Dependencias conventuales de Santa Cruz la Real, en Segovia
El convento dominico de Santa Cruz la Real, hoy sede de IE University, está extramuros de Segovia, en la ribera del río Eresma, un privilegiado y frondoso entorno con abundantes manantiales también escogido por otros monasterios, como el cisterciense femenino de Santa María y San Vicente o el jerónimo de Santa María del Parral.
Portada de la iglesia de Santa Cruz la Real
Según el manuscrito Vida de Santo Domingo de Guzmán, redactado entre los siglos XIII y XIV y editado por Mª Teresa Barbadillo en 1985, esta fundación, de 1218, sería la primera dominica en España, solo dos años después de la creación de la orden, contemporánea a la de las dominicas de Santo Domingo el Real de Madrid. La crónica de Diego de Colmenares del siglo XVI informa de que se levantó, ya bajo la advocación de la Santa Cruz, sobre una cueva en la que el propio Santo Domingo de Guzmán se retiró para hacer penitencia.
Tras más de dos siglos de penurias, la llegada al trono de los Reyes Católicos y el traspaso del control de la Inquisición a la Orden Dominica fue esencial para su impulso, pues durante el priorato del convento de fray Tomás de Torquemada, confesor de los monarcas y nombrado por ellos Inquisidor General, los reyes decidieron financiar la reedificación completa del convento, que a partir de ese momento recibirá la denominación de Santa Cruz “La Real”.
Maestro de la Virgen de los Reyes Católicos. La Virgen de los Reyes Católicos. 123 cm x 112 cm. Ha. 1490. Museo del Prado (1). Procedente del monasterio dominico de Santo Tomás de Ávila, muestra a la Virgen con el niño y los reyes acompañados de una infanta, el príncipe Juan y del propio fray Tomás de Torquemada junto a Santo Domingo como fundador de la orden y a Santo Tomás, todos ellos implicados en la persecución de las herejías contando con el apoyo de la divinidad
La nueva construcción, compuesta por iglesia, claustro, sala capitular, refectorio y el resto de dependencias necesarias para la vida monástica, se erigió en el espacio que separaba a la primitiva de la muralla de la ciudad, tradicionalmente atribuida a Juan Guas, artífice de la corona castellana durante toda la segunda mitad de siglo, máximo exponente del llamado estilo hispano-flamenco y que está documentado trabajando en Segovia en el último cuarto del siglo XV como maestro de obras de la catedral en el claustro, al que también se le atribuyen obras en el vecino monasterio de Santa María del Parral. En cuanto a la labor escultórica, se cree que correría a cargo de Sebastián de Almonancid.
Desde su fundación hasta el siglo XVIII el poder y prestigio del convento fueron acrecentándose, acumulando una importante colección de obras de arte y emprendiéndose multitud de ampliaciones para poder atender las crecientes necesidades materiales, espirituales e intelectuales, dando como resultado un complejo entramado de estructuras arquitectónicas.
Como era habitual, dicha financiación fue acompañada de la concesión de múltiples privilegios y la donación de bienes muebles e inmuebles, siendo especialmente mencionado en el testamento de Fernando el Católico de 1516 como una de sus principales fundaciones.
La nueva construcción, compuesta por iglesia, claustro, sala capitular, refectorio y el resto de dependencias necesarias para la vida monástica, se erigió en el espacio que separaba a la primitiva de la muralla de la ciudad, tradicionalmente atribuida a Juan Guas, artífice de la corona castellana durante toda la segunda mitad de siglo, máximo exponente del llamado estilo hispano-flamenco y que está documentado trabajando en Segovia en el último cuarto del siglo XV como maestro de obras de la catedral en el claustro, al que también se le atribuyen obras en el vecino monasterio de Santa María del Parral. En cuanto a la labor escultórica, se cree que correría a cargo de Sebastián de Almonancid.
Desde su fundación hasta el siglo XVIII el poder y prestigio del convento fueron acrecentándose, acumulando una importante colección de obras de arte y emprendiéndose multitud de ampliaciones para poder atender las crecientes necesidades materiales, espirituales e intelectuales, dando como resultado un complejo entramado de estructuras arquitectónicas.
Planta del conjunto (2). Las indicaciones son mías
El declive del monasterio de Santa Cruz comenzó durante la ocupación francesa, con importantes saqueos y destrozos, su conversión en prisión militar tras el decreto de exclaustración de las órdenes religiosas del gobierno napoleónico y su incendio y ruina en 1809, estado en el que se lo encontraron los dominicos tras la vuelta del absolutismo con Fernando VII en 1814, haciéndose necesaria una restauración para poder volver a habitarlo.
En este sentido se encuadra la construcción en los siglos XVI y XVII de dos nuevos patios al este y oeste del principal.
El declive del monasterio de Santa Cruz comenzó durante la ocupación francesa, con importantes saqueos y destrozos, su conversión en prisión militar tras el decreto de exclaustración de las órdenes religiosas del gobierno napoleónico y su incendio y ruina en 1809, estado en el que se lo encontraron los dominicos tras la vuelta del absolutismo con Fernando VII en 1814, haciéndose necesaria una restauración para poder volver a habitarlo.
Fotografía de J. Laurent publicada en España artística y monumental: viaje instructivo y reseña histórica de todas las bellezas arquitectónicas, antiguas y modernas de la Península, con la descripción de cada una de ellas en sus diferentes estilos y épocas, Vol. 2, Barcelona, Seguí, [192-?] (3)
Fotografía de la portada también de J. Laurent de la misma publicación (3)
Pero tras la extinción decretada en 1836, los monjes tuvieron que abandonarlo definitivamente y el convento quedó deshabitado hasta que en 1845 la Diputación de Segovia lo destinó a beneficencia y estableció un asilo de ancianos y un hospicio de niños, funciones que requirieron de obras sucesivas de adaptación que fueron modificando sustancialmente el aspecto original del convento, degradando paulatinamente el conjunto al irse añadiendo distintas construcciones y patios, de nulo valor arquitectónico a excepción, quizá, de la casa-cuna, un edificio ecléctico de 1927 de aire neomudéjar que combina ladrillo y mampostería, obra de Benito de Castro.
Casa-cuna según diseño del arquitecto Benito de Castro en 1927
En la década de 1980 el edificio quedó de nuevo abandonado hasta que en 1997 la Diputación lo cedió como sede de IE University, iniciándose su rehabilitación según el proyecto del arquitecto Ismael Rodríguez Gradilla.
En cuanto al aspecto actual del conjunto, de la primitiva iglesia románica apenas se conservan restos, en la actualidad integrados en el Aula de Arqueología de la universidad, junto al claustro principal. Seguramente dataría de la época de la fundación y constaba de tres naves con tres ábsides, construida junto a la denominada “Cueva de Santo Domingo” y que se comunicaba con el convento mediante una escalera interior hoy cancelada.
Ya en tiempos de los Reyes Católicos se construyó un nuevo acceso a la Cueva Santa con una antecapilla rectangular con gran bóveda estrellada que apoya en ménsulas decoradas con escudos de la Orden, ángeles con yugos y flechas, las iniciales Y o F, báculos, lirios y perros luchando contra lobos como atributos de Santo Domingo, evidenciando el dictado iconográfico de Torquemada para presentar el triunfo de los dominicos sobre la herejía y el apoyo de la monarquía a esa causa.
Acceso a la antecapilla que da paso a la Cueva Santa
La portada de esta antecapilla incide en ese mismo asunto. Muestra un arco rebajado dentro de otro conopial con un interesante relieve en el tímpano. Representa a Santo Domingo sujetando una cruz y pisando la cabeza de dos raposas, representación de la herejía, atrapadas por dos perros como guardianes del Evangelio y de la Iglesia. A los lados del santo aparecen dos escudos con las iniciales de Fernando e Isabel de los que salen sendos brazos que sostienen la cruz, de nuevo significando su apoyo a la Orden en lucha contra la herejía. La filacteria que rodea el relieve y que reza “Pues Dios con los Santos, a vos Reyes, iguala en el tener mandados favoresçer su Fe católica los dos”, va en esa misma línea.
Tímpano de la portada de la antecapilla de la Cueva Santa (4)
Del claustro tardogótico, una de las zonas más afectadas en el incendio de 1809, apenas queda nada salvo la traza de la planta y los restos de las columnas adosadas a la pared de la iglesia en el lado sur.
Panda sur del claustro, donde se conservan los únicos restos tardogóticos de este ámbito
A partir de 1814 fue reconstruido con los vanos de medio punto que hoy pueden observarse.
Sección norte-sur, con la iglesia a la izquierda y a continuación el claustro (2)
Aspecto actual del claustro principal
Sí se conservan tres grandes puertas renacentistas de arcos de medio punto sobre pilastras adosadas y motivos decorativos vegetales en los ángulos noroeste, suroeste y sureste. Las del noroeste y sureste se abrirían entre los siglos XVI y XVII para dar acceso a las construcciones en torno a los patios laterales y la del sureste comunica con los pies de la iglesia, a la que también se accede por otra de arco trilobulado por la parte de delante de la nave.
Portada renacentista en el ángulo sureste del claustro principal, que daría acceso a las zonas construidas en torno al patio del siglo XVI
Arco trilobulado de acceso a la parte delantera de la nave de la iglesia desde el claustro
En cuanto al refectorio, en la panda oeste del claustro y hoy habilitado como sala de conferencias, presenta arco de medio punto, es de planta rectangular y todavía se aprecian las escaleras de acceso al púlpito de lectura.
La portada del medio a la izquierda es el acceso al antiguo refectorio
En la panda este se encuentra la sala capitular, hoy también sala para conferencias. La portada está formada por un arco conopial enmarcado con alfiz. En la clave aparece el emblema de la Orden con la cruz florenzada sobre un crismón, y en las albanegas, los escudos con las iniciales de los Reyes Católicos y sus emblemas.
Portada de la sala capitular
Es de planta cuadrada y bóveda estrellada con nervios que apoyan en ménsulas decoradas con ángeles tenantes de los emblemas de la Orden y de los Reyes Católicos.
Ángeles tenantes del escudo con la Y de Isabel en el arranque de los nervios de la bóveda de la sala capitular
Ángel con escudo con las flechas en otro de los arranques
Detalle de la bóveda de la sala capitular, una de las zonas más castigadas por el incendio de 1809
La leyenda que recorre el arranque de la bóveda es testimonio de una donación testamentaria al convento de 1540 de doña Isabel de Guzmán, dama de la alta nobleza segoviana, para que en él se dijera una misa perpetua diaria por su alma y la de su marido, don Alonso de Mejía, y que fueran enterrados en este ámbito. Los escudos y los dos arcosolios de los muros laterales están relacionados con este hecho.
Detalle de los escudos de doña Isabel del Guzmán y de don Alonso de Mejía y de la inscripción en alusión a la donación de la dama al monasterio
La restauración ha conservado los arcosolios en forma de vanos, pudiéndose apreciar en la fotografía, tomada desde el de la derecha, el de la izquierda, situado enfrente
Las Ocho Calles en los jardines del palacio de
La Granja de San Ildefonso
Otros MONASTERIOS:
San Esteban convento e iglesia, de Salamanca
San Juan de los Reyes de Toledo
Notas:
Fuentes:
BERMÚDEZ MEDEL, Alejandro: “Proyecto de intervención Santa Cruz la Real de Segovia. Estado de situación”, en Sautuola, IX (2002-03), p. 553-559.
Respecto a los dos claustros añadidos en los siglos XVI y XVII, el más interesante es el del ala este, formando por dos galerías en ángulo recto con arcos de medio punto sobre columnas de granito.
Patio del siglo XVI
En cuanto a la iglesia, hoy aula magna, y en la que fray Tomás de Torquemada intervino decisivamente para crear todo un ciclo iconográfico que incluyó tanto la decoración interna como la significativa portada, merece una entrada aparte.
Otros MONASTERIOS:
San Esteban convento e iglesia, de Salamanca
San Martiño Pinario en Santiago de Compostela
Santa María del Paular en Rascafría (Madrid)
Santo Tomás de Ávila
San Miniato al Monte de Florencia
Convento da Madre de Deus, hoy Museu Nacional do Azulejo en Lisboa
Santa Maria Gloriosa dei Frari de Venecia
San Michele in Isola de Venecia
San Giorgio Maggiore de Venecia
Notas:
(4) CABALLERO ESCAMILLA, S., “Fray Tomás de Torquemada, iconógrafo y promotor de las artes”, Archivo Español de Arte, LXXXII, 325, enero-marzo 2009, pp. 19-34.
Fuentes:
BERMÚDEZ MEDEL, Alejandro: “Proyecto de intervención Santa Cruz la Real de Segovia. Estado de situación”, en Sautuola, IX (2002-03), p. 553-559.
CABALLERO ESCAMILLA, S., “Fray Tomás de Torquemada, iconógrafo y promotor de las artes”, Archivo Español de Arte, LXXXII, 325, enero-marzo 2009, pp. 19-34.
VV.AA., “Arte e historia en Santa Cruz la Real de Segovia”, Oppidum, 1, Universidad SEK, Segovia, 2005, pp. 143-198.
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