berenguela, hermana del rey. Los que defienden que Teresa Díez no
fue su autora se las atribuyen al pintor Domingo Pérez, activo en Toro en esa
época.
El estilo denota un eclecticismo en el que se mezclan la miniatura
con los rasgos de la pintura gótica lineal francesa y el Trecento italiano,
dando como resultado unas escenas con perspectiva escalonada e isocefalia con
las que se representan figuras elegantes, de movimientos suaves, paños movidos
por líneas curvas y un naturalismo que destaca al mostrar escenas de la
realidad histórica del momento.
La colección del pequeño museo que hoy alberga la iglesia de
san Sebastián se completa con otro fragmento de pintura mural de estilo
hispano-flamenco fechado a fines del siglo XV representando a San Bernardino de Siena y procedente de la misma estancia conventual que el resto, varias
tallas en madera y tablas de retablos de distintas procedencias.
Fragmento mural de San Bernardino de Siena también procedente del coro del convento de santa Clara de Toro |
Talla colosal de San Cristóbal, obra de Gil de Ronza de comienzos del siglo XVI repolicromada en el XVII procedente del convento de san Francisco de Zamora |
En el sotocoro se exponen cinco tablas del pintor toresano
Jacome Fernández Cavero datables a comienzos del siglo XVI, una de los santos
Francisco y Clara con el Niño en el pasaje de la bendición de ramos por el
obispo de Asís, procedente también del convento de santa Clara, y otras cuatro
procedentes de un retablo desaparecido de la iglesia de san Martín de Pinilla de Toro
con una Virgen con Niño, un Cristo entronizado, una Epifanía y una
Resurrección.
Cinco tablas del pintor toresano Jacome Fernández Cavero de comienzos del siglo XVI |
La Fundación González Allende también ha patrocinado
la restauración de una colección de exvotos dedicados al Cristo de las
Batallas, la advocación de uno de los retablos laterales que se retiraron en la
remodelación del museo y patrón de la ciudad de Toro, que han quedado expuestos
en la antigua sacristía.
Colección de exvotos expuestos en la antigua sacristía (3) |
Otras IGLESIAS en Viajar con el Arte:
San Miniato al Monte de Florencia
San Esteban de Salamanca
"La Clerecía" de Salamanca
San Vicente de Ávila
San Ildefonso de Toledo
San Román de Toledo
San Sebastiano en Venecia
San Zaccaria en Venecia
San Giacomo da l’Orio en VeneciaReferencias:
Fuentes:
DÍEZ FERNÁNDEZ, R. y ALONSO VILLAS, Mª P., “Teresa Díez
"me feçit" o la aproximación a un misterio”. En II Congreso virtual sobre historia de las mujeres, 2010, p. 22 y
ss.
YZQUIERDO PERRIN, R., “Sillerías de coro gótico-mudéjares:
de santa Clara de Toro a santa Clara de Palencia”, Abrente, 40-41 (2008-2009), pp. 113-148.
Comentarios
Espero que despues de este trabajo, esos tres Reyes Magos de la Adoracion, recapaciten y te dejen unos regalos estupendos.
Un besico
Las pinturas murales parecen fantásticas, con esa mezcla entre elegante y un poco naif del gótico lineal y que muestran perfectamente las vestimentas y los usos y costumbre de la época en que fueron pintadas, sin la menor tendencia anticuaria en la recreación de la antigüedad. Aunque me parece un absoluto desacierto la desubicación de las pinturas del lugar para el que fueron creadas (cosas de la época), al menos el lugar en el que se encuentran ahora, sigue siendo un lugar de arquitectura sacra donde entonan perfectamente, como si hubieran sido hechas para el mismo y no un museo norteamericano (o de donde sea) donde se encontrarían desubicadas en un espacio frío.
Un abrazo.
Muy feliz año, querida Sira!
Tenemos un año entero por delante para disfrutar y aprender con tus entradas!