Andrea Palladio (mecenas y artistas)

Consciente de mi osadía, con esta entrada intentaré resumir en tan exiguo espacio toda la grandiosidad de Palladio, uno de mis arquitectos más admirados, y ya sé que en eso no soy nada original. Espero sepáis disculparme las “ausencias” y confío en que en sucesivas entradas pueda profundizar en algunas de esas joyas tan emblemáticas que, una vez las has pisado y respirado en ellas, jamás puedes olvidar. Voy a ello.

El monasterio de San Giorgio Maggiore desde la Riva degli Schiavoni


El arquitecto Andrea di Pietro della Góndola, conocido como Andrea Palladio, nació en Padua, que entonces formaba parte de la República de Venecia, en 1508. Con trece años empezó a formarse como aprendiz de cantero en el taller de Bartolomeo Cavazza. En 1524 se trasladó con su familia a Vicenza, donde ya aparece como miembro del gremio de albañiles, aunque continúa con su formación en el estudio del arquitecto Giovanni di Giacomo da Porlezza y del escultor Girolamo Pittoni, consiguiendo el título de oficial de cantería en 1534.

1538 fue un año crucial en su carrera porque conoció al conde Gian Giorgio Trissino dal Vello d'Oro, un noble profundamente culto y refinado, humanista y literato, amante de la Antigüedad y arquitecto diletante, que se convierte en su mentor y que le pone en relación con la alta nobleza venetiana. En 1540 alcanza el título de arquitecto y a partir de 1545 es cuando empieza a ser conocido con el pseudónimo de “Palladio”, puesto por el propio Trissino y con un fuerte componente clasicista como derivación en relación con la diosa griega protectora de las artes, Palas Atenea.

01Domenikos Theotokopoulos, El Greco. Retrato masculino (probable retrato de Andrea Palladio). 1575. 116 x 98 cm. Óleo sobre lienzo. Statens Museum for Kunst, Copenhagen, Denmark (1)

Gran conocedor de la construcción desde los rudimentos y con una esmerada técnica, tanto arquitectónica como ingenieril, la protección de Trissino le sirvió para adquirir también una excelente preparación teórica y clasicista, con una importante estancia de formación en Roma entre 1546 y 1547 formando parte del séquito del conde, donde no sólo conoció el clasicismo romano, sino también la obra de Bramante en el Vaticano, de Rafael en Villa Madama o de Peruzzi en La Farnesina.

A su vuelta, ya con cuarenta años, es cuando empieza su actividad como arquitecto propiamente dicho, con una fructífera década de 1550 centrada en Vicenza.Sus primeras obras fueron varias villas señoriales y la loggia del Palazzo della Ragione, realizada a partir de su nombramiento como arquitecto mayor de la ciudad, y con la que consiguió dar uniformidad y enmascarar la irregularidad de un edificio en el que había habido intervenciones sucesivas desde mediados del siglo XV. 

La denominación popular de “Basilica” se remonta al propio Palladio, que pensaba que las modernas funciones del Palazzo della Ragione como mercado, bolsa y sede de procesos judiciales, se asemejaban a las de las antiguas basílicas del ágora clásica.

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Maqueta del Palazzo della Regione o Basilica Palladiana en la exposición Palladio, el arquitecto (1508-1580) en CaixaForum Madrid (07/10/2009 al 17/01/2010) (2)

De las villas, mencionar Villa Chiericati, en la que el orden colosal de la fachada porticada sustituyendo la doble planta ya anuncia las propuestas de "La Malcontenta" y "La Rotonda", Villa Cornaro o Villa Barbaro.

03Dibujo de la fachada de Villa Chiericati (3)

Estas villas fueron fruto de un proceso que se inicia a comienzos del siglo XVI, cuando Venecia fue progresivamente abandonando el comercio marítimo, hasta ese momento base de su economía, debido a la expansión y presión turca, una realidad que obligó a una reordenación de las claves económicas que condujo a una vuelta a “terra ferma”.

04Dibujo de la fachada de Villa Cornaro (3)

Aunque el precedente estaba en las villas de recreo, parten de un concepto muy diferente al de las villas mediceas, donde la explotación buscaba el simple autoabastecimiento, pues están concebidas como factorías de explotación agrícola y ganadera que deben dar los mismos beneficios que el comercio y exigen la presencia de determinados recintos necesarios para la explotación a gran escala, como establos, graneros, palomares, zonas para roturación del grano... necesidades que conviven con la presencia temporal de los señores, de ahí que también cuenten con una lujosa vivienda exquisitamente decorada.

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Dibujo de la fachada de Villa Barbaro (3)

Otra obra significativa en Vicenza es el Palazzo Chiericati, que se inicia en 1550 y que aunque no se concluye hasta después de su muerte, se sabe que se siguen las trazas del arquitecto, lamentablemente hoy perdidas.

06Dibujo de la fachada del Palazzo Chiericati de Vicenza (3)

Su traslado a Venecia a fines de esa década se produce cuando encuentra un nuevo mentor en el patriarca de Aquilea, Daniele Barbaro, tras la muerte de Trissino en 1550, otro noble culto y refinado, también profundo estudioso de la arquitectura antigua y con el que en 1554 también se traslada a Roma en un viaje de trabajo para completar la primera traducción y edición crítica del tratado De architectura de Vitruvio, preparada por el propio Barbaro con ilustraciones de Palladio y que sale a la luz en Venecia en 1556.Aunque hasta ese momento había desarrollado fundamentalmente arquitectura civil, en Venecia también se dedicará a la arquitectura religiosa, una labor que compaginará con la continuación del diseño de lujosas residencias en "terra ferma".Quizá las más destacadas de este periodo sean Villa Foscari, conocida como “La Malcontenta” y Villa Almerico-Capra, conocida como “La Rotonda”.

07Dibujo de la fachada de Villa Foscari, “La Malcontenta” (3)

Aunque “La Rotonda” es, probablemente, la villa más conocida, convertida en uno de los prototipos arquitectónicos más estudiados e imitados durante los siguientes cinco siglos, paradójicamente es la menos villa de todas porque se concibe como vivienda permanente, de ahí que Palladio, en su propio tratado de arquitectura, no la incorpore dentro del capítulo de villas sino en el de palacios.

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Maqueta de Villa Almerico-Capra, “La Rotonda”, en la exposición Palladio, el arquitecto (1508-1580) en CaixaForum Madrid (07/10/2009 al 17/01/2010) (2)

Es precisamente este esquema en arquitectura civil en conexión con la antigüedad el que Palladio traslada a la arquitectura religiosa.

La fachada de San Pietro di Castello, la catedral patriarcal de Venecia, es el primer encargo religioso que Palladio recibe en la ciudad, muy probablemente gracias a la intervención de sus protectores Daniele y Marcantonio Barbaro. Aunque la construcción quedó interrumpida y no se culminó hasta después de la muerte del arquitecto, denota la búsqueda de una solución a la cuestión que se arrastraba desde Leon Battista Alberti de adaptar el frente de un templo antiguo, correspondiente a un edificio de una única nave, a las tres naves de las iglesias cristianas.

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Fachada de la iglesia de San Pietro di Castello

En esta misma línea, la fachada de San Francesco della Vigna, se conforma como la primera respuesta concreta, dado que San Francesco no se había concluido, a esta cuestión, organizándose mediante la interacción entre un orden gigante que se corresponde con la nave central y otro menor en relación con las laterales.

10Fachada de la iglesia de San Francesco della Vigna

La fachada de San Giorgio Maggiore supone un paso adelante. Y es que el arquitecto, consciente de la situación estratégica de la isla de San Giorgio, utiliza la iglesia del monasterio benedictino para marcar la visión estética de esa zona del canal, una visión en perspectiva, con una fachada que denota la asunción del clasicismo vitruviano y romano pero utilizado de esa forma tan personal, con dos fachadas superpuestas, una exterior con columnas colosales que soportan un frontón triangular tras la que se ubica otra interior, y con el remate de las estatuas para dar dinamismo y no dejar una línea escueta que suponga una división tajante, un decorativismo que toma de Jacopo Sansovino y su Biblioteca Marciana en la Piazzetta San Marco y que después también usará Bernini para la Piazza San Pietro en el Vaticano, o como también vemos en palacios barrocos como el Palacio Real de Madrid.

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Fachada de la iglesia de San Giorgio Maggiore desde el vaporetto que cruza desde San Marco

Además, aplicando cuestiones descubiertas precisamente en la construcción de las villas, como la visión desde la distancia, convierte el edificio en punto de fuga de una vista preferente de la ciudad.

12El monasterio de San Giorgio Maggiore desde la Riva degli Schiavoni casi llegando a la Piazzetta San Marco, el “gran escaparate” de Venecia


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Vista de San Giorgio Maggiore desde la propia Piazzetta San Marco

En este monasterio de San Giorgio Maggiore, Palladio también realiza el claustro del ciprés y el refectorio.

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Claustro del ciprés del monasterio de San Giorgio Maggiore


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Refectorio del monasterio de San Giorgio Maggiore

En Il Redentore, en el Canal de la Giudecca, de nuevo repite el esquema, pero como la iglesia es más reducida, la cúpula, que en San Giorgio apenas tiene protagonismo, aquí se incorpora visualmente a la fachada creando una estructura que parece única.

16La silueta de Il Redentore, con gran protagonismo de la cúpula, desde la explanada ante la fachada de San Giorgio Maggiore


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Il Redentore desde el otro lado del Canal de la Giudecca


18Fachada de Il Redentore desde el vaporetto que atraviesa el Canal de la Giudecca

Su última obra fueron las trazas y una maqueta para del Teatro Olímpico de Vicenza, muriendo en 1580, cuando su proyecto, basado en teatros romanos descritos por Vitrubio, apenas estaba iniciado. El encargado de continuar las obras fue Vicenzo Scamozzi, que modificó sustancialmente las trazas dadas por Palladio.Dada su formación también como ingeniero, una de las obras más interesantes en este sentido en Venecia fue el proyecto para el nuevo Ponte di Rialto. Una recreación del Canaletto, Capriccio Palladiano, que supone un homenaje al arquitecto, muestra este diseño, que finalmente no se hizo, junto a la Basilica Palladiana y el Palazzo Chiericati de Vicenza, en una vista imaginaria de Venecia. 

19Giovanni Antonio Canal, “Il Canaletto”. Capriccio Palladiano. h. 1740. 60,5 x 82 cm. Óleo sobre lienzo. Galleria Nazionale, Parma (4)

Otra de las grandes aportaciones de Palladio fue su labor como teórico. Además de la colaboración mencionada con Daniele Barbaro en su edición de De architectura de Vitruvio, en 1554 publicó L’Antichità di Roma a partir de sus estancias en esa ciudad; y en 1570, y fruto de un profundo estudio de las ruinas y de los tratados del humanista Leon Battista Alberti y del romano Vitruvio publica su famoso tratado I Quattro Libri dell’ Architectura, con el que codificó el vocabulario de la nueva arquitectura clásica internacional gracias al rotundo éxito que supuso y a su extraordinaria difusión.

Frontispicio de la primera edición de I Quattro Libri dell’ Architectura, de 1570

Andrea Palladio fue un artista completo, equiparable a Leo Battista Alberti, teórico, humanista y arquitecto y, como él, crítico y selectivo porque aceptaba lo que se adaptaba a sus ideas y rechazaba lo que no le convencía. Toda su obra muestra una perfecta imbricación pero respondiendo a un concepto muy personal de la arquitectura en la que realiza una revisión del clasicismo y lo reinterpreta según su criterio.

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Fuentes:

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Unode mis arquitectos favoritos. Perfecto conocedor de los volúmenes y proporciones. Su clasicismo es original e innovador y no sólo repetición de los cañones establecidos. Las fotografías son preciosas.
jecuevas ha dicho que…
Aunque resumido, la fluidez de tu exposición es encomiable. ¡Palladio por siempre!
Sira Gadea ha dicho que…
Muchas gracias, Beatriz. Compartimos nuestra admiración por él.
Sira Gadea ha dicho que…
Y no sabes lo que me cuesta resumir, jecuevas, es lo que más me cuesta. Por eso te agradezco doblemente tus palabras. Un abrazo.
Antonio Banús ha dicho que…
Fantastico, Sira. Mañana estaré con mi hermano, arquitecto, que es un enamorado de Palladio. Me parece que tendras otro admirador de ts trabajos. Un beso
Sira Gadea ha dicho que…
Muchas gracias, Antonio. Estaré encantada de viajar con el arte y con tu hermano. Un beso también para ti.

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