Las fachadas de la Sacra Capilla del Salvador del Mundo de Úbeda
La Sacra Capilla del Salvador del Mundo de Úbeda se ubica en el eje este-oeste de axialidad longitudinal de la emblemática plaza de Juan Vázquez de Molina, uno de los conjuntos renacentistas más asombrosos de nuestro país y el recinto abierto más extenso y despejado de toda la retícula urbana en el corazón arqueológico, histórico y arquitectónico de la ciudad, el barrio del alcázar, donde a lo largo de la historia han estado una fortaleza musulmana, la mezquita mayor, la colegiata de Santa María, los grandes palacios del Renacimiento, el antiguo Pósito, iglesias, conventos o la judería.
Plaza Vázquez de Molina, con la Capilla del Salvador al fondo |
Como capilla funeraria de don Francisco de los Cobos y su esposa, doña María de Mendoza y Sarmiento, es un edificio excepcional por su carácter
exento y privado, una de las obras más importantes del Renacimiento y uno de
los mayores logros a los que podía aspirar un hombre del siglo XVI. Fue posible gracias al
encuentro entre sus comitentes, el deán don Fernando Ortega, los arquitectos Diego
de Siloé y Andrés de Vandelvira, los escultores Esteban Jamete y Alonso Berruguete,
y el arquitecto, escultor, orfebre y rejero Francisco de Villalpando, que
llevaron a cabo la empresa más ambiciosa de toda la arquitectura religiosa
privada del siglo XVI, un templo que en su día fue símbolo de prestigio y de
poder y que hoy es clave imprescindible para el conocimiento del Renacimiento
español.
Tras
habernos detenido en su génesis y los personajes relevantes que la hicieron posible (podéis ver este enlace) y en su construcción y su estado actual (podéis ver este enlace), ahora vamos a ver sus fachadas.
La fachada occidental, abierta a la plaza
Vázquez de Molina, presenta tres calles separadas por contrafuertes y
flanqueadas por sendos torreones circulares. Realizada según trazas de Andrés de Vandelvira, con decoración
escultórica atribuida al escultor de origen francés Esteban Jamete, aunque con intervención de taller, y seguramente
bajo la dirección iconográfica del deán
don Fernando Ortega, amigo personal de Cobos y su apoderado en Úbeda,
además de primer capellán mayor de su capilla, desarrolla un complejo mensaje
que alude a la muerte, al honor, a la gloria familiar y a Cristo Salvador a
través del Antiguo y Nuevo Testamento y el mundo clásico pagano, un templo que
don Francisco levantó a Dios Salvador, pero, sobre todo, a sí mismo, en una
exaltación de la inmortalidad tanto del hombre como de Cristo.
Fachada occidental de la Sacra Capilla del Salvador |
Alzado de la fachada occidental (1) |
La portada, por expreso deseo de su
comitente, sigue el esquema de la Puerta del Perdón de Diego de Siloe de la catedral de Granada, con estructura de gran arco de triunfo, sobre todo en su
primer cuerpo.
Portada occidental de la Capilla del Salvador |
Puerta del Perdón de la catedral de Granada (2) |
Se
divide en dos cuerpos. El bajo muestra arco de medio punto central cuyas
dovelas del intradós parecen desarrollar una cosmogonía de origen platónico
representando el Panteón Olímpico. Eolo, Neptuno, Vulcano y Anteo,
representación de los cuatro elementos sublunares, son una referencia inmediata
al Infierno. Pero si el alma se salva será trascendida a una de las restantes
esferas, representadas por Diana, Mercurio, Venus, Febo, Marte, Júpiter y, por
fin, Saturno ocupa la clave, séptimo cielo donde reposan los espíritus
contemplativos.
Dovelas del intradós del arco de entrada representando el Panteón Olímpico |
Eolo y Anteo en las dovelas del arco |
Júpiter y Febo en las dovelas del arco |
Saturno en la clave |
En las
enjutas del arco aparecen, coronadas por sendos amorcillos, las alegorías de la
Fe y la Justicia sosteniendo una cartela situada sobre el arco en la que se
recoge la definición de las dos virtudes, necesarias para el buen gobernante.
Enjutas del arco con las alegorías de la Fe y la Justicia |
El arco
está flanqueado por columnas pareadas corintias sobre basamentos y nichos
avenerados superpuestos en los intercolumnios que tendrían que haber contenido
las esculturas de los cuatro Evangelistas pero que están vacíos.
Ambos
cuerpos están separados por un entablamento con labor escultórica en el friso
con escenas bíblicas. En el lado del Evangelio se representan La Caída del maná y el Nacimiento de María, esta última
flanqueada por dos de los cuatro profetas que anticiparon los enigmas marianos,
Jeremías y Miqueas.
Entablamento con La Caída del maná |
Bajo los relieves y semiocultos en las retropilastras detrás de las columnas, se ubican tres tondos con las cabezas de Julio César, don Francisco de los Cobos y un Emperador del Sacro Imperio como defensor del Catolicismo, quizá el propio Carlos V, pues presenta el Toisón de oro.
Francisco de los Cobos y Julio César (3) |
En el
lado de la Epístola aparecen la Adoración
de la serpiente de bronce y el Abrazo
ante la Puerta Dorada franqueada por Moisés e Isaías, los otros dos
profetas que anticiparon los enigmas marianos, y semiocultos en las retropilastras
tras las columnas se ubican tres tondos con las cabezas de Santa Isabel, doña
María de Mendoza y Santa Helena.
Adoración de la serpiente de bronce |
Santa Isabel y María de Mendoza (3) |
Las dos
escenas del Antiguo Testamento estarían aludiendo a la presencia real de Cristo
en la Eucaristía y los relieves marianos se referirían a la labor intercesora
de María concebida sin pecado. En cuanto a los tondos, quedarían relacionados
mediante la asociación de dos emperadores, uno antiguo y otro coetáneo, los
fundadores de la capilla y dos santas, Santa Helena aludiendo a la Pasión de El
Salvador por haber encontrado la cruz de Cristo y Santa Isabel como santa
patrona de la emperatriz.
El
segundo cuerpo presenta un panel central con la escena de la Transfiguración, que también protagoniza
el altar mayor.
Segundo cuerpo |
Panel de la Transfiguración |
Este
episodio de la Vida de Cristo aparece en los Evangelios de Mateo, Marcos y
Lucas. Mateo, que es el más extenso, dice que Jesús tomó a Pedro,
Santiago y Juan, al que denomina “mi hermano”, los llevó a un monte y se
transfiguró ante ellos, perdiendo su apariencia corporal y quedando como un
espíritu. Al tiempo, se abrieron los Cielos y aparecieron Moisés y Elías. Les
cubrió una nube de luz y Dios afirmó que Él era su hijo amado, mientras que los
discípulos se asustaron, se taparon la cabeza y no se atrevieron a mirar. Moisés
aparece representando la Ley y Elías a los Profetas, y su presencia confirmaría
que Jesús era el Salvador, advocación de la capilla, anunciado en el Antiguo
Testamento. Así, la Transfiguración
se entiende como una teofanía de Dios pero también como una teofanía de la
Trinidad cuando se incorpora una paloma a la escena. También representa la
esperanza en la resurrección de los muertos y en la Vida Eterna, mostrándonos
la muerte como una transfiguración.
La escena
está flanqueada de nuevo por dobles columnas corintias e intercolumnios con
nichos avenerados con las esculturas de San Pablo y San Andrés como
representantes de la cristiandad apostólica. Bajo los nichos se ubican sendos
tenantes niños sosteniendo los escudos de los patronos.
San Pablo y San Andrés |
Por
encima de este segundo cuerpo aparece una ventana con tres arcos de medio
punto, el central más grande, y la calle central se remata mediante un sencillo
frontón triangular sin decoración alguna.
Ventana y frontón de remate |
En la
parte baja de los contrafuertes se encuentran dos de los trabajos de Hércules,
la Lucha contra el centauro Neso y
los Toros de Gerión, alusiones
directas al alma virtuosa del esforzado caballero cristiano.
Lucha contra el centauro Neso |
Toros de Gerión |
Más
arriba, en los propios contrafuertes, se ubican sendos tondos con la heráldica
de los comitentes, que se repite en el remate, incidiendo en el carácter
privado de la fundación.
Escudos de Francisco de los Cobos y de María de Mendoza en los contrafuertes |
En las
calles laterales de nuevo aparecen los escudos de los fundadores, esta vez sobre
sarcófagos entreabiertos, reflejando el sentido funerario del edificio. Están
sostenidos por tenantes guerreros el de don Francisco, en el lado del
Evangelio, y por tenantes femeninas el de doña María, en el lado de la Epístola. Por encima corre un friso de arcos entrelazados, símbolo de la inmortalidad.
Escudo de Francisco delos Cobos en la calle lateral del Evangelio de la fachada occidental |
Escudo de María de Mendoza en la calle lateral de la Epístola de la fachada occidental |
Los “tenantes” tienen su origen en los dos pajes que en los
desfiles de justas sostenían los escudos de cada caballero, utilizados con
anterioridad en edificios civiles como el Palacio del Infantado de Guadalajara,
realizado por Juan Guas hacia 1480. El primer edificio religioso en el que
aparecen quizá sea en la Capilla
de los Condestables de la catedral de Burgos, tanto en el interior como
en el exterior.
Las
torretas laterales muestran guirnaldas y bucráneos, que solían ponerse en los
templos clásicos en memoria de los sacrificios.
La fachada norte forma una pequeña plaza
mediante el lateral de la nave del Evangelio y el cuerpo de la sacristía de
Vandelvira, desde la que arranca una calle que lleva al palacio de don
Francisco.
Plaza del Padre Antonio, con la fachada norte de la Capilla del Salvador |
La portada, abierta a la segunda capilla
del lado del Evangelio, fue trazada por Vandelvira, con decoración escultórica
de Jamete. Situada entre dos contrafuertes, también se organiza a modo de arco
de triunfo, con arco de medio punto central con figuras con cestos de frutas en
las enjutas flanqueado por columnas pareadas sobre plintos en el primer cuerpo,
friso decorado con figuras mitológicas mitad hombres mitad serpientes y un
segundo cuerpo con un arco de medio punto central con Santiago en la Batalla de
Clavijo flanqueado por pilastras cajeadas con la escena de la Anunciación sobre
las que aparecen las figuras sedentes de San Pedro y San Pablo. El conjunto se
remata con la paloma del Espíritu Santo en la clave sobre la que se sitúa un
tondo con Dios Padre sostenido por ángeles y el Niño con una cruz por encima,
representación de la Trinidad.
Portada norte |
Santiago Matamoros, tondo con Dios Padre y el Niño con la cruz |
Relieves de la Anunciación y esculturas sedentes de San Pedro y San Pablo |
Santiago
Sebastián interpreta la portada en clave cristológica combinada con cierto
nacionalismo hispano por la presencia de Santiago. El profesor Joaquín Montes
Bardo aprecia tres tiempos: primordial, mesiánico y apostólico. El primordial
sería el momento inicial en el que se crea el mundo, que se correspondería con
la Trinidad, y cuando Satanás es arrojado de los infiernos, aquí representado
por las figuras serpentiformes del friso. El tiempo mesiánico quedaría
representado por la Anunciación y serviría de soporte para el apostólico, con
los santos Pedro y Pablo. En cuanto al relieve de Santiago, considera que sería
una alusión directa a don Francisco de los Cobos como Comendador Mayor de León
de la Orden de Santiago.
La fachada sur abre a una calle que
conduce a un mirador desde el que se ven los campos de olivares ubetenses.
Fachada sur de la Capilla del Salvador |
Alzado de la fachada sur (1) |
La portada, fechada en una cartela en 1537, se considera que fue trazada por Vandelvira, con labor escultórica realizada seguramente bajo las instrucciones del deán Ortega, y parece inspirarse, según Delfín Rodríguez, en la Magna Porta de la Hypnerotomachia Poliphili de Francesco Colonna, publicada en Venecia en 1499, obra de gran éxito en los siglos XVI y XVII, traducida a diversas lenguas, y que muy probablemente podría haber poseído el deán, sugiriéndole a Vandelvira que la tuviera en cuenta para inspirarse.
Portada sur |
Alzado de la portada sur (1) |
Magna Porta de la Hypnerotomacchia Poliphili de Francesco Colonna (4) |
Presenta
arco de medio punto central y enjutas en las que se representa a un joven y a un
anciano abrazados a una espada de doble filo con una empuñadura que la
convierte en cruz, emblema de la Orden de Santiago.
El arco
está flanqueado por pilastras jónicas cajeadas, decoradas con tondos con
cabezas, apoyadas sobre basamento que sustentan un friso decorado con figuras
humanas y calaveras. Este primer cuerpo está flanqueado por sendos guerreros.
El segundo
cuerpo está compuesto por un entablamento tripartito con San Marcos entre los
Santos Juanes flanqueado por las alegorías de la Justicia y la Fortaleza. La
composición se remata mediante un frontón triangular que cobija la alegoría de
la Caridad y tres figuras en los vértices.
Segundo cuerpo del a portada sur |
San Marcos flanqueado por San Juan Evangelista y San Juan Bautista |
Alegoría de la Caridad |
Santiago
Sebastián interpreta a los guerreros que flanquean la puerta como símbolos de
la Virtud, al joven y al anciano de las enjutas como símbolo de la regeneración
del hombre antiguo a través del bautismo. En cuanto a San Marcos y los Santos
Juanes, estarían aquí presentes como anunciantes del mensaje de Cristo. La
Caridad, como virtud teologal, ocuparía un lugar preponderante respecto a la
Fortaleza y la Templanza, virtudes cardinales.
Guerreros flanqueando la puerta |
Por su
parte, Arsenio Moreno relaciona a los dos guerreros con Hércules y Teseo, que
inciden en el carácter miliciano que el cristiano debe ejercer.
Sin
embargo, Joaquín Montes Bardo considera que ambas figuras son prefiguraciones
eucarísticas, identificando al guerrero de la derecha con Abraham y al de la
izquierda con Melquisedec. Este especialista también ve complementariedad entre
las iconografías de las dos portadas laterales, considerando que narran la
supremacía de la religión cristiana sobra la judía y la musulmana bajo el
patrocinio de la Orden de Santiago. Así, el entablamento tripartito, con San
Marcos, aludiría directamente a don Francisco de los Cobos como Comendador
Mayor de León, cuya casa matriz estaba bajo la advocación y patrocinio de San
Juan Evangelista, situado a su lado. El Bautista representaría el enlace entre
el Antiguo y el Nuevo Testamento y las Virtudes serían una referencia a la
serenidad y reposo del caballero cristiano. En cuanto a las figuras en los vértices
del frontón, las identifica con un Niño de Resurrección que anuncia la
Salvación flanqueado por la Religión Cristiana, con una cruz, y la Religión
Judía, con las Tablas de la Ley.
Si
queréis saber más sobre la impresionante Capilla del Salvador de Úbeda, éstas
son el resto de entradas que le dedico en el blog:
La Sacra Capilla funeraria del Salvador del Mundo de Úbeda. Introducción y personajes relevantes
La Sacra Capilla del Salvador del Mundo de Úbeda. Su construcción y su estado actual
La sacristía de la Sacra Capilla del Salvador del Mundo de Úbeda
Imágenes
ajenas:
(1) https://www.academiacolecciones.com/arquitectura/introduccion.php
(2) http://sdk.3dvista.com/123060001/
(3) PÉREZ GIL, J., “El valor del retrato. Francisco de los Cobos y la notoriedad del linaje”. En GARCÍA NISTAL, J. (coord.), Imagen y documento: materiales para conocer y construir una historia cultural, 2014, pp. 61-87.
(4) https://www.wikiwand.com/en/Hypnerotomachia_Poliphili
Bibliografía:
ASOCIACIÓN
CULTURAL UBETENSE ALFREDO CAZABÁN LAGUNA, Guía Histórico Artística de Úbeda, Úbeda, El Olivo, 2004.
CHECA
CREMADES, F., Pintura y escultura
del Renacimiento en España. 1450-1600, Madrid, Cátedra, 1999.
CHUECA GOITIA, F., Andrés de Vandelvira, arquitecto, Jaén, Riquelme Vargas, 1995.
Conjuntos monumentales
renacentistas de Úbeda-Baeza. “Enclave humanista del Renacimiento español”.
Formulario para la inscripción de Úbeda-Baeza
en la Lista de Patrimonio Mundial, Junta de Andalucía-Ayuntamientos de
Úbeda y Baeza, junio 1999.
MONTES
BARDO, J., “Excepcionalidad del discurso iconológico renacentista en Úbeda y
Baeza”, en SÁNCHEZ DE LAS HERAS, C. (coord.), Conjuntos monumentales de Úbeda y Baeza. Patrimonio mundial. Enclave
dual del renacimiento español, Junta de Andalucía, 2003, pp. 55-66.
MORENO
MENDOZA, A., Úbeda Renacentista,
Madrid, Electa, 1993.
NIETO,
V., MORALES, A. y CHECA, F., Arquitectura
del Renacimiento en España. 1488-1599. Madrid, Cátedra, 2001.
PÉREZ
GIL, J., “El valor del retrato. Francisco de los Cobos y la notoriedad del
linaje”. En GARCÍA NISTAL, J. (coord.), Imagen
y documento: materiales para conocer y construir una historia cultural,
2014, pp. 61-87.
PRETEL
MARÍN, A. (coord.), Andrés de Vandelvira.
V Centenario, Albacete, 2005.
RAMIRO
RAMÍREZ, S., “Francisco de los Cobos y la fama: promoción arquitectónica y
literatura cortesana de oposición”, Anales
de Historia del Arte, vol. 23, 2013, pp. 71-88.
RUIZ
RAMOS, F. J., La Sacra Capilla de El
Salvador de Úbeda. Estudio histórico-artístico, iconográfico e iconológico,
Úbeda, Asociación Cultural Ubetense Alfredo Cazabán Laguna, 2012.
SEBASTIÁN
LÓPEZ, S., “El método iconológico y su aplicación a El Salvador de Úbeda”,
Primer Congreso Nacional de Historia del Arte, Trujillo, 10-12 de
junio de 1977,
1977, pp. 89-99.
Comentarios