¿Velázquez fue "decorador"?
Una de las facetas más desconocidas de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez fue la de decorador, la de aposentador mayor de Palacio de Felipe IV, un cargo que implicaba la supervisión ejecutiva del aderezo, tanto el mueble como el inmueble, de los grandes espacios de los palacios del rey, incluyendo el importante ornato de los ámbitos más destacados de representación en dichos edificios.
Sacristía de San Lorenzo hacia la cabecera, uno de los ámbitos que, lamentablemente, no está abierto a la visita convencional del monasterio |
Sacristía de San Lorenzo hacia los pies |
Así, entre 1655 y su propia muerte en agosto de 1660, Velázquez, emprendió la redecoración de las colecciones reales del monasterio de San Lorenzo de El Escorial, pues algunas de las pinturas que allí colgaban, mandadas colocar por Felipe II y que apenas habían sufrido variaciones, aun siendo excepcionales, se consideraban “pasadas de moda”.
La renovación afectó, principalmente, a la sacristía del panteón, la sacristía y antesacristía de la basílica, la iglesia vieja, el aula de moral, el camarín de las reliquias, el coro de capas, parte del claustro principal alto y los capítulos.
En este nuevo “amueblamiento”, fue el propio artista el que tomó las decisiones sobre qué obras se iban a quedar en los ámbitos más importantes y cuáles iban a ser ubicadas en lugares menos relevantes, sustituidas por otras expresamente seleccionados por él, tanto de las colecciones de los palacios madrileños como adquiridas ex profeso para la nueva redecoración escurialense, en una reestructuración de acuerdo a dos criterios principales: la calidad de las obras y el nuevo gusto estético, de ahí que se retirara la pintura flamenca que tanto había gustado a Felipe II, se conservara e incrementara la de Tiziano y se añadieran obras de Paolo Veronés, Lucca Cambiaso, Carracci, Sebastiano del Piombo, Guido Reni, Correggio, Rubens o Van Dyck, en relación con la preferencia por la pintura italiana de la escuela veneciana del siglo XVI, el manierismo florentino, Rafael y la pintura del siglo XVII, tanto naturalista como clasicista, y los pintores flamencos contemporáneos muy italianizantes, todo ello dentro de los gustos que compartían Felipe IV y Velázquez y de acuerdo a la nueva manera de decorar los palacios italianos que había conocido el pintor en su segundo viaje a Italia en 1652, cambiándose el amontonamiento por una ordenación basada en el tamaño y la forma.
De entre todas las obras seleccionadas, Velázquez incluyó un único cuadro de su mano, La túnica de José, y que, curiosamente, es uno de las que todavía se conservan in situ, en uno de los capítulos.
Uno de los capítulos del monasterio, con La túnica de José a la derecha (1) |
Velázquez. La túnica de José. 1630. Óleo sobre lienzo, 223 x 250 cm. Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) (2) |
Una prueba más de que la intervención de Velázquez no fue un simple traslado sino todo un programa decorativo, es que a la muerte de Felipe IV, la regente doña María Ana de Austria se siguió ocupando de la redecoración de los principales lugares del monasterio en la idea de concluir lo iniciado por el rey difunto y su aposentador, continuando por el capítulo del vicario y encargando la labor a Juan Bautista Martínez del Mazo, yerno de Velázquez y nombrado pintor de Cámara en 1660, tras la muerte de su suegro.
Así, aunque El Escorial nunca se pensó como museo, gracias a la intervención de Velázquez quedó conformado como una de las mejores pinacotecas de pintura italiana del mundo al reunir tres condiciones esenciales: una colección de pintura de categoría internacional, accesibilidad para un público interesado y culto y detallada literatura que divulgó la colección desde su fundación.
Esta importante intervención de Velázquez en los espacios más representativos del monasterio se mantuvo casi sin alteraciones hasta la llegada del convulso siglo XIX. Y es que con la invasión francesa casi todas sus obras fueron trasladadas a Madrid y aunque después se devolvieron, las desamortizaciones, el abandono y la indefinición en cuanto a la propiedad de las mismas posibilitó que una gran parte fuera a formar parte del recién creado Real Museo de Pinturas y Esculturas, el antecedente del Museo del Prado; pero esa es ya otra historia.
Notas:
(1) https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_El_Escorial#Salas_capitulares
(2) http://es.wikipedia.org/wiki/La_t%C3%BAnica_de_Jos%C3%A9
Fuente:
GADEA, S., El Escorial "convulso". Vaivenes de una colección pictórica excepcional durante la 1ª mitad del siglo XIX, Trabajo Fin de Máster, 2011, Inédito.
Comentarios
Ignacio Cavero "Frikipiedras"
A diferencia de Italia en España existían pocas "galerías públicas" con obras valiosas siendo posiblemente la principal la de la iglesia del Convento de San Pascual amueblados los altares por el Almirante de Castilla con obras maestras de Ribera, Guercino, Van Dyck, Tiziano, etc. La otra galería sería la del Escorial y aunque era ésta menos pública, si era accesible a pintores y a personas cultas (y casi por definición en la época, acomodadas).
Casi seguro que lo conoces pero si no recomendarte el libro de Bonaventura Bassegoda "El Escorial como Museo"
Si he visitado la exposición del palacio Real y resulta realmente interesante. Me encanta la sala dedicada a la piedad privada con el tríptico de Simon Bening y el de Gerard David. Y por supuesto la dedicada a Tiziano o la última con las obras de flamencas de Patinir y el Bosco. Que maravilla el San Cristobal de Patinir con la pequeña ciudad incendiada al fondo. Me decepcionó que mantengan la atribución al Bosco de la coronación de espinas, que si bien resulta espectacular, hoy en día se sabe por los análisis de dendrocronología que es posterior a la muerte del Bosco y también me decepciono algo el catálogo. Los textos están bien pero lo de no poner fichas para cada obra no me gusta nada (el anterior catálogo de la exposición sobre el infante Don Luis tb. fue asÍ). Si me apetece mucho echarle un ojo a los libros de entregas que Checa iba a publicar con la expo, pero no se si ya lo ha hecho.
Este mes en el Burlington Magazine viene un trabajo de Gonzalo Redín sobre una conversión de San Pablo ahora atribuida por el a Reni (y si lo publican en el Burlington que es algo así como el Science o el Nature en el mundo del Arte supongo que por algo será). No lo he leido pero creo que la obra que atribuye solo puede ser la de la Conversión de San Pablo atribuido a Giordano imitando a Guercino en la Quadra del Mediodía. No se donde estará actualmente colgado porque no recuerdo haberlo visto en los museos. Realmente el Escorial y la historia de su decoración es un tema que me fascina e imagino que a ti también aunque supongo que habrás acabado harta, je, je. Por las fotos entiendo que al menos has podido visitar la sacristía y eso es un privilegio que pocos tienen, suertuda.
Por aquí nos vemos.
Esta tarde he estado en la biblioteca del Prado y he leído el artículo sobre la obra atribuida a Reni en el Escorial y escanee la imagen de la obra, pero podía habérmelo ahorrado porque la noticia ha llegado a España y hace una hora en un periódico de Internet hay hasta un enlace para descargarse el artículo completo (lo cual debe ser un poco ilegal pero nos viene perfecto). Es la obra que pensábamos y en color se ve mejor, está en el Colegio Infanta Cristina, creo que se llama.
Este es el enlace http://f.cl.ly/items/2R0U1Z0P1J0K1Q1D3y1h/Art%C3%ADculo%20en%20Burlinton%20Magazine.pdf