El actual retablo mayor de la catedral de León, la pulchra leonina
La catedral de León contó, desde la
primera mitad del siglo XV, con un magnífico retablo mayor gótico que fue desarmado,
quedando sus tablas dispersas en distintas parroquias de la diócesis. Realizado
por Nicolás Francés, ocupaba los
cinco intercolumnios centrales del presbiterio, compuesto de cinco calles y
cuatro cuerpos, salvo en la calle central, que sólo tenía tres para cobijar un
camarín de la Virgen, con dieciocho tablas grandes dedicadas a la Vida de la
Virgen, la Vida de San Froilán, el Traslado del cuerpo de san Isidoro a León
por san Alvito y el Martirio y traslado a Compostela de Santiago, además de otras
veintidós más pequeñas en las entrecalles.
Altar mayor con el retablo recompuesto con tablas procedentes del retablo gótico de Nicolás Francés |
Pero a mediados del siglo XVIII el cabildo tomó la decisión
de sustituir aquel magnífico ejemplar gótico por otro nuevo de Narciso Tomé, el autor del Transparente
de la catedral de Toledo, y su primo Simón
Gavilán Tomé, y que con las restauraciones de fines del siglo XIX, buscando
recuperar la pureza gótica del templo, también se retiró, hoy en la iglesia de
los Capuchinos.
Así, el actual retablo mayor de la catedral de León es una estructura neogótica de Juan Bautista Lázaro compuesta de banco
y tres calles y enmarcada por un guardapolvo de doble fila de hojas de
hiedra tallada y dorada sobre fondo azul realizado con piezas originales del
siglo XV adaptadas a la nueva forma.
Retablo mayor en la actualidad |
En la calle central se aloja una escultura barroca de la Virgen
y alrededor se distribuyen cinco tablas recuperadas del retablo de Nicolás
Francés y otras tablas de Escuela Castellana de dos procedencias, con seis
pequeñas escenas de la Vida de la Virgen, cuatro de ellas de la iglesia de
Palanquinos atribuidas al llamado Maestro de Palanquinos, otras dos del
retablo de la iglesia de Santa María del Mercado de León, que son las que
forman el banco, y dos más de Palanquinos con tres Apóstoles cada una: Andrés,
Juan y Pablo por un lado y Pedro, Santiago y Tomás por otro.
Escultura barroca de la Virgen en la calle central |
Tablas con Apóstoles |
Las pinturas mezclan la influencia flamenca con la italiana
para crear escenas alegres y coloristas en las que se da mucha importancia a lo
anecdótico, lo minucioso y lo narrativo.
Muerte de la Virgen, Anunciación y Pentecostés en el banco |
Natividad, Epifanía y Presentación en el templo en el banco |
De las pinturas del antiguo retablo de Nicolás Francés recuperadas, una corresponde
al ciclo de la Vida de la Virgen y narra la Presentación
en el Templo, tres son del Ciclo de San Froilán, con la Vocación de san Froilán, Alfonso III visita a san Froilán y la Consagración de san Froilán, y otra pertenece
al Ciclo de Santiago, con el Traslado de
los restos desde Iria Flavia.
La tabla con la Presentación
de la Virgen muestra una escena en un interior desequilibrado, con enormes
figuras a la izquierda, donde se sitúan los santos Joaquín y Ana acompañados de
algunos parientes, y una escalera en un templo a medio hacer por el que sube
una minúscula figura de María ascendiendo hacia el altar, donde la esperan dos
sacerdotes.
Presentación de la Virgen |
La Vocación de san
Froilán muestra al santo en un bosque acercándose una brasa a los labios
sin quemarse, lo que demuestra la voluntad de Dios de que sea predicador, o
mientras una paloma blanca y otra de color fuego se aproximan a su boca, una
para quemarle y otra para darle la serenidad de espíritu necesaria para provocar
su vocación. La escena es presenciada por dos monjes, uno que observa el
milagro y otro que está de espaldas leyendo distraído.
Vocación de san Froilán |
Alfonso III visita a
san Froilán relata como el monarca se desplazó hasta el monasterio de Moreruela para convencer al santo de que aceptara el
nombramiento como obispo de León, escena ante un edificio gótico, con nobles
que acompañan al monarca, todos ataviados con ricas y coloristas vestiduras,
mientras unos monjes descargan los presentes que éste ha llevado al santo.
Alfonso III visita a san Froilán |
La presencia de un hombre enseñando sus partes pudendas a
una mujer en la esquina inferior izquierda de esta tabla ha sido interpretada
por algunos autores como el símbolo de las “procacioribus verbis” con las que
el santo buscaba mostrar que era indigno de ocupar la sede leonesa porque se
consideraba mal monje y porque había tenido un hijo.
La Consagración de san
Froilán como obispo de León tiene lugar el día de Pentecostés del año 900,
cuando el gozo del Espíritu Santo actúa en él en presencia de otros tres
obispos, presbíteros, monjes, seglares… entre los que está también san Atilano
porque va a ser consagrado con él.
Consagración de san Froilán como obispo de León |
En cuanto al Traslado
de los restos de Santiago, muestra una carreta de ruedas macizas,
antecedente del “carro chillón” leonés, tirada por dos bueyes, escoltada por dos
diáconos con dalmática y sobre la que se ve un arcón cubierto por un paño rico.
A la derecha hay una catedral gótica a la que está entrando un obispo y donde un
peregrino o un mendigo se acerca a un altar portátil de Santiago. Al fondo se
ve una gran iglesia gótica, pastores cuidando ovejas, el castillo del obispo
Teodomiro y un peregrino que parece arrojar una piedra a un crucero y que algunos
autores han puesto en relación con la costumbre de colocar una piedra en la
base de la Cruz del Ferro en el Monte Irago, entre León y Santiago al paso del
Camino por el Bierzo.
Traslado de los restos de Santiago |
En el museo se expone un trono episcopal compuesto
con dieciocho de las veintidós pequeñas tablitas de las entrecalles recuperadas del retablo
mayor de Francés.
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La sacristía, la fachada y el claustro del monasterio de San Marcos
Fuentes:
BERRUETA, MARIANO D., Guía
del caminante en la ciudad de León, León, 1957.
DÍAZ-JIMÉNEZ, J. E., La
catedral de León. El retablo, Madrid, 1907.
NAVASCUÉS PALACIO, P., “La catedral de León: de la verdad
histórica al espejismo erudito”. En GUTIÉRREZ ROBLEDO, J. L. y NAVASCUÉS
PALACIO, P. (coords.), Medievalismo y
neomedievalismo en la arquitectura española: aspectos generales, Ávila,
1990, pp. 17-66.
REBOLLO GUTIÉRREZ, C., “Maese Nicolás Francés: su obra y
estilo. Estado de la cuestión”, De Arte,
6, 2007, pp. 107‐130.
RUIZ HERNANDO, J. A., “La catedral en la ciudad medieval”,
En GUTIÉRREZ ROBLEDO, J. L. y NAVASCUÉS PALACIO, P. (coords.), Medievalismo y neomedievalismo en la
arquitectura española, Ávila, 1990, pp. 81-114.
SARTHOU CARRERES, C. y NAVASCUÉS PALACIO, P., Catedrales de España, Madrid,
Espasa-Calpe, 1983.
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