La Cartuja de Nuestra Señora de la Asunción de Granada
La historia de la Cartuja de Granada se inicia a mediados
del siglo XV a partir de la promesa de la Cartuja de El Paular en Rascafría
de crear una nueva fundación con el remanente de sus abundantes rentas. Con
esta intención, en 1506, tras la conquista de Granada, llega a la ciudad el
Padre Visitador don Juan de Padilla, pero hasta 1513 no consigue
protector en la persona de don Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, y
su esposa, doña María Manrique, duques de Terranova, que ceden para la nueva
fundación, elegida como panteón familiar, las huertas de Alcudia de Aynadamar y
de los Abencerrajes, ubicadas al norte de la ciudad, al pie de la Golilla,
alejadas del centro y con excelentes vistas sobre la vega, una zona con larga
historia en la que se sabe que también existió un cementerio romano y en el que
también se han hallado numerosos restos andalusíes.
Iglesia de la Cartuja de Granada |
Las trazas corrieron a cargo de fray Alonso de Ledesma, lego
de El Paular, pero al poco tiempo, por
la inseguridad del sitio, pues tres monjes parece que fueron degollados por los
moriscos que habitaban la zona, por lo escarpado del terreno y la dificultad y
encarecimiento que ello suponía para la construcción, la comunidad decidió
trasladarse algo más abajo, ya en la ladera, un lugar más llano, rico en agua y
arboledas, por lo que el primitivo emplazamiento empezó a conocerse como
Cartuja Vieja en contraposición a la Cartuja Nueva que hoy se conserva. Pero el
cambio de emplazamiento disgustó tanto al comitente que decidió dejar de
financiarlo.
Situación de la Cartuja de Granada en el plano de la ciudad de Francisco Dalmau de 1796 (1) |
Las nuevas obras, tras tener que pedir otra vez todas las
preceptivas licencias, comenzaron en 1517 también con trazas iniciales de
Ledesma. En 1545 adquiere un papel esencial fray Rodrigo de Valdepeñas, primer
prior de la Cartuja granadina, y la advocación cambia a la de Nuestra Señora de
la Asunción, cuando la fundación filial de El Paular queda definitivamente incorporada
a la Orden por decisión del Capítulo General de la misma.
Alzado de la fachada occidental (2) |
La construcción se prolongó durante todo ese siglo XVI y el
XVII para conformar un conjunto con la iglesia, el llamado claustrillo y el
claustro grande, de más de cincuenta metros de lado, con el cementerio en el
centro y alrededor del que se distribuían las celdas individuales propias de
esta Orden, con una planta baja para taller con una ventana por la que recibían
la comida, una puerta hacia un jardín cerrado con una pequeña huerta individual
y un piso superior con el dormitorio, el oratorio y la biblioteca.
Alzado de la fachada meridional (2) |
En el siglo XVIII también se añadieron a la iglesia el
sagrario y la sacristía. Además, el conjunto se completaba con dependencias
auxiliares como hospedería, cuadras, almacenes…
Dado lo dilatado de las obras, la Cartuja de Granada nos
permite observar la evolución de los gustos artísticos durante trescientos
años, empezando con espacios del gótico tardío hasta llegar a los
correspondientes a la desmesura que provoca el sermón contrarreformista en el
último barroco, en una arquitectura ya muy alejada de la moderación propia de
las primeras fundaciones de san Bruno pero que en absoluto afectó a la estricta
observancia de la Regla de sus moradores, una Orden que no precisó de reforma
alguna durante todo su periodo de existencia.
En la actualidad sólo se conserva una pequeña parte, pues tras
las desamortizaciones del siglo XIX y la exclaustración definitiva en 1835 el
arzobispado de Granada adjudicó la iglesia a la cercana parroquia de San
Ildefonso y el resto fue vendido en lotes a particulares. Iturriaga de Muro
adquirió el claustro grande y la casa prioral y optó por iniciar una demolición
que comenzó con el claustro para aprovechar los materiales para nuevas
construcciones. En 1848 la viuda de Iturriaga, que había convertido la casa
prioral en residencia de verano, con modificaciones irreversibles, vendió la
propiedad a Manuel María Méndez, que ese mismo año inició su demolición para
vender los materiales, sin que nadie hiciera nada por salvar lo poco que
quedaba de ese interesante espacio porticado, definitivamente demolido en 1943.
Alzado de la fachada septentrional (2) |
A fines de ese siglo XIX los terrenos fueron adquiridos por
la Compañía de Jesús, que construyó al norte de la finca, donde estuvo la
Cartuja Vieja, el llamado Colegio Máximo, aunque en la venta no se incluyeron
los restos que todavía quedaban del monasterio, limitados a la iglesia y el
claustrillo, todavía bajo la tutela de arzobispado de Granada, que convirtió el
templo en capilla del Seminario Mayor de San Cecilio que había sido edificado
en el llamado Cercado Bajo, también antiguos terrenos de la cartuja.
En 1932 lo que todavía quedaba del conjunto fue declarado
Monumento histórico-artístico, siendo un verdadero milagro, después de tantos avatares,
que hoy se conserven el claustrillo con sus dependencias anejas y la iglesia
con el sagrario y la sacristía.
En la década de 1960 y con el patrocinio de los jesuitas, hubo una
importante campaña de consolidación y restauración bajo la dirección del arquitecto
Francisco Prieto Moreno, colocándose
nuevas solerías en la iglesia y el sagrario, restaurándose muchos de los
cuadros y convirtiendo la huerta del claustrillo en un jardín ornamental. Hace
escasos años el IPCE también acometió la restauración de los cuadros de Sánchez
Cotán que se conservan en el refectorio y la sala de Profundis. En 1985 la Cartuja de Granada adquiere la denominación de Bien de Interés Cultural.
Jardín ornamental del claustrillo |
El acceso al conjunto que hoy se conserva se realiza a
través de una portada del siglo XVI de Juan
García de Pradas que fue trasladada desde su ubicación original, más
alejada de la iglesia de lo que hoy la vemos, para ampliar la calle exterior.
Tiene arco de medio punto con impostas con escudos de España y una hornacina
con una talla de la Virgen copia de la original de mediados del siglo XVI, que
se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Granada.
Portada de acceso al conjunto (3) |
Abre a un patio que a la derecha conserva restos de la
antigua hospedería, hoy convertidos en tienda de recuerdos y dependencias
auxiliares y ante el que se levanta, mediante una escalinata doble obra de Cristóbal
de Vilches del primer tercio del siglo XVII, la fachada occidental del conjunto, con la iglesia y el claustrillo.
La iglesia con la escalinata doble de Cristóbal de Vilches que salva el desnivel del terreno |
Al pie de la escalinata destaca el pavimento de tradición granadina fechado en 1677 realizado en
piedras negras y blancas con escudos y escenas de caza y de toros.
Detalle del pavimento al pie de la escalinata |
La portada de la
iglesia, trazada por Joaquín Hermoso
a fines del siglo XVIII, es de mármol gris, en contraste con el resto de la fábrica,
en piedra de Alfacar. Dentro ya del neoclasicismo imperante, presenta arco de
medio punto enmarcado por columnas jónicas y pilastras que soportan una cornisa
y una hornacina con la estatua de San Bruno en mármol blanco realizada por Pedro Hermoso, hermano del anterior.
Plano actual de la cartuja (2). Las indicaciones son mías |
La visita se inicia a través de la portería del convento, con una puerta a la derecha de la de la
iglesia que da acceso al claustrillo,
un ámbito adosado al lado de la Epístola de la iglesia, organizado en el siglo
XVII mediante una arquería de columnas toscanas de mármol de Sierra Elvira que
sustentan sencillos arcos de medio punto y crujías cubiertas con bóvedas vaídas
y en cuyas pandas se distribuyen los ámbitos más antiguos del convento y, por
tanto, mucho más sencillos en contraste con la exuberancia decorativa del
templo.
Crujía sur del claustrillo, con cubiertas de bóvedas vaídas. La puerta del fondo daba acceso al claustro grande desaparecido |
La portería ocupa uno de los seis tramos de la panda oeste
del claustrillo y el refectorio se
desarrolla en los otros cinco, realizado entre 1531 y la década de 1550.
Panda oeste con la portada del refectorio |
Es un ámbito rectangular iluminado con tres ventanas hacia
el oeste y un óculo hacia el sur, púlpito y su escalera en el muro este, cerca
de la puerta principal, un asiento corrido de mampostería ante el que se ubican
las mesas para comer y cubierta de crucería gótica propia de la época, que más
que puramente ojivales, son casquetes esféricos, bóvedas vaídas pero con
nervaduras formando terceletes.
Refectorio, con el púlpito a la izquierda |
Este espacio, en el que los legos y monjes también estaban
divididos, era utilizado sólo los domingos y en fiestas litúrgicas señaladas,
pues el resto de los días los cartujos realizaban sus dos frugales comidas, que
nunca incluían carne, en la soledad de sus celdas.
Bóveda de terceletes del refectorio |
Planta con todas las diferentes cubiertas conservadas en el conjunto |
Se cree que la cocina
se ubicaría en su lado sur, pues por el exterior se aprecia la huella de una puerta y rozas de apoyo de bóvedas,
como también parecen confirmar los planos históricos.
Toda la crujía sur es la más modificada desde su erección. La sala de Profundis, levantada en 1600, servía de acceso al refectorio para los monjes y en ella también se reunían los legos con el Padre Procurador para realizar actos religiosos y de devoción. Tiene cubierta con bóveda de espejo y un pequeño cupulín central del que no se conoce su función porque no ilumina al estar cubierto por el tejado superior. La luz proviene de lunetos en el lado sur y ventanas altas abocinadas.
Cubierta de la sala de Profundis |
Estas dos salas en la actualidad están decoradas con cuadros
del cartujo fray Juan Sánchez Cotán,
monje lego que profesó en El Paular pero que luego se
trasladó a Granada, que fueron realizados para el exterior del claustrillo y
que tras las desamortizaciones y su utilización como decoración en los altares
del Corpus en la plaza Bib-Rambla, sufrieron grandes desperfectos, sometidos a
una posterior restauración.
Pinturas de Sánchez Cotán en el refectorio |
Una serie narra el origen y los comienzos de la vida de la
Orden, con la Resurrección de Diocres,
el Sueño de san Hugo, San Hugo recibiendo a san Bruno y sus
discípulos y otros tres lienzos de menor tamaño que fueron usados como
sobrepuertas representando visiones del paisaje de la primera Cartuja y que
representan a San Hugo señalándole a san
Bruno y a sus discípulos el lugar para fundar la Cartuja, la Construcción del primitivo templo y la Aparición de san Pedro a los discípulos de
san Bruno para decirles que pidan ayuda a la Virgen.
Tres lienzos de Sánchez Cotan en la sala de Profundis con paisajes de la fundación de la primera cartuja |
El otro ciclo se refiere a los martirios de los priores
cartujos en Inglaterra en época de Enrique VIII. Son cuatro grandes lienzos que
contienen una escena principal y otra secundaria con los mismos personajes para
narrar la historia completa del martirio. Sánchez Cotán tomó como referencia
los relatos del Flos Sanctorum de
Alonso de Villegas. Cuenta con Tres
priores y un monje de santa Brígida juzgados por Conwell, el Martirio de los tres priores y el monje de
santa Brígida, el Descuartizamiento
de los religiosos y el prior Juan de Houngton y la Prisión de los cartujos en la Torre de Londres. Lo mismo que en el
caso anterior, la serie se completa con otros tres lienzos de menor tamaño,
apaisados que representan, pareados bajo doble arcada, dos figuras de mártires.
Descuartizamiento de los religiosos y el prior Juan de Houngton |
Además, Sánchez Cotán realizó el lienzo de la Última Cena de la cabecera del refectorio
y la Cruz en trampantojo sobre el muro, y también están allí cuatro grandes
lienzos con escenas de la Pasión de Cristo que el pintor realizó para los
ángulos del claustro grande desaparecido.
Última Cena en el refectorio |
Calvario |
En la sala de Profundis destaca el retablo en trampantojo de trazas clasicistas que enmarcan un lienzo
de San Pedro y San Pablo que también realizó Sánchez Cotán, el único firmado
por el artista, que inscribe “Joannes fecit” en la espada de san Pablo, un
lienzo directamente inspirado en los modelos de Navarrete el Mudo para la
basílica de san Lorenzo de El Escorial. También son de Sánchez Cotán otros lienzos realizados para ocupar los espacios con puertas, con Dos santos obispos cartujos y el Paño de la Verónica portado por dos ángeles.
Retablo de San Pedro y San Pablo. El trampantojo tiene en cuanta las sombras que generaría uno real que recibiera la luz de las ventanas de la derecha |
Siguiendo en la crujía sur, a continuación de la sala de
Profundis hay otra dependencia, no visitable, que no resulta fácil identificar,
con dos plantas de techos planos y hoy compartimentada para su uso como
vivienda.
Después, en la esquina sureste, está la sala capitular de legos, trazada por fray Alonso de Ledesma y la
parte más antigua conservada, utilizada antes de la construcción del templo
definitivo como iglesia del monasterio. Muestra una sencilla portada decorada
con una moldura conopial que da acceso a un ámbito de planta rectangular
cubierta con bóveda de terceletes que apoyan en ménsulas a media altura en los
muros. Se ilumina mediante ventanas abocinadas de medio punto con sencillas
columnitas.
Ya en la panda este, primero está la salida al
claustro grande en torno al que se distribuían las celdas de los cartujos, hoy
un solar abandonado pero que todavía conserva la portada, y a continuación se
ubica la sala capitular de los monjes,
que data de la década de 1560, en perpendicular al ábside de la iglesia, aunque
en ese momento no estuviera construida, donde la comunidad se reunía para deliberar
sobre múltiples asuntos.
Alzado de la fachada oriental, a la que se adosaba el claustro grande, conservándose todavía la portada que lo comunicaba con el claustrillo, visible a la izquierda (2) |
Es de planta rectangular pero que se ochava en la cabecera,
cubierta en su primera parte con tres bóvedas nervadas con ligaduras formando
óvalos y con bóveda de cañón con grandes casetones que ya nos está hablando del
renacimiento y otra bóveda de tres paños con similar diseño para rematar la
cabecera ochavada.
Sala capitular de monjes |
Ésta gran sala estaba presidida por un retablo hoy
desaparecido con una lienzo central con la Asunción,
en propiedad particular, flanqueado por los santos Bruno y Juan Bautista y
coronado con un Calvario compuesto
por un Crucificado y los bustos de la Virgen y san Juan, todos conservados en
el Museo de Bellas Artes de Granada. En la predela había dos pequeñas tablas
con la Adoración de los Pastores y la
Epifanía, también en propiedad
particular, todos lienzos de Sánchez Cotán.
El resto de la decoración también se debió al prolífico lego
pero en la actualidad las pinturas que figuran en las paredes de las dos salas
capitulares son de Vicente Carducho, que las realizó
para la decoración del claustrillo que continúan con la historia de la Orden
que Sánchez Cotán no pudo terminar, y copian el gran ciclo que él mismo ya
había realizado para el claustro del Monasterio de El Paular en Rascafría.
Fueron un total de cincuenta y seis lienzos en dos series, una de escenas de la
Vida de san Bruno, desde su conversión hasta su muerte, y otra con Martirios
sufridos por los monjes.
De todas ellas, hoy se conservan, restauradas a comienzos de
la década de 2010 por el IPCE, San Bruno
renunciando al Arzobispado de Regia Calabria, La fuente milagrosa de la tumba de San Bruno, San Bruno con sus compañeros ante el Papa Urbano II y A san Hugo se le aparece un coro de ángeles,
hoy en la sala capitular de legos.
San Bruno renunciando al arzobispado de Regia Calabria |
A san Hugo se le aparece un coro de ángeles |
En la sala capitular de monjes se ubican La Virgen María se aparece a Pedro Faverio
poco antes de su muerte, La Virgen
María se aparece a Juan Fort, Martirio
de los Padres John Rochester y James Walworth, Martirio de cuatro monjes de la Cartuja de Roermond, La humildad y el menosprecio de los bienes
terrenales en la Orden Cartuja, Martirio
de los cartujos de Roermond, La
persecución de los Cartujos de Praga y Martirio
del padre Andrés.
La Virgen se aparece a Juan Fort |
Martirio de cuatro monjes de Roermond |
El martirio de los cartujos de Roermond |
El martirio del padre Andrés |
La panda norte, la adosada a la iglesia, está ocupada por cuatro capillas privadas. En una de
ellas estuvo una famosa Imposición de la
Casulla a San Ildefonso de Sánchez Cotán, en otra hay una Virgen del Rosario de José Risueño y en
otra está un Ecce Homo de barro
cocido de los escultores de fines del siglo XVI Miguel y Gerónimo García.
Imposición de la Casulla a san Ildefonso de Sánchez Cotán, hoy en el Museo de Bellas Artes de Granada |
Ecce Homo de Miguel y Gerónimo García en una de las capillas del claustrillo |
Entre la sala capitular y la iglesia se levanta un singular
y esbelto campanario que mezcla el
modelo de alminar y el de torre cristiana. Tiene planta cuadrada que esconde
una escalera de caracol central que asciende en giro contrario al de las agujas
del reloj, lo habitual en las torres de mezquitas. El cuerpo de campanas ocupa
la parte más alta, cun un arco abierto en cada lado y rematado por una pequeña
cúpula sobre tambor circular flanqueada por cuatro pirámides rematadas con
bolas.
Fachada sur de la iglesia y campanario desde el claustrillo |
La iglesia, que
comenzó a levantarse a mediados del siglo XVI de la mano del maestro Cristóbal
de Vilchez, el mismo que realizó la escalinata exterior de acceso, no quedó terminada
hasta 1662.
Crujía este del claustrillo, con la portada de la sala capitular de monjes a la derecha y la de la iglesia por la que se accede al coro de monjes al fondo |
Alzado de la portada de la iglesia que utilizaban los monjes |
Tiene planta rectangular de una única nave muy alargada separada
en tres zonas, cada una de ellas con accesos diferenciados, una organización
espacial similar a la de El Paular y al resto de templos
cartujos, con un primer ámbito a los pies con acceso desde la portada exterior
reservado para los fieles, un segundo para el coro de legos, con acceso desde
el ángulo noroeste del claustrillo, y un tercero, el más cercano al ábside con
el coro de monjes, al que también se accede desde el claustrillo.
Iglesia de la Cartuja de Granada |
Todo el pavimento es fruto de una restauración en la década
de 1960, y aunque es muy similar al original, se añadieron algunos recuadros de
dibujos que antes no existían.
La zona reservada al pueblo está separada por una simple
reja de escasa altura pero el coro de legos y el de monjes están separados por
un panel barroco que tiene un acceso
central con puertas de cristales biselados e incrustaciones de concha, marfil,
maderas nobles, nácar y plata realizadas en 1750 por el lego fray José Manuel Vázquez.
A ambos lados se ubican sendos retablos que enmarcan un Descanso en la huida a Egipto y un Bautismo, ambas pinturas de Sánchez Cotán.
Panel barroco que separa el coro de legos del de monjes |
Retablo del Bautismo de Cristo |
Retablo de la Natividad |
El coro de monjes tiene forma en U, con parte de la sillería
adosada a la estructura que lo separa del de legos. Ambas sillerías presentan
similar factura, de madera coronadas con una rica ornamentación en yeso
rematadas por un dosel del mismo material.
Coro de monjes desde el ábside |
El dosel está rematado por una impresionante crestería y por encima se desarrolla una decoración
con marcos de estuco que encuadran pinturas de Pedro Atanasio Bocanegra
fechadas hacia 1670 con escenas de la Vida de la Virgen alternadas con
hornacinas con imágenes también de yeso de figuras de la Biblia. Sobre la
puerta a los pies hay una Inmaculada
también de Bocanegra. Por encima se encuentra el cuerpo de ventanas, ubicadas en
los lunetos de la cubierta, de bóvedas de arista profusamente decoradas con
estuco.
Cubierta de la iglesia |
El presbiterio,
concebido por Francisco Hurtado Izquierdo en
1710, está separado del coro de monjes mediante dos gradas. Muestra planta
poligonal cubierta con cúpula oval sin tambor que insinúa un falso transepto precediendo
la bóveda de tres gajos que cubre la cabecera.
Cubierta de la zona absidial |
El altar mayor está flanqueado por sendas portadas en arco
de medio punto que dan acceso a dos oratorios laterales sobre las que se ubican
san Juan Bautista, patrón de la Orden, en el lado del Evangelio, y san Bruno,
fundador de la misma, en el de la Epístola.
Ábside |
El retablo mayor
es de talla dorada sobre un rico pedestal de mármol rojo con incrustaciones en
negro, enmarca una escultura de la Asunción de José de Mora y es exento, a modo
de baldaquino, con la imagen como suspendida, diseñado también de Hurtado, y
deja paso al sagrario tras el altar a través de una puerta de cristales de
Venecia. Por encima se ubican otros dos cuadros de Bocanegra, con los Apóstoles
rodeando el sepulcro de la Virgen sobre el que aparece, de nuevo, la Asunción
de Nuestra Señora, advocación del convento.
Frente y sección del altar mayor exento (2) |
Los dos laterales del presbiterio tienen la misma composición.
En el lado del Evangelio, en el cuerpo bajo aparecen dos arcos de medio punto,
el más cercano a la cabecera de acceso a la sacristía y el otro con un retablo
de la Virgen del Rosario con un lienzo de Bocanegra y una pequeña tabla con un Ecce Homo, flanqueando una Natividad de Bocanegra. En cuanto al
cuerpo alto, figura una hornacina con la escultura de yeso de san Hugo
flanqueada por las escenas de la Oración
en el Huerto y la Flagelación de
Sánchez Cotán.
En cuanto al lado de la Epístola, los arcos de medio punto
del cuerpo bajo sirven como marco para un retablo, el más cercano a la
cabecera, y el acceso a la iglesia desde el claustrillo hasta el coro de
monjes, y enmarcan una Epifanía de
Bocanegra. En el cuerpo alto, en la hornacina aparece un obispo cartujo no
identificado y los cuadros de los laterales son la Coronación de espinas y la Subida
al Calvario de Sánchez Cotán.
Lateral de la Epístola del presbiterio |
Detrás del altar mayor y adosado a éste se ubica el sagrario, un ámbito de devoción
eucarística propio de las comunidades cartujas españolas destinado a colocar al
Santísimo después de distribuirlo en la comunión a los legos, pues los
sacerdotes, oficiantes de misa, comulgaban en privado, conformándose como
sancta santorum, recinto de devoción íntima de los cartujos. En este sentido,
el de Granada quizá sea el más espectacular de estos ejemplos, levantado entre
1704 y 1720 como un prodigio en el que Francisco Hurtado Izquierdo parece querer
aplicar el “bel composto”, la idea desarrollada por Bernini en Roma de unir
arquitectura, escultura y pintura para que todas conformaran una hermosa
mezcla, pero con una peculiar forma de interpretación, adaptándola a la
sensibilidad artística peninsular, distinta a la italiana, con un abuso de lo
ornamental ausente en las obras berninianas.
Cúpula del sagrario |
Para ello el artista contó con la colaboración de los
escultores José Risueño, José de Mora y Pedro Duque Cornejo y del pintor
Antonio Palomino, al que se considera, probablemente siguiendo las indicaciones
del prior Fray Francisco de Bustamante, responsable del programa iconográfico.
En cuanto a la sacristía,
que se construye adosada al ábside por el lado del Evangelio entre 1732 y 1764, se cree que Hurtado Izquierdo habría dado una traza sucinta de la misma,
aunque no se sabe con certeza.
Sacristía |
Es un ámbito de planta rectangular concebido como verdadero
templo y en el que la mezcla de labores mármoles de colores, yesería tallada en
múltiples y variados motivos llenos de movimiento, carpintería y pintura y el
uso inteligente de la luz lo conforman como uno de los exponentes más
destacados de la fase final del barroco español.
(Tal es la fuerza y
espectacularidad de El sagrario y de la sacristía de la Cartuja de Granada
que les dedico este post aparte para que podamos recrearnos en ellos más
pausadamente).
Santa María de Moreruela en Granja de
Moreruela, de Zamora
San Pedro de Cardeña en Castrillo del Val, en
Burgos
San Juan de los Reyes de Toledo
San Benito el Real de Valladolid
San Martiño Pinario en Santiago de Compostela
Convento de las Bernardas de Alcalá de Henares,
en Madrid
Santa María del Paular en Rascafría, de Madrid
Santo Tomás de Ávila
San Antonio el Real de Segovia
Santa María del Parral de Segovia
San Miniato al Monte de Florencia
Convento da Madre de Deus, hoy Museu Nacional do
Azulejo en Lisboa
Santa Maria da Vitória de Batalha
Santa-Clara-a-Velha de Coímbra
Santa Cruz de Coímbra
Santa María de Celas de Coímbra
Santa María de Alcobaça
Basilica dei Santi Giovanni e Paolo de
Venecia
Basilica di Santa Maria Gloriosa dei Frari de
Venecia
Monasterio de San Michele in Isola de
Venecia
Referencias:
(2) ALMAGRO GORBEA, A., Planimetría
de la Cartuja de la Asunción de Nuestra Señora de Granada, Granada, Escuela
de Estudios Árabes CSIC, 2010.
Fuentes:
ALMAGRO GORBEA, A., Planimetría
de la Cartuja de la Asunción de Nuestra Señora de Granada, Granada, Escuela
de Estudios Árabes CSIC, 2010.
DELGADO LÓPEZ, F., “Calas iconográficas en lo pintado por
Sánchez Cotán en la Cartuja de Granada”. Butlleti de la Reial Academia Catalana
de Belles Arts de Sant Jordi, XI, 1997, pp. 311-318.
FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, B. y CASTILLO RUIZ, J., “La definición
de un nuevo espacio de protección en el Campus Universitario de La Cartuja,
delimitación del entorno del Monasterio de La Cartuja de La Asunción de
Granada, propuesta de actuación”. Porta
da aira: revista de historia del arte orensano, nº 11, 2006, pp. 579-618.
GÓMEZ MORENO, M. Guía
de Granada, Granada, 1892.
GUTIÉREZ PLA, C. Pintura
mural de Antonio Palomino (1655-1726). Documento consultado en pdf: http://www.centroelba.es/source/Documentos/palomino-final.pdf
NAVARRETE PRIETO, B., “Dibujos de Antonio Palomino en le
British Museum de Londres y la Biblioteca Nacional de España: el Sagrario de la
Cartuja de Granada”, Archivo Español de Arte, LXXXIII, nº 333, 2011, pp. 59-90.
NAVASCUÉS PALACIO, P., Monasterios en España.
Arquitectura y vida monástica. Barcelona, Lunwerg, 2000.
RODRÍGUEZ G. de CEBALLOS, A., “El ‘Bel Composto’ berniniano
a la española”. Semata: Ciencias sociais
e humanidades, nº 10, 1998, pp. 265-279.
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