Alonso de Covarrubias
Alonso de Covarrubias (1488-1570) es uno de los grandes arquitectos españoles del siglo XVI, comparable a Pedro Machuca o Diego de Siloe, y aunque no debió viajar a Italia como éstos, comprendió el significado y los fundamentos de la arquitectura “a la antigua” y supo ser un clasicista, probablemente gracias a que su hermano, Juan de Covarrubias, racionero de la catedral de Salamanca, le proporcionaría libros, estampas y dibujos especialmente de tipo arquitectónico.
No hay datos sobre su biblioteca pero es evidente que fue un hombre culto, pues sus hijos varones, Diego y Antonio de Covarrubias y Leiva, fueron, respectivamente, obispo de Segovia y Ciudad Real y Presidente del Consejo de Castilla y canónigo de la catedral de Toledo, algo impensable en la época en un ambiente que no fuera cultivado.
Nació en Torrijos, donde recibiría una primera formación de imaginero en el taller de Antón Egas, llegando a emparentar con él a través del matrimonio con su sobrina Margarita Gutiérrez de Egas, nieta de Egas Cueman, en 1510.
De acuerdo a esta inicial formación, su primera obra documentada es la talla de dos frontales decorados “al romano” para las sepulturas de los padres de don Francisco de Rojas en la capilla de la Epifanía de la iglesia de San Andrés de Toledo, que había sido reconstruida pocos años antes por los Egas.
En esta misma línea de entallador se sitúa su labor en la catedral de Sigüenza desde 1515, a pesar de que haya autores que le defiendan como tracista del altar de Santa Librada, y su trabajo en la portada, zaguán y patio principal del Hospital de Santa Cruz de Toledo entre 1517 y 1524, obra en la que Enrique Egas siguió siendo maestro mayor de la fábrica y, por lo tanto, encargado de las trazas, por lo menos hasta 1529.
Retablo de Santa Librada (el de la izquierda) en la catedral de Sigüenza, que aunque algunos autores consideran que las trazas fueron dadas por Covarrubias, por las fechas y su inicial formación, lo más lógico es que simplemente trabajara como entallador
Portada del Hospital de Santa Cruz de Toledo
En esta misma línea de colaboración en trazas de Enrique Egas aportando su habilidad decorativa estaría su intervención en la capilla de los Reyes Nuevos de la catedral de Toledo.
Detalle del arco apuntado de separación de los dos ámbitos que componen la capilla de los Reyes, donde se observan trazas góticas y, sin embargo, una decoración de casetones renaciente
Su primera obra documentada como tracista es en el convento de Nuestra Señora de la Piedad de Guadalajara, decorado “a la antigua” mediante molduras llanas, con dentellones, capiteles romanos, letreros con epigrafía a la romana…
En años sucesivos se constatan otros trabajos de tracista en Guadalajara, Toledo o en la propia Sigüenza, donde da las trazas de la “sacristía de las cabezas” de la catedral, concebida como un rectángulo cubierto con tramos de bóvedas de cañón sobre arcos de medio punto y laterales con hornacinas flanqueadas por columnas que sostienen un entablamento a la albertiana.
Tramos de bóvedas de cañón que cubren el espacio rectangular de la llamada “sacristía de las cabezas” de la catedral de Sigüenza
En cuanto a la decoración de cabezas en la cubierta, Covarrubias podría haberla tomado del Mausoleo de Santa Constanza de Roma, que conocería por el cuaderno de dibujos italianos de don Diego Hurtado de Mendoza.
Detalle de la “sacristía de las cabezas” de la catedral de Sigüenza
En 1534 fue nombrado maestro mayor de la catedral de Toledo, ocupando la plaza que había dejado el fallecimiento de Enrique Egas.En años sucesivos realizó múltiples obras, como la remodelación del monasterio de San Clemente el Real, cuya la portada lateral destaca por su triple hornacina y su tondo de coronamiento, o la asunción de las obras del Hospital de Santa Cruz, ahora ya sí como arquitecto, retrazando la escalera y colaborando en la restauración del patio principal.
Portada lateral del monasterio de San Clemente el Real
Escalera del Hospital de Santa Cruz, con hueco triple con arco más alto central y rebajados laterales
La triple arcada da acceso a una caja de tres tramos de balaustre plateresco y paramento almohadillado
En 1537 alcanzó su más alto honor cuando Carlos V le nombró, junto a Luis de Vega, maestro de obras reales de Madrid, Toledo y Sevilla, encargándose, por ejemplo, de la remodelación del hoy desaparecido Alcázar de Madrid, que se levantaba en la actual ubicación del Palacio Real.
Los encargos se fueron sucediendo. Trazó las obras de reforma del palacio arzobispal de Toledo, las del claustro del monasterio de San Bartolomé de Lupiana, las del imponente claustro Real o de los Generales del convento dominico de san Pedro Mártir, de planta casi cuadrada con primer piso de orden jónico con pedestales bajo arcos de medio punto y dos superiores adintelados también de orden jónico, en este caso bajo zapatas y que se sabe que erige Hernán González, o el nuevo ábside para la vecina iglesia de San Román.
Claustro Real o de los Generales del convento de san Pedro Mártir
Ábside de la iglesia de San Román de Toledo
También son esenciales, el Hospital de San Juan Bautista de Toledo, fundado por el cardenal don Juan Pardo de Tavera, de ahí que se le conozca como el “Hospital Tavera”, la iglesia de la Concepción Francisca de Puebla de Montalbán o la última traza de la Puerta Nueva de Bisagra, correspondiente a la parte exterior.
Puerta Nueva de Bisagra
Y en relación con esta última, Covarrubias también se manifestó como urbanista proyectando una plaza entre esta puerta y el Hospital Tavera como gran pórtico de entrada a Toledo desde Madrid, que no se materializó por expresa prohibición del todavía príncipe Felipe.
Las trazas que Covarrubias dio para el Hospital Tavera supusieron el inicio de una nueva etapa en el desarrollo de la arquitectura española del siglo XVI cuyos antecedentes fueron Pedro Machuca en el Palacio de Carlos V en la Alhambra y Diego de Siloe con sus trabajos Burgos y Granada, un periodo caracterizado “por un cambio de decorativo, un modelo planimétrico basado en la Antigüedad y un nuevo sentido de la composición” (1).
Fachada del Hospital Tavera
Portada del Hospital Tavera
Notas:
Alonso de Covarrubias murió en Toledo en 1570 sin ver terminado el Tavera, y aunque la prolongación de las obras durante ocho décadas hizo que su proyecto no se completase, es indudable que en este hospital se muestra como un auténtico arquitecto del Renacimiento, ligado a las concepciones surgidas en Italia: conjunto regular, orgánicamente trazado, sometido a proporciones y reglas, “casi un desafío al “caos” de la Toledo medieval que aparecía frente al mismo” (2).
Notas:
(1) MARÍAS, F. La arquitectura del Renacimiento en Toledo. 1541-1631. Tomo I. Instituto provincial de investigaciones y estudios toledanos. Diputación Provincial de Toledo. Toledo, 1983, p. 242.
(2) NIETO, VÍCTOR; MORALES, ALFREDO J.; CHECA, FERNANDO. Arquitectura del Renacimiento en España, 1488-599. Manuales Arte Cátedra, Madrid, 2001. p. 158.
Fuentes:
GADEA, S., El Hospital Tavera de Alonso de Covarrubias. Trabajo inédito en la asignatura Teoría y Práctica de la Arquitectura en la España Moderna 2005-2006 de la Licenciatura de Historia del Arte en la UCM.
MARÍAS, F. La arquitectura del Renacimiento en Toledo. 1541-1631. Tomos I y IV. Instituto provincial de investigaciones y estudios toledanos. Diputación Provincial de Toledo. Toledo, 1983.
NIETO, VÍCTOR; MORALES, ALFREDO J.; CHECA, FERNANDO. Arquitectura del Renacimiento en España, 1488-599. Manuales Arte Cátedra, Madrid, 2001.
ZAMORANO RODRÍGUEZ, MARIA LUISA. El hospital de San Juan Bautista de Toledo durante el siglo XVI. Instituto provincial de investigaciones y estudios toledanos. Diputación Provincial de Toledo. Toledo, 1997.
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