La
Catedral de Santa María, conocida como “Catedral Vieja” para diferenciarla de
otra posterior levantada en el
siglo XX en el ensanche de la ciudad según proyecto neogótico, no alcanzó la
categoría de catedral hasta la
fundación de la diócesis de Vitoria en 1862 y se ubica en el extremo norte de
la parte más alta de la población. Su construcción, pegada a la muralla
altomedieval, fue compleja, con graves problemas estructurales, y una
historia plagada de avatares ligados a la propia historia de la ciudad que ya os he
mostrado en un post anterior al que podéis acceder a través de
este enlace, por lo que ahora me gustaría invitaros a un
pausado "paseo" por el edificio en la actualidad.
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Vista aérea de la Catedral Vieja de Vitoria (1) |
El conjunto se compone de una serie de edificaciones
erigidas en distintas épocas y para diferentes usos, una manzana de
construcciones a distintas cotas que enmascaran los volúmenes.
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Axonometría del conjunto catedralicio (2) |
La
iglesia es el
elemento principal y más antiguo, orientada canónicamente en el eje este-oeste
con una ligera inclinación al norte en el extremo oriental. Carece de fachada preferente occidental porque ésta se
encuentra encajonada en una pequeña calle y, además, cuenta con un pórtico que
protege la portada, sobre el que se levanta una torre campanario rematada con
un chapitel. Su fachada sur abre a la plaza de Santa María y en el transepto de
la Epístola en el siglo XIV se adosó la Capilla de Santiago, hoy iglesia
parroquial independiente. Los muros del lado norte, de apariencia maciza, y el
paso de ronda que recorre la girola, el transepto y la nave norte, atestiguan
que el templo se construyó adosado a la muralla medieval. Adosadas a la cabecera
y a la Capilla de Santiago hay una serie de construcciones de servicio de la catedral
entre las que destaca una sacristía tardobarroca, alrededor de la cual, durante
los siglos XIX y XX, crecieron espacios de administración, almacén y otros
servicios relacionados con la creación de la sede episcopal en Vitoria y la
conversión de la
colegiata en
catedral.
Estas construcciones no dejan ver la estructura de la girola, resultando
difícil de entender su configuración espacial desde fuera del edificio.
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Alzado de la fachada occidental (2) |
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Alzado de la fachada oriental con los elementos adosados que no dejan ver la estructura de la girola (2) |
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Alzado de la fachada sur (2) |
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Alzado de la fachada norte (2) |
En el primer tramo del transepto de la Epístola y abierta a
la Plaza de santa María se ubica la
Portada
de santa Ana, la más antigua conservada en la catedral, fechada a comienzos
del segundo tercio del siglo XIV. Está abarcada por un
gablete en cuyo remate
hay un escudo picado, por lo que no se conocen sus armas, aunque se cree que
podrían ser las reales. Se compone de cinco arquivoltas apuntadas de fuerte
derrame, dintel y tímpano.
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Portada de santa Ana |
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Alzado de la Portada de santa Ana (2) |
En la arquivolta exterior aparecen personajes del Antiguo
Testamento. En la siguiente se representan distintos tipos iconográficos
cristológicos coronando las dovelas superiores con ángeles comandados por San
Miguel como príncipe de las cohortes celestiales. En la tercera arquivolta
aparecen representantes de los estamentos religiosos, como obispos, padres, monjes,
sacerdotes… La cuarta arquivolta está dedicada a santas y la arquivolta interna
muestra el Ciclo de la Infancia de Cristo, una reminiscencia todavía románica.
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Arquivoltas y tímpano de la Portada de santa Ana |
El tímpano está dividido en dos registros en los que se
relata la doble naturaleza de Cristo, humana y divina. En el inferior las
figuras están muy mutiladas y su identificación es muy complicada. En el
superior aparece el Bautismo, culminación del ciclo de la Infancia de la
arquivolta interior, marcando el inicio de la vida pública de Cristo.
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Tímpano |
En el dintel encontramos dos escenas de complicada
interpretación porque las figuras están muy mutiladas. La de la izquierda
podría identificarse con los santos Isabel y Zacarías como padres de san Juan,
antecesor de Cristo y en relación con el Bautismo que protagoniza el tímpano, o
con los santos Joaquín y Ana, algo lógico dada la dedicación de la puerta y su
patronato sobre la capilla de ese transepto. La de la derecha se ha reconocido
como una Sagrada Familia, aunque el que también esté presente una segunda mujer
presenta dudas a esa identificación y hay autores que creen que sería la
representación del Hypalante,
festividad litúrgica que conmemora cuando, tras cuarenta días después de la
Natividad, María y José llevaron al Niño al templo ante Simeón como cumplimiento
de la ley judía, una escena de amplio desarrollo en Bizancio, aunque en
Occidente se prefiere la Presentación. Inicia el ritual litúrgico de la Antigua
Ley y se puede entender como prefiguración del Bautismo de Cristo, sacramento
de la Nueva Ley, representado en el tímpano.
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Dintel de la Portada de santa Ana |
La simbología de la portada parece clara: entrada al Templo de
Dios a través del primer sacramento, por el que el neófito entra en la
comunidad cristiana. Fijándolo en la puerta se insiste en el doble significado
de entrada a la iglesia como edificio y a la Iglesia como congregación. Se
intuye que muy cerca de esta portada habría estado el primitivo recinto
bautismal del templo, seguramente en la Capilla de los Reyes, donde se han
localizado dos arcos estrechos y apuntados tapiados que hacen pensar en que la
dependencia estaría directamente comunicada con la portada y la presencia de un
San Juan Bautista en una de las claves de la bóveda próxima al crucero parece
corroborar esa idea.
En los nichos de las jambas, cuatro a cada lado, aparecen
algunas esculturas, pero son complicadas de interpretar porque han sufrido
muchos cambios, incluso intercambiándose con las de la
portada occidental.
En el lado del Evangelio hay dos figuras femeninas que
tradicionalmente se han interpretado como las santas Catalina y Bárbara. La
primera parece ser, más bien, santa Lucía, reconociéndose al emperador
Diocleciano en la figura a sus pies. En cuanto a la segunda, la cabeza no
parece corresponder al cuerpo. Estilísticamente parecen ser posteriores a la
portada y algunos autores las consideran de fines del siglo XIV o comienzos del
XV. Un estudio de Cantera Orive del
pórtico occidental de 1951 reconoce en las
jambas las figuras de las santas Lucía, Catalina y Bárbara y menciona que
después fueron trasladadas a Santa Ana, siendo lógico pensar que compondrían el
ciclo de las Vírgenes capitales, completándose el cuarteto con santa Margarita,
aunque de esta última no se conserve nada.
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Esculturas de los nichos de las jambas del Evangelio |
En el lado de la Epístola aparecen dos figuras masculinas,
una muy mutilada y otra sin atributos, de ahí la dificultad para
identificarlas. Estilísticamente denotan un taller diferente al de las santas y
se fechan a mediados del siglo XIV. Se sabe que también estuvieron en el
pórtico occidental pero no su ubicación original.
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Esculturas de los nichos de las jambas de la Epístola |
El templo también contó con una portada en el transepto del Evangelio cuyos restos estarían en
la segunda capilla de ese lado, donde existe un vano tapiado de dimensiones
monumentales. En un documento de 1540 se dice que los canónigos habían pedido
que se abriera la “Puerta de la Brullería”, de lo que se deduce que por esas
fechas ya estaría macizada, seguramente por los problemas estructurales que
arrastraba la iglesia.
También se conserva un tímpano reubicado en la Capilla de
Todos los Santos de la girola que algunos autores han puesto en relación con
esta portada. Representa a un
Cristo
Varón de Dolores flanqueado por la Virgen y san Juan Evangelista orantes en
su función de intercesores y ángeles con los símbolos de la Pasión, uno a cada
lado de la
Déesis, y otros dos sobre nubes
coronando el tímpano, una representación reducida del
Juicio Final.
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Posible tímpano de la portada norte |
Otros autores, ante la ausencia de resto alguno de la
escultura que tendría que haber acompañado una portada monumental y la mediocre
calidad artística de este tímpano, más comparándolo con la obra escultórica de las
otras dos portadas del templo, consideran que no sería de la portada sino de un
arcosolio de enterramiento del que se han perdido las referencias. También
podría proceder de otro edificio hoy desaparecido o coronar una portada de un
recinto funerario de la propia catedral que habría sufrido una remodelación que
requeriría de su retirada.
La
fachada occidental
presenta una
triple portada, en
consonancia con las tres naves del templo, y se proyectó cubierta con un
pórtico de tres tramos rectos
prolongación de las tres naves de la iglesia. Dada la riqueza de esta portada,
le he dedicado un post aparte al que podéis a través de
este enlace.
La torre campanario,
erigida entre los siglos XVI y XVIII, se eleva sobre el primer tramo del
pórtico. Es de sillería en su fachada sur, la que abre a la plaza, y de
mampostería en los otros tres lados. Tiene un primer cuerpo casi sin huecos, de
planta cuadrangular y gran desarrollo sobre el que se ubica el cuerpo de campanas,
de planta octogonal, abierto en cuatro lados mediante arcos y rematado por un
chapitel con una pequeña linterna del siglo XIX que sustituyó al original,
destruido en un incendio.
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Torre campanario |
Ya en el interior,
la iglesia tiene planta de cruz latina con tres naves de cinco tramos, la
central bastante más alta y ancha que las laterales, amplio transepto y
cabecera con girola. Las naves laterales cuentan con capillas de distintos
tamaños y formas entre los arranques de los contrafuertes, los transeptos presentan
dos capillas rectangulares y la girola tiene cinco capillas, dos trapezoidales
y tres poligonales.
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Planta de la Catedral Vieja de Vitoria (2). Las indicaciones son mías |
Las naves están separadas por arcos apuntados y pilares cilíndricos
con columnillas principales adosadas en sus cuatro lados y otras menores que
recogen los nervios de las bóvedas. Los capiteles muestran formas humanas y
vegetales.
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Nave central separada por pilares de las naves laterales |
Todo el perímetro, recorriendo la nave central, el transepto
y el presbiterio, está rodeado de un triforio
de vanos trilobulados sobre una balaustrada de rosetas cuadrifolias, sólo
interrumpido por las pilastras que soportan las bóvedas de las naves, donde el
cerramiento es macizo.
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Triforio que recorre el perímetro del templo |
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Imagen desde el triforio (3) |
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Sección longitudinal, en la que se ve la sucesión de pilares, triforio y cuerpo de ventanas en el lado del Evangelio (2) |
Por encima se ubica el cuerpo de ventanas, ojivales en el
presbiterio, el crucero y en el lado de la Epístola de la nave central y
pequeños óculos en el del Evangelio, aunque la intervención de Manuel Lorente
en la década de 1960 alteró su configuración, colocando un gran óculo en el
testero occidental, seis pequeños óculos entre el segundo y cuarto tramo y dos
ventanales altos y estrechos en el tramo anterior al crucero. La nave de la
Epístola cuenta con ventanas apuntadas, orientación sur, hacia la ciudad,
resguardadas del exterior, y en la del Evangelio sólo hay pequeños óculos
también de construcción tardía, perforados en lo que sería el espesor de la
muralla.
Tiene coro a los pies levantado en 1530 como parte del
enriquecimiento del templo cuando alcanzó la categoría de
colegiata.
Se apoya en una bóveda de terceletes con una rica ornamentación en las claves,
con la
Asunción de la Virgen y santos, santas y apóstoles. En la actualidad
está ocupado por un órgano realizado en el siglo XX reaprovechando partes de
otro del XIX y restaurado en 1979.
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Coro a los pies |
Las cubiertas son de bóvedas de crucería sencilla salvo el
primer tramo, a los pies, que presenta terceletes, construida en el siglo XVII
para sustituir a la anterior, que se había arruinado.
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Bóvedas de la nave central |
En la nave central también destacan los cuatro grandes arcos
codales entre los pilares añadidos en el siglo XVI para solucionar los
problemas que habían causado la sustitución de las cubiertas de madera por las
bóvedas de piedra en el siglo XV.
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Arcos codales de la nave central |
El transepto, de
gran desarrollo, sobresale en planta, con tres tramos, dos capillas laterales
con sendas saeteras muy altas y acusado derrame hacia el interior, por lo que
resultan espacios muy oscuros, y cubierta de crucería sencilla, con los accesos
a la girola en cada brazo.
La capilla del transepto del Evangelio está dedicada a san Roque, bajo el patrocinio de don
Fernán López de Escoriaza a partir de 1540 como capilla funeraria familiar.
El primer tramo de este transepto en la década de 1580 fue
convertido en la capilla o altar de san
Benito por el diputado don Cristóbal Martínez de Alegría, con sepulcro
realizado por el escultor Esteban de Velasco.
En el transepto de la Epístola está la Capilla de santa Ana, en consonancia con la portada sur del templo,
que abre a la Plaza de Santa María. Esta capilla cuenta con tres sepulcros
góticos, dos yacentes de la familia Vazterra en el muro con la Capilla de la
Trinidad y otro de tipo arquitectónico en el muro sur que cuenta con los
escudos de los Íñiguez.
En el hastial sur de este transepto de la Epístola, sobre la
puerta de la capilla de Santiago, estaba la capilla de San Prudencio, reedificada entre 1586 y 1587 para poner
las reliquias del santo patrón de la provincia.
El presbiterio ocupa
el crucero y un espacio poligonal y se comunica con la girola mediante cinco
altos y estrechos arcos apuntados.
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Presbiterio |
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Cubierta del presbiterio |
Contó con un retablo mayor renacentista realizado por Juan
de Ayala II y su hijo Francisco de Ayala en la década de 1540. Se cree que
presentaría una traza de casillero con cinco calles y tres cuerpos rematada por
frontones curvos y triangulares. La calle central estaba
presidida por una talla conservada fechada a fines del siglo XIII o comienzos
del XIV de Nuestra Señora de la Esclavitud, que representa a la Virgen como
reina. Debajo estaba una imagen de San Prudencio, patrón de Álava, y en la
misma calle central, sobre la imagen titular, estaba un Tránsito de Nuestra
Señora, combinación de la Asunción y la Coronación, y por encima estaría un
Calvario como culminación de la redención, o un Padre Eterno, muy habitual en
los retablos castellanos de la época. La narración comenzaba en el primer
cuerpo con la Anunciación, la Visitación, la Natividad y la Circuncisión y
continuaba en el segundo y tercero con historias de la Vida de la Virgen. Lo
más probable es que en el banco se narraran temas de la Pasión.
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Reconstrucción hipotética del retablo mayor (4) |
Durante los siglos XV y XVI también se incorporaron mausoleos y capillas privadas de
enterramiento entre los arranques de los contrafuertes en las naves
laterales, algunas prominentes al exterior y otras casi simplemente nichos.
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Planta de la catedral (2). Las indicaciones son mías |
Comenzando por las del Evangelio, abierta al segundo tramo
está la Capilla de san Juan Bautista,
reedificada en la primera mitad del siglo XVI por los herederos de don García
Ortiz de Luyando y su esposa, doña Osana Martínez de Arizmendi, con una lauda
sepulcral en bronce.
A continuación está la Capilla
de san Prudencio, patrón de la provincia, fundada por don Pedro López de
Alday en 1606 como capilla funeraria familiar. Es de planta rectangular
cubierta con bóveda de cañón apuntada perpendicular a la dirección de la nave.
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Capilla de san Prudencio y Portada de la Capilla del Santo Cristo |
Desde esta capilla se accede a la Capilla del Santo Cristo, fundada por los hermanos Francisco y
Martín de Galarreta, dos importantes diplomáticos en los reinados de Felipe IV
y Carlos II con vínculos familiares con los Alday. Es una edificación añadida
al exterior del templo que presenta acceso mediante vano de medio punto
flanqueado por pilastras sobre las que se ubica un entablamento y el escudo de
los Galarreta, tiene planta octogonal cubierta con cúpula de media naranja que
no se muestra al exterior y cuenta con cripta que después hizo las veces de
panteón episcopal.
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Capilla del Santo Cristo |
Ambas estuvieron decoradas con un rico ajuar y todavía se
conservan varias piezas, como la
Lamentación
sobre Cristo muerto de Gaspar de Crayer, hoy en el
Museo Diocesano de Arte Sacro de Vitoria,
pero en la intervención del arquitecto Manuel Lorente en la década de 1960
fueron despojadas de todo su patrimonio mueble y sólo se colocó un relicario y
una pila bautismal en la del Santo Cristo que empezó a utilizarse como
baptisterio de la catedral. El Plan de Restauración parece que tiene previsto
devolverles su sentido reintegrando el mobiliario que todavía se conserva.
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Lamentación sobre Cristo Muerto atribuida a Gaspar de Crayer (5) |
La Capilla de la
Concepción abre al cuarto tramo de la nave del Evangelio. Fue fundada por
el canónigo Fernán Martínez de Pangua a fines del siglo XVI y presenta una portada
con frontón roto en el que figuran dos escudos, uno pequeño del fundador y otro
más grande de don Gabriel de Ortiz de Caicedo, que en 1578 se hizo con el
patronato y renovó el ámbito cubriéndolo con una novedosa bóveda baída para
convertirlo en capilla funeraria para él y su esposa, doña Ana de Arana y
Montoya, con sendas figuras orantes de alabastro al estilo cortesano que los
Leoni utilizaron en las figuras orantes reales de San Lorenzo de El Escorial.
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Capilla de la Concepción |
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Orantes de don Gabriel de Ortiz de Caicedo y doña Ana de Arana y Montoya |
Ese cuarto tramo de la nave del Evangelio fue cedido como Capilla de los Inocentes al canónigo
Diego Gónzalez de Otazu en 1571, que contrató a Juan de Ayala II para la
realización de un retablo en piedra con la escena de los Santos Inocentes,
apóstoles, santos y con las figuras del comitente y de su padre del que sólo se
conserva el escudo familiar.
Y la última capilla de este lado, abierta al quinto tramo de
la nave, es la Capilla de santa Elena
o de santa Victoria, que se
construyó en el siglo XV y se reformó a fines del XVI con el patrocinio de
Martín Pérez de Anda. Sobre el acceso figura el escudo de armas de la familia,
los propietarios de la Torre de Anda, levantada junto a la catedral.
Abierta al segundo tramo de la nave de la Epístola está la Capilla de san José, construida a fines
del siglo XVIII entre dos contrafuertes y una de las que tiene mayor devoción popular.
A continuación estaba la Capilla de san Rafael, desaparecida.
La Capilla de san
Bartolomé abre al cuarto tramo de la Epístola, construida en la década de
1560 como capilla funeraria de los Sáez de Maturana. Abre a la nave mediante un
arco sobre pilastras estriadas y se cubre con bóveda de combados con nueve
claves, la central con el escudo de los comitentes y el resto con figuras de
apóstoles y padres de la iglesia. En 1826 se añadió el enterramiento de don
Prudencio María de Verástegui.
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Capilla de san Bartolomé |
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Cubierta de combados de la Capilla de san Bartolomé |
La última capilla de la Epístola era la Capilla de los Reyes, fundada por don Pedro Sáez de Maturana (en
otro sitio Juan de Ugalde Garibay) en la primera mitad del siglo XVI y que tuvo
que ser tapiada después de que un pleito determinara que su construcción había
puesto en peligro la estabilidad del crucero. Además, en el siglo XIX, continuando
en la búsqueda de soluciones a los problemas estructurales del edificio, en su
interior se levantó un contrafuerte. Pero en las reformas de la década de 1960
se volvió a abrir mediante un arco escarzano y empezó a utilizarse como sala de
infantes de coro. Se cree que en origen sería el baptisterio del templo, de ahí
su proximidad a la Portada de Santa Ana, donde aparece el Bautismo de Cristo,
primera teofanía, íntimamente ligada a la celebración litúrgica de la Epifanía,
de ahí su ligazón con la nueva advocación del siglo XVI. El hallazgo de dos
arcos estrechos y apuntados tapiados hacen pensar que estaría directamente
comunicada con la portada, y la presencia de un San Juan Bautista en una de las
claves de la bóveda próxima al crucero parece corroborar la idea.
La
sacristía nueva,
entre la girola y el transepto de la Epístola, es del siglo XVIII, construida
sobre una antigua sacristía y la librería para embellecer la
colegiata y
como un intento más para la consecución de la ansiada
categoría
catedralicia según trazas de Juan Bautista de Arbaiza y la ejecución de
Juan y Andrés Díaz de Arcaute, Miguel Olalde y los carpinteros Martín y Eugenio
Ortiz de Zárate.
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Sacristía (6) |
Presenta planta rectangular con los ángulos achaflanados y
se cubre con bóveda elíptica sobre tambor sobre pechinas compuesta por ocho
nervios radiales que confluyen en un gran medallón central y plementos
decorados con molduras mixtilíneas que cobijan motivos vegetales. La estancia
se complementa con otros espacios adosados con entrada desde el interior pero también
desde la calle que fueron destinados a almacén, despachos, aulas… y que ocupan
y se desarrollan en dos o tres pisos entre el nivel de la calle y el piso de la
catedral, algunos construidos al tiempo de la sacristía y otros agregados
después, tras la fundación de la diócesis y la conversión de la
colegiata en
catedral.
La girola
presenta cinco tramos trapezoidales cubiertos con bóvedas de crucería sencilla
y cinco capillas radiales. Las dos de los extremos presentan planta también
trapezoidal, abren tanto a la girola como a los transeptos, están iluminadas
por una ventana que asoma al paso de ronda y están dedicadas a Todos los Santos en el lado del
Evangelio y a la Trinidad en el de
la Epístola. En 1558 en esta última se estableció la capilla funeraria de los Gámiz, concedida al diplomático en la
corte de Carlos I don Juan Alonso de Gámiz, conservándose un retablo flamenco importado
por el comitente dedicado al Dulce Nombre de Jesús, pues desde hacía tiempo ahí
celebraba culto la cofradía con ese nombre, uno de los pocos que todavía quedan
de los realizados para la iglesia colegial en el siglo XVI.
Las tres capillas centrales, dedicadas a san Marcos, santa María de Vitoria y el
Pilar, son de planta hemidecagonal cubiertas con bóvedas hexapartitas y
tres grandes ventanas de tracería calada entre contrafuertes que también asoman
al paso de ronda.
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Capilla de san Marcos |
En 1570 la Capilla de San Marcos le fue concedida como
capilla funeraria a Martín de Salinas. La del Pilar en origen era la de los
santos Felipe y Santiago, que en el siglo XVI fue renovada por el matrimonio de
don Álvaro Díaz de Esquivel y doña Ana Díaz de Salinas, enterrados ella.
Adosada al transepto de la Epístola en la segunda mitad del
siglo XIV se construyó la Capilla de
Santiago, bajo el patrocinio del mercader don Martín Fernández de Abaunza. Tiene
planta rectangular de nave única de dos tramos con cuatro capillas laterales,
más profundas las del lado de la Epístola, una falta de simetría impuesta por
construcciones preexistentes, concretamente un tramo de muralla de la ciudad, ábside
poligonal, grandes ventanas con vidrieras en la cabecera y el lado del
Evangelio y bóvedas de crucería sencilla con ligaduras entre las claves de los
arcos fajones y las ojivas que ya son del siglo XV, pues en origen las cubiertas
fueron de madera. Se construyó como parroquia independiente de la catedral y
todavía mantiene esa función como iglesia
parroquial de Santa María.
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Iglesia parroquial de Santa María (7) |
Referencias de imágenes ajenas:
(2) AZKARATE GARAI-OLAUN, A., CÁMARA MUÑOZ, L.,
LASAGABASTER, J. I., LATORRE GONZÁLEZ-MORO, P, Catedral de Santa María. Vitoria-Gasteiz. Plan Director de Restauración,
Vols. I y II y Anexo Planos, Diputación Foral de Álava-Fundación Catedral Santa
María, 2001.
(4) BARTOLOMÉ GARCÍA, F. R., “Retrospectiva
histórico-artística del retablo mayor de la catedral de Santa María de
Vitoria-Gasteiz”, Akobe. Restauración y
conservación de bienes culturales, nº 8, Zutabe, 2007, pp. 8-17.
(6) BARTOLOMÉ GARCÍA, F. R., “Conjunto pictórico en la
sacristía de la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz”, Ars Bilduma. Revista digital del Dpto. de
Historia del Arte y Música de la UPV, nº 1, 2011, pp. 65-86.
Fuentes:
AZKARATE GARAI-OLAUN, A., CÁMARA MUÑOZ, L., LASAGABASTER, J.
I., LATORRE GONZÁLEZ-MORO, P, Catedral de
Santa María. Vitoria-Gasteiz. Plan Director de Restauración, Vols. I y II y
Anexo Planos, Diputación Foral de Álava-Fundación Catedral Santa María, 2001.
BARTOLOMÉ GARCÍA, F. R., “Retrospectiva histórico-artística
del retablo mayor de la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz”, Akobe. Restauración y conservación de bienes
culturales, nº 8, Zutabe, 2007, pp. 8-17.
BARTOLOMÉ GARCÍA, F. R., “Fundación y patronato de los Alday
y Galarreta. Las capillas de San Prudencio y Santo Cristo en la Catedral de
Santa María de Vitoria-Gasteiz”, Bilduma
Ars, nº 0, 2010, pp. 14-39.
BARTOLOMÉ GARCÍA, F. R., “Conjunto pictórico en la sacristía
de la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz”, Ars Bilduma, nº 1, 2011, pp. 65-86.
CÁMARA MUÑOZ, L., Catedral
de Santa María de Vitoria-Gasteiz. Proyecto de Comunicaciones Verticales en el Cantón
de Santa María. Memoria, 2010.
GARCÍA-GÓMEZ, I., “Santa María, clave de una bóveda llamada
Vitoria-Gasteiz. Los inicios (siglos VIII-XIII)”, Internationale Tagung der Dombaumeister, Münsterbaumeister und
Hüttenmeister in Vitoria-Gasteiz 17-21 September 2013, Tagungsband /
Europäische Vereinigung der Dombaumeister, Münsterbaumeister und Hüttenmeister,
Vitoria-Gasteiz, 2015, pp. 13-24.
LAHOZ GUTIÉRREZ, M. L., “Breves notas sobre un tímpano
vitoriano”, Cuadernos de Sección. Artes
Plásticas y Monumentales, nº 14, 1995, pp. 164-174.
LAHOZ GUTIÉRREZ, M. L., “Contribución al estudio de la
Portada de Santa Ana. Catedral de Vitoria”, Boletín
del Museo e Instituto Camón Aznar, nº 63, 1996, pp. 79-104.
SOLAUN, J. L., GARCÍA-GÓMEZ, I. y AZKARATE, A., “Las
restauraciones históricas en la Catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz
(1496-1967)”, Internationale Tagung der
Dombaumeister, Münsterbaumeister und Hüttenmeister in Vitoria-Gasteiz 17-21
September 2013, Tagungsband / Europäische Vereinigung der Dombaumeister,
Münsterbaumeister und Hüttenmeister, Vitoria-Gasteiz, 2015, pp. 36-47.
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