La Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid
El antiguo Colegio Mayor san Ildefonso, actual rectorado de
la Universidad de Alcalá, fue el edificio principal de una moderna Universidad
fundada por el cardenal fray Francisco Jiménez de Cisneros, arzobispo de Toledo
y confesor de Isabel la Católica, a fines del siglo XV.
Fachada del Colegio Mayor San Ildefonso de Alcalá de Henares |
Además, en 1459 el arzobispo don Alonso Carrillo de Acuña obtuvo
una bula de Pío II para crear tres cátedras de Artes Liberales y Ciencias
Sagradas en un monasterio de franciscanos observantes fundado por él mismo pocos años
antes en la ciudad, que en 1487 y a petición del arzobispo don
Pedro González de Mendoza, se transformó en el primer studium generale franciscano en Castilla
añadiéndosele las cátedras de Teología, Derecho Civil y Canónico.
Y es basándose en esta fundación que en 1499 el cardenal
Cisneros, franciscano que había sido alumno del Estudio General, funda, mediante
bula del papa Alejando VI que confirmaba y ampliaba los privilegios de los
Estudios de Sancho IV, la Complutensis
Universitas bajo la advocación de San Ildefonso, patrono de la
archidiócesis toledana, de la que dependía Alcalá y de la que él era titular.
El cardenal quiso crear una Civitas Dei, un campus de nueva planta, un producto propio de las
nuevas corrientes humanistas y donde se formaran los laicos y eclesiásticos
destinados a dirigir un nuevo estado ya propio de la Edad Moderna, la Monarquía
Católica de Isabel y Fernando.
Parcial con la Manzana Cisneriana en una maqueta de la ciudad expuesta en el Colegio san Ildefonso |
En el Colegio Mayor se establecieron las enseñanzas superiores
de Teología, Derecho Canónico y Medicina para treinta y tres colegiales, la
edad de Cristo, y doce capellanes, en relación con los apóstoles. Pero en
estrecha relación con éste, también se crearon otros colegios menores. En las
Constituciones, aprobadas por el propio Cardenal en 1510, se establecía la
creación de doce, de nuevo en relación con los apóstoles, para doce estudiantes
pobres cada uno, y otros seis más con otros doce estudiantes cada uno en honor a los setenta y dos discípulos de
los apóstoles.
En vida del cardenal ya se pusieron en marcha seis de ellos:
el de la Madre de Dios, para los
primeros estudios de Teología y Medicina, convertido en cuartel de la Guardia Civil
tras las desamortizaciones del siglo XIX y en la actualidad sede del Colegio de
Abogados de Alcalá; el de san Pedro y
san Pablo, fundado para la formación de religiosos franciscanos, el único
bajo la dirección de una Orden, a la que pertenecía Cisneros, al lado del de
San Ildefonso y todavía conservado, albergando los Servicios Centrales de la Universidad; santa Catalina, dedicado al estudio de
la Física, adosado al ala oeste del Patio de Filósofos y hoy sede de la Real
Sociedad Deportiva de Alcalá; santa
Balbina, para la Lógica, asignatura de los primeros cursos de Teología, con
un edificio hoy desaparecido en el callejón de san Pedro y san Pablo; san Eugenio, para gramáticos,
estudiosos del Latín, que estaba en la actual calle Antonio de Nebrija; y san Isidoro, para estudiantes de Griego,
y que en 1649 se fusionó con el de san Eugenio en el Colegio Menor de san
Ambrosio. Además, en 1513 Cisneros también fundó el Colegio-hospital de san Lucas y san Nicolás para alojar estudiantes
enfermos de pocos recursos, que estaba en la actual plaza Atilano Casado. Los
cuatro primeros se agruparon en torno al Colegio Mayor y los otros estaban en torno a la
Puerta de Santiago.
Plano de Alcalá de Henares en los siglos XVI y XVII con las indicaciones de la ubicación de la Manzana Cisneriana y los edificios en torno a la Puerta de Santiago (1) |
Como el programa no quedó completo a la muerte de Cisneros en
1517, después fueron surgiendo otros colegios menores, vinculados a órdenes
religiosas, militares, de la diócesis, una fundación real, otra privada… hasta
llegar a un total de treinta y seis fundaciones dedicadas a la enseñanza entre
colegios y conventos.
Sepulcro vacío del cardenal Cisneros en la Capilla de san Ildefonso (2) |
Durante los siglos XVI y XVII la universidad se convirtió en
un gran centro de excelencia académica, modelo para las que se fueron construyendo en Hispanoamérica, conformándose
como el principal foco del Humanismo en la Monarquía Hispánica, donde
estudiaron figuras esenciales de la cultura como Antonio de Nebrija, Tomás de
Villanueva, Juan Ginés de Sepúlveda, Ignacio de Loyola, Domingo de Soto,
Ambrosio de Morales, Benito Arias Montano, Juan de Mariana, Francisco Valles de
Covarrubias, Juan de la Cruz, Mateo Alemán, Lope de Vega, Francisco de Quevedo,
Pedro Calderón de la Barca, Melchor Gaspar de Jovellanos… Tras la Contrarreforma, también fue universidad europea
de referencia para el estudio de Teología, con muchos estudiantes flamencos
e irlandeses.
El siglo XVIII, periodo de cambio en los modelos educativos universitarios, contó en Alcalá con la figura de Gaspar Melchor de Jovellanos. Además, en 1785 se confirió el grado de doctora en Filosofía a la primera mujer, doña María Isidra de Guzmán y de la Cerda.
El siglo XVIII, periodo de cambio en los modelos educativos universitarios, contó en Alcalá con la figura de Gaspar Melchor de Jovellanos. Además, en 1785 se confirió el grado de doctora en Filosofía a la primera mujer, doña María Isidra de Guzmán y de la Cerda.
Pero llegó el convulso siglo XIX, y aunque en 1824 la
Universidad de Sigüenza quedó incorporada a la de Alcalá, un Real Decreto de
Isabel II de 1836 estableció su desmantelamiento mediante la integración de sus
rentas y profesorado en la recién creada Universidad Central de Madrid,
incluyendo su patrimonio documental y bibliográfico, que fue trasladado a la
sede de la calle San Bernardo, y que incluso terminó adueñándose del nombre
cuando en 1969 pasó a denominarse “Universidad Complutense de Madrid”.
En los años siguientes los edificios fueron subastados.
La llamada “Manzana Universitaria o Cisneriana” pasó por varias manos hasta llegar a don Javier de Quinto y Cortés, influyente político de la época, después nombrado conde de Quinto por Isabel II, que empezó a despojar al conjunto de muchas de sus obras de arte y destruyó otras.
La llamada “Manzana Universitaria o Cisneriana” pasó por varias manos hasta llegar a don Javier de Quinto y Cortés, influyente político de la época, después nombrado conde de Quinto por Isabel II, que empezó a despojar al conjunto de muchas de sus obras de arte y destruyó otras.
Precisamente para evitar este expolio, en 1851 un grupo de
vecinos de la localidad se unieron y crearon la "Sociedad de Condueños de
los edificios que fueron Universidad" para adquirir y proteger su patrimonio
inmobiliario, una decisión que resultó esencial para su conservación.
Siempre controlando las obras que podían realizarse, los
edificios pasaron por múltiples usos hasta que en 1975 se recuperaron las
funciones docentes superiores, primero como campus dependiente de la
Complutense de Madrid y, a partir de 1977, como la independiente Universidad de
Alcalá, con una labor de recuperación de su patrimonio histórico-artístico que
hizo posible que en 1998 la UNESCO declarara la Universidad de Alcalá y su recinto
histórico Patrimonio de la Humanidad.
Detalle de la fachada |
La Manzana Universitaria ocupa una superficie de más de
15.000 metros cuadrados, un proyecto urbanístico que Cisneros encargó a Pedro Gumiel, su maestro de obras en el
arzobispado toledano.
La primera piedra fue colocada en 1501. Con Gumiel también trabajó
Francisco Carabaña, que le sustituye
como maestro de obras a su muerte. La fábrica se compuso de cimentación de
sillares y el resto en mampostería, ladrillo y madera.
En 1517 se constata por primera vez la presencia de Luis de Vega, que en 1531 es nombrado
maestro de obras de la Universidad, cargo que desempeña, por lo menos, hasta
1562 compaginándolo con el de maestro de obras reales, un periodo de
importantes intervenciones en la Universidad como las de Rodrigo Gil de Hontañón en la fachada, Juan
de la Riba, Lope Hormero, Pedro de la Cotera o su propio sobrino,
Gaspar de Vega, los dos últimos relacionados con el Patrio Trilingüe.
La fachada del Colegio Mayor san Ildefonso es una de
las obras más conocidas de Rodrigo Gil
de Hontañón, iniciada en 1537 como culminación de la obra de Pedro Gumiel y
terminada en 1553.
Alzado de la fachada del Colegio Mayor san Ildefonso de Alcalá de Henares. Planoteca IPCE |
Está precedida por una lonja delimitada por columnas unidas
por cadenas que indicaban el ámbito de jurisdicción de la Universidad, pues en
1512 Julio II concedió una bula por la que todos sus miembros quedaban exentos
de la jurisdicción del arzobispado de Toledo para acogerse a la suya propia,
los mismos privilegios de los que ya gozaban París o Salamanca.
Lonja ante la fachada definida por columnas unidas con cadenas |
Realizada en piedra caliza de Tamajón y Ozerruecas, se
organiza como fachada retablo de tres cuerpos y cinco calles separadas por
entrecalles con columnas y pilastras y durante su ejecución experimentó
transformaciones en relación con el enriquecimiento ornamental y la aceptación
de elementos clásicos que se atribuyen a la incorporación de escultores, algunos
de origen francés, y al papel destacado de Claudio de Arciniega, conformando un
ciclo iconográfico en relación con los principios ideológicos de la
institución.
Fachada del Colegio san Ildefonso |
Las tres calles centrales son de mayor altura. En el cuerpo
bajo de las de los extremos aparecen ventanas con rejas forjadas, frontones
triangulares que acogen medallones con los Padres de la Iglesia Católica y decoración
de candelieri y grutescos en las jambas.
Calle central de la fachada |
El cuerpo bajo central presenta portada de arco carpanel con
arquivoltas planas en degradación, putti en las enjutas y en la clave
sosteniendo guirnaldas y está enmarcada por parejas de columnas estriadas sobre
plintos y capiteles pseudocorintios.
Detalle del arco de entrada con putti sosteniendo guirlanda |
En el centro del segundo cuerpo se ubica un balcón que
iluminaba la biblioteca, enmarcado por columnas abalaustradas flanqueadas por
las alegorías de la Fama y la Historia como guardianes de la Sabiduría, obra de
Hans de Sevilla. En el frontispicio se ubica un medallón con el busto de san
Ildefonso como patrón del Colegio y del arzobispado de Toledo, al que
pertenecía Alcalá, y en el frontón semicircular el escudo de Cisneros, con
otros dos a ambos lados como heráldica de la propia Universidad, pues adopta la
de su cardenal fundador.
Detalle del balcón central |
La calle central está delimitada por dos pares de columnas
jónicas de fustes decorados con motivos vegetales sostenidas por dos atlantes
realizados por Claudio de Arciniega.
Atlante y Alegoría de la Fama |
Atlante y Alegoría de la Historia |
A ambos lados, y en eje con los ventanales del cuerpo bajo,
aparecen otros de mayor tamaño que repiten el esquema del central sobre la
portada, con los santos Pedro y Pablo en los medallones de los frontispicios.
Todas las rejas de los ventanales del segundo cuerpo fueron
obra de Juan de Villalpando y Ruiz Díaz del Corral, maestros rejeros de la
catedral de Toledo.
El tercer cuerpo es una galería de arcos de medio punto con
ménsulas en la clave y un escudo imperial de Carlos V flanqueado por el lema
PLUS ULTRA, las columnas de Hércules y dos cruces de san Andrés con los
eslabones de Borgoña, obra de Juan Guerra.
A su vez, esta calle está delimitada por parejas de columnas
entre las que se sitúan Perseo con la cabeza de Medusa y Andrómeda peinándose
con un pájaro en la mano izquierda, obra de Nicolás Ribero. Como remate, un
frontón triangular que acoge el busto de un Pantocrátor, dos varones, uno joven
y otro viejo, a la izquierda, y dos mujeres repitiendo el mismo esquema a la
derecha y cruz con el anagrama XPS en el vértice superior.
Las dos calles laterales repiten esquema, con cuerpo bajo
con ventanas centrales idénticas a las de las calles centrales laterales aunque
cegadas, además de otra algo más alta adintelada y flanqueada por columnas
jónicas y un segundo cuerpo con dos ventanas superpuestas.
Calle lateral izquierda |
El edificio se remata con un entablamento con gárgolas,
reminiscencia gótica, balaustrada con crestería y doce candeleros que
representan las doce lenguas de fuego de Pentecostés, símbolos del Espíritu
Santo e imágenes del saber de la Cristiandad, obra de Juan de Miera.
Detalle de las gárgolas |
El conjunto universitario cuenta con tres patios. Al
atravesar la portada estaba el Patio Mayor de Escuelas realizado en ladrillo, alrededor
del que se establecían las dependencias más destacadas, sustituido en el siglo
XVII por el actual Patio de santo Tomás
de Villanueva, primer santo salido de sus aulas, levantado a partir de 1657
siguiendo trazas de Joseph Sopeña,
nuevo maestro mayor de obras de la Universidad. En la planta noble de la crujía
sur, con ventanas hacia la fachada principal, estaba la Biblioteca.
Patio de santo Tomás de Villanueva |
Alzado de una de las alas del Patio de santo Tomás de Villanueva (4) |
Construido en granito, presenta tres alturas, la baja y
primera con arcos de medio punto sobre columnas toscanas y la última con arcos
rebajados y orden corintio.
Galería alta norte del Patio de Santo Tomás de Villanueva |
La balaustrada de remate presenta pirámides y bolas y cuatro
áticos con sendos relieves de Francisco de la Dehesa que representan a Cisneros
revestido, con una cruz en una mano y un bastón de mando en la otra, símbolo de
su periodo de Regencia a la muerte de Fernando el Católico, Santo Tomás de
Villanueva como colegial y dos escudos del cardenal.
Ático de Santo Tomás de Villanueva |
Por encima corre un friso con la inscripción relacionada con
el fundador y en los balaustres de remate puede leerse "EN LVTEAM OLIM CELEBRA A MARMOREAM" (Lo anterior en barro se celebra en mármol), en relación con la otra
famosa frase “otros harán en mármol y piedra lo que yo construyo en barro” que
la tradición atribuye al propio Cisneros en respuesta a la burla de Fernando el
Católico sobre la pobreza del edificio.
Detalle de la galería superior con el friso y la balaustrada de remate, con uno de los áticos con la heráldica del cardenal Cisneros |
A continuación se desarrollaba el Patio de Filósofos, con la audiencia del Rector, las dependencias
de Escribanos, almacenes y algunas aulas menores. En el siglo XVIII ya estaba
muy arruinado y en el XIX casi desapareció, por lo que apenas queda nada del
original, que se cree que se levantaría según trazas de Luis de Vega a partir
de 1532.
Patio de los Filósofos, con el acceso al Patio Trilingüe al fondo |
Otro aspecto del Patio de los Filósofos |
El Patio Trilingüe
se denomina así porque entre sus muros se impartían las enseñanzas de Griego, Hebreo
y Latín además de Caldeo y Árabe. Fue erigido como segunda sede del Colegio Menor de san Jerónimo, fundado
en 1528 según disposiciones testamentarias del propio Cisneros agrupando los
estudios de Latín y Griego de san Eugenio y San Isidoro en un edificio en la plaza de san Diego, justo enfrente del Colegio Mayor
san Ildefonso, que tuvo que demolerse ante su amenaza de ruina.
El Patio Trilingüe antes de su restauración (4) |
Patio Trilingüe, con la panda sur al fondo |
Alzado de la panda sur del Patio Trilingüe (4) |
El estudio de los textos bíblicos para el conocimiento de las
Sagradas Escrituras desde un punto de vista filológico como paso previo para la
reflexión teológica propia de los estudios de Teología ya era uno de los claros
objetivos del fundador, y la prueba está en la publicación de la famosa Biblia
Políglota Complutense entre 1514 y 1517, un gran proyecto coordinado por Elio
Antonio de Nebrija. Además, en la fundación de este colegio trilingüe también
confluyeron las tres corrientes fundamentales de comienzos del siglo XVI:
humanismo, biblismo y erasmismo.
Con acceso desde el Patio de Filósofos y muy restaurado, es
un característico espacio renacentista levantado entre 1564 y 1570 por Pedro de
la Cotera y que dejó el Paraninfo, construido con anterioridad, alojado en su
panda oeste.
Acceso entre el Patio de Filósofos y el Patrio Trilingüe desde este último |
Panda oeste del Patio Trilingüe, con la portada del Paraninfo a la derecha |
Tiene planta cuadrangular y dos alturas: una galería de
columnas sobre plintos con capiteles jónicos sobre las que se levantan arcos
carpaneles con medallones en las enjutas y un cuerpo superior separado por
cornisa con vanos cuadrados. Contaba con una balaustrada de remate que el conde de Quinto
desmontó para embellecer su palacio de Madrid, conservándose sólo los cuatro
pináculos de las esquinas.
En el centro del patio se ubica un brocal de pozo con
veneras en relieve, obra también de Pedro de la Cotera.
Pozo central del Patrio Trilingüe |
El Paraninfo o
“Teatro Escolástico” formaba parte del proyecto original de Gumiel y se levantó
entre 1516 y 1520, después acogido por el Patio Trilingüe, con entrada
principal desde su crujía este.
Paraninfo |
Fotografía del Paraninfo antes de su restauración (4) |
Muy restaurado tras los desmanes del siglo XIX, la Guerra
Civil y el abandono, es de planta rectangular, con suelo reinterpretado de
baldosas de barro cocido mezclado con azulejos de tipo sevillano, paredes lisas con banco corrido
que en origen era de fábrica forrada de azulejos y en la actualidad es de
madera, galería de arcos escarzanos sobre pilastras y decoración plateresca de
yeserías con motivos vegetales realizadas por Gutiérrez de Cárdenas y Pedro de
Villarroel, el ámbito desde el que los estudiantes asistían a los distintos
actos académicos.
Planta del Paraninfo (4) |
Se cubre con una espléndida techumbre de madera morisco-renaciente,
con estrellas de seis puntas y casetones hexagonales con florones en su
interior, obra de Andrés de Zamora, Bartolomé Aguilar, Pedro Izquierdo y
Hernando de Sahagún.
Galería de yeserías y techumbre del Paraninfo |
Detalle de la techumbre morisco-renaciente |
En el centro del muro oeste se ubica la cátedra de oradores,
con tres cuerpos adintelados separados por pilastras platerescas. El central es
más alto que los laterales y se remata con frontón curvo con el escudo de
Cisneros. El conjunto cuenta con balaustrada de madera con el arengario en el
centro.
Muro oeste con la cátedra y la galería superior |
Dibujo de la sección del Paraninfo (4) |
En la actualidad, además de su tradicional uso para los
actos solemnes de la universidad, como doctorados Honoris Causa, Apertura
Solemne del Curso o celebración de la Annua Commemoratio Cisneriana, acto en el
que se rinde homenaje a su fundador, todos los 27 de abril acoge la ceremonia
de Investidura del Premio Cervantes, fecha de fallecimiento del escritor.
Muro del atrio del Paraninfo con algunos de los galardonados con el Premio Cervantes |
Dejamos para un próximo post la capilla de San Ildefonso,
adosada al flanco derecho de la fachada principal y recientemente restaurada, y
el Colegio Menor san Pedro y san Pablo, justo al otro lado de la fachada.
Otros COLEGIOS:
El
Colegio de San Gregorio de Valladolid
El
Colegio Mayor Fonseca de Salamanca
Notas:
(3) PEÑA MONTES DE OCA de la, C. y GUTIÉRREZ TORRECILLA, L.
M., “I. Ciudad de Alcalá de Henares”. Catálogo
de restauraciones, rehabilitaciones y obras realizadas en edificios universitarios
(1980-2001)
Fuentes:
HIDALGO OGAYAR, J. “Sepulcro del Cardenal Cisneros”. En
NIETO AGUADÉ, S. (Ed.), Cisneros y el
Siglo de Oro de la Universidad de Alcalá de Henares, Catálogo de
exposición, Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá de Henares-Centro
Internacional de Estudios Históricos "Cisneros"-Fundación General de
la Universidad de Alcalá, 1999, ficha nº 24.
MARTÍNEZ NEIRA, M., “En los comienzos de la Universidad de
Alcalá”. En BRIZZI, G. P. y MATTONE A., Le
origini dello Studio generale sassarese nel mondo universitario europeo
dell’età moderna, Bologna, CLUEB,
2013, pp. 77-86.
MORALES, A. F., “Tradición y modernidad, 1526-1563»,
Arquitectura del Renacimiento en España, 1488-1599”. NIETO, V., MORALES, A. F.
Y CHECA, F., Arquitectura del
Renacimiento en España, 1488-1599, Madrid, Manuales Arte Cátedra, 2001, pp.
97-251.
MUÑOZ SANTOS, Mª E., Las
artes decorativas en Alcalá de Henares: la platería y rejería en la Capilla de
San Ildefonso y Magistral-Catedral. Siglos XVI, XVII y XVIII, Tesis
Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 2002.
PEÑA MONTES DE OCA de la, C. y GUTIÉRREZ TORRECILLA, L. M.,
“I. Ciudad de Alcalá de Henares”. Catálogo
de restauraciones, rehabilitaciones y obras realizadas en edificios
universitarios (1980-2001).
ROMÁN PASTOR, C., “Maestros de obras del colegio mayor de
San Ildefonso en la primera mitad del siglo XVIII”. Anales Complutenses, nº 24, 2012, pp. 63-99.
http://gerencia.uah.es/IyE/actuales/campusciudad.asp
(web de la Universidad con muchos planos de edificios)
Comentarios
El reportaje, como todos, me ha parecido soberbio y esta nochepienso releermelo otra vez. Cuando no se conoce una cosa hay que repasarla varias veces para que se quede bien en la chola y la mia es bastate dura.
Hasta luego y una enhorabuena fantastica para ti y por supuesto un besico
Antonio
Un abrazo.
Creo que estas palabras definen plenamente el magnífico edificio diseñado por Rodrigo Gil como colegio universitario. Y definen también a un arquitecto admirable, que destaca en una época llena de grandes de ellos, que trabajó inmensamente y por toda la geografía de ambas Castilla, Galicia y Extremadura.
Arquitecto muy querido por mi por su trabajo en las catedrales de Salamanca y Segovia, en cuyo claustro está enterrado.
Además me trae muy buenos recuerdos pues en sus dependencias tuve la oportunidad de participar en un Curso organizado por la Universidad de Alcalá.
Es interesante ver como aquellos arquitectos intentaban conjugar la belleza y el uso práctico del edificio y que bien que lo conseguían.