Las capillas de la catedral de Tarragona
Tras un “paseo” por la fascinante historia de la catedral de Tarragona y una visita pausada por el templo en la actualidad, hoy nos
acercamos a las capillas que jalonan las naves laterales, el coro y el crucero.
Detalle de la Capilla de los Sastres, una de las más espectaculares de la catedral de Tarragona |
Capillas laterales de la nave de la Epístola |
Plano de J. Figuerola y J. C. Gavaldà. Las indicaciones son mías |
Capilla del baptisterio |
En el muro del Evangelio se ubica el sepulcro del arzobispo
Gaspar Cervantes de Gaeta († 1575), fundador del Seminario y de la Universidad
de Tarragona, diseñado por el arquitecto Jaume Amigó, mientras que en el de la
Epístola está el del arzobispo Manuel Arce Ochororena († 1948), realizado en
1952.
A continuación está la Capilla
de san Miguel y de todos los ángeles, fundada por el arcediano de la
iglesia de san Lorenzo Guillem Botsoms en la segunda mitad del siglo XIV.
Cuenta con decoración escultórica atribuida al taller de Jaume Cascalls, que en
la década de 1370 también trabajaban en la decoración de la fachada occidental
de la catedral, compuesta por ángeles en el arco de entrada, en la cornisa y en
las ménsulas, salvo los cuatro evangelistas en el tramo recto anterior al
ábside, mientras que en las claves de la bóveda destaca una Maiestas Domini y un San Miguel luchando contra un dragón de
siete cabezas.
Capilla de san Miguel |
También destaca la pintura mural en las ventanas ciegas a
modo de vidrieras con un ángel, santa Inés y san Bartolomé. El resto de
ventanas cuentan con vidrieras de mediados del siglo XX realizadas por Jeroni
Granell.
Restos de pintura mural imitando vidrieras en la Capilla de san Miguel |
El retablo, dedicado al santo titular y procedente de la
iglesia de Pobla de Cérvoles, es obra de Bernat Martorell de la primera mitad
del siglo XV, famoso maestro inscrito al gótico internacional.
Retablo de la Capilla de san Miguel |
La siguiente es la Capilla
de santa Tecla, construida sobre el antiguo baptisterio para alojar la
reliquia de la santa, titular de la catedral y patrona de Tarragona, que había
estado en el relicario sobre la sepultura de Juan de Aragón en el presbiterio.
La idea partió del arzobispo Manuel de Samaniego Jaca a fines de la primera
mitad del siglo XVIII pero las obras comenzaron en 1760, siendo ya arzobispo
Jaume Cortada y Brú, y terminaron en 1775, en tiempos de su sucesor, Juan Lario
y Lancis. El diseño, del arquitecto Josep Prat i Delorta siguiendo las pautas
del academicismo francés, presenta planta cruciforme con gran cúpula, ejecutado
con materiales nobles como el jaspe de Tortosa y el mármol blanco de Carrara.
Capilla de santa Tecla |
Los relieves con pasajes de la vida de la santa titular y su
glorificación y las esculturas de las cuatro Virtudes cardinales, de evidente
influencia berniniana, fueron realizados por Carles Sala.
Relieves de Carles Sala en la Capilla de santa Tecla |
Las obras de la Capilla
de san Francisco fueron dirigidas por el arquitecto Jaume Amigó a fines del
siglo XVI siguiendo las disposiciones testamentarias del deán de la catedral
Gabriel Robuster i Nebot y tiene un retablo mayor del siglo XVII con un lienzo
dedicado al santo titular atribuido a Josep Juncosa y pinturas laterales de
grandes dimensiones que representan la Epifanía
y la Matanza de los Inocentes
atribuidas al pintor genovés Giacomo Giustiniano y fechadas hacia 1625.
Capilla de san Francisco |
A continuación está la Capilla
de la Presentación, la primera construida demoliendo el muro entre los
contrafuertes al inicio del siglo XIV, cuando se puso bajo la advocación de san
Salvador, de ahí que en la clave esté esculpido un Agnus Dei. Después fue reformada y cambió la advocación. Cuenta con
un retablo del siglo XIX con la Presentación
en el templo del escultor Vicenç Roig i Besora, policromado por Sadurní
Garcia Anguera a mediados del XX.
Capilla de la Presentación |
Las primeras capillas de la nave del Evangelio son
la Capilla de la Virgen de Montserrat
y la Capilla de la Virgen María o Capillas de los Cardona, dos capillas
gemelas de estilo gótico florido construidas en 1520 por los hermanos Antoni y
Guiu Benlloch de Arlés con el patrocinio del arzobispo Pere de Cardona como su
panteón familiar y dedicadas, en origen, al culto de la Anunciación y de María
Magdalena respectivamente, después bajo la advocación de la Virgen de
Monserrat, de ahí la denominación actual. Tienen planta cuadrangular convertida
en ochavada mediante bovedillas angulares que reciben los nervios de las
bóvedas estrelladas que las cubren.
Capillas de la nave del Evangelio |
Capilla de los Cardona |
La primera capilla tiene un retablo montado con tres de las
cuatro calles de otro retablo gótico con escenas de la Vida de la Virgen
iniciado por Guerau Gener y finalizado por Lluís Borrassà a principios del
siglo XV procedente de la iglesia
del Monasterio de Santes Creus y también contiene el sepulcro del arzobispo
Josep Domènec Costa i Borràs († 1875).
Retablo formado con tablas de Santes Creus |
En el muro del Evangelio, en un arcosolio todavía con trazas
góticas aunque presente arco de medio punto angrelado, se ubica el suntuoso
enterramiento del cardenal Jaume de Cardona y de su tía Timor, abadesa de
Valldoncella, un sepulcro de mármol de Carrara decorado con grutescos que unos
autores consideran importado de Italia hacia 1530 y otros atribuyen a Damià
Forment.
Sepulcro del cardenal Jaume de Cardona y de la abadesa Timor |
En la segunda capilla hay retablo del primer tercio del
siglo XV firmado por el pintor Mateu Ortoneda procedente de la iglesia
parroquial de Solivella y también contiene el sepulcro del arzobispo Francesc
Fleix i Solans († 1875) realizado por Agapit Vallmitjana.
La siguiente es la Capilla
de la Concepción, sufragada por el canónigo Diego Girón de Rebolledo como
panteón familiar en 1674, proyectada por fray Josep de la Concepció y ejecutada
por los artistas catalanes más importantes del momento. Presenta planta
cruciforme, cúpula semiesférica y cabecera absidial y un programa iconográfico
completo.
Capilla de la Concepción |
La obra arquitectónica estuvo dirigida por Joan Costa y el
maestro Portella. El altar y el zócalo del retablo de mármol los realizó
Doménech Robira II, que junto con Francesc Grau también labró los sepulcros del
fundador y de su familia en los que se representan las Virtudes teologales y
las Artes liberales. De la escultura se encargó Grau, que también realizó,
junto con Costa, el retablo, de madera policromada y sobredorada después por
Josep Cabanyes.
Retablo de la Capilla de la Concepción |
Las pinturas de los muros laterales y de la cúpula, con
escenas de la Vida de la Virgen, santa Tecla, san Diego de Alcalá, patrón del
fundador, santa Teresa de Jesús y otros doctores de la Iglesia fueron
realizadas por Francesc Tramulles y Josep Juncosa. La imagen original de la
Virgen fue sustituida a comienzos del siglo XIX por otra de Vicenç Roig i
Besora. Las vidrieras las realizó Francesc Saladrigues. La reja de hierro y
bronce fue forjada por los herreros Pere Catà, Miquel Esmandia y Joan Andreu.
Las Capillas de san
Fructuoso y san Juan, la primera dedicada a los santos mártires Fructuoso,
Augorio y Eulogio, condenados por el emperador Valeriano en el año 259 a morir
en la hoguera en el anfiteatro de Tarragona, y la segunda a san Juan
Evangelista, fueron encargadas como panteón por el arzobispo Joan Terès i
Borrull, virrey de Cataluña, al arquitecto Pere Blai en 1592. Son de planta
rectangular con cubierta de bóveda de cañón, ábsides semicirculares con
cascarones gallonados y ventanas termales tripartitas plenamente renacentistas.
Capilla de san Fructuoso |
La capilla de san Fructuoso cuenta con una cripta realizada
en 1978 por el arquitecto Manuel Lamic en la que se encuentran el sepulcro del
cardenal Francesc d’Assís Vidal i Barraquer († 1943), una memoria del obispo
auxiliar Manuel Borràs i Ferré, asesinado a comienzos de la Guerra Civil, junto
con otros sacerdotes diocesanos asesinados durante la misma guerra, proclamados
beatos en 2012 y cuyas reliquias alojadas están en una arqueta de plata, y el
sepulcro del arzobispo Josep Pont i Gol († 1983).
El retablo contiene las imágenes de los tres santos
martirizados realizadas por Benet Baró en 1616 y en el muro del Evangelio está
el sepulcro del arzobispo Antolín López Peláez († 1918) realizado por los
hermanos Olsé y las pinturas murales con escenas de la Vida y Martirio de los
santos titulares son de Hermini Sentís de 1959.
Retablo de la Capilla de san Fructuoso |
El retablo de la capilla de san Juan está presidido por una
imagen del santo titular de Agustí Bennàsser de 1615, flanqueada por las
imágenes de las santas Justina y Eulalia realizadas por Baró, todas doradas por
Francesc Sabater.
Capilla de san Juan |
Retablo de la Capilla de san Juan |
El sepulcro del comitente, ejecutado por Isaac Alfred Vermey
y Agustí Bennàsser, se ubica en un arco en el muro divisorio entre ambas
capillas y consta de sarcófago con urna cuadrada que hace de base de un
templete con cúpula semiesférica de gajos sostenido por columnas corintias en
mármol y jaspe que parece inspirarse en San Pietro in Montorio de Bramante en
Roma y en el Templete del Patio de los Evangelistas del Monasterio de san
Lorenzo de El Escorial de Juan de Herrera.
Sepulcro del arzobispo Joan Terès i Borrull |
En los dos últimos tramos de la nave central, justo antes
del crucero, frente al altar mayor, todavía se conservan los dos muros
laterales del coro, trasladados a ese
emplazamiento desde el ábside central durante el arzobispado de Rodrigo Tello a
comienzos del siglo XIV, atribuidos a Guillem Clergue y culminados en tiempos del
arzobispo Eiximeno de Luna, de ahí que su escudo aparezca en la puerta.
El muro occidental de cierre del coro fue desarmado a mediados del siglo XX y en la actualidad está en el Museo Diocesano, pero sí se conservan in situ los muros laterales, con dos capillas cada uno. La primera capilla del costado de la Epístola del coro es la Capilla del Santo Sepulcro, un oratorio gótico construido en 1494 con el patrocinio del canónigo Joan Balcells en el lugar donde había un altar dedicado a san Volustiano. Presenta dos arcos escarzanos apoyados en un pilar central con capitel con escultura y policromía abarcados por otros conopiales con esculturas y relieves policromados entre los que destacan los blasones del Cabildo y del fundador y bóveda baída dorada y policromada con hojarasca y temas de la Pasión de Cristo por Francesc Sabater a comienzos del siglo XVII. El oratorio está cubierto con bóveda nervada decorada con motivos de la Pasión y contiene un sarcófago romano con decoración de estrígilos del siglo IV aprovechado en 1494 encastrándole el escudo del canónigo comitente y conformando un Santo Entierro de piedra policromada, con un Cristo yacente rodeado de las tres Marías, san Juan Evangelista, José de Arimatea y Nicodemo. La urna es de 1800, mandada construir por el hospitalero Josep de Vilallonga.
El muro occidental de cierre del coro fue desarmado a mediados del siglo XX y en la actualidad está en el Museo Diocesano, pero sí se conservan in situ los muros laterales, con dos capillas cada uno. La primera capilla del costado de la Epístola del coro es la Capilla del Santo Sepulcro, un oratorio gótico construido en 1494 con el patrocinio del canónigo Joan Balcells en el lugar donde había un altar dedicado a san Volustiano. Presenta dos arcos escarzanos apoyados en un pilar central con capitel con escultura y policromía abarcados por otros conopiales con esculturas y relieves policromados entre los que destacan los blasones del Cabildo y del fundador y bóveda baída dorada y policromada con hojarasca y temas de la Pasión de Cristo por Francesc Sabater a comienzos del siglo XVII. El oratorio está cubierto con bóveda nervada decorada con motivos de la Pasión y contiene un sarcófago romano con decoración de estrígilos del siglo IV aprovechado en 1494 encastrándole el escudo del canónigo comitente y conformando un Santo Entierro de piedra policromada, con un Cristo yacente rodeado de las tres Marías, san Juan Evangelista, José de Arimatea y Nicodemo. La urna es de 1800, mandada construir por el hospitalero Josep de Vilallonga.
Capilla del Santo Sepulcro |
A continuación está la Capilla
de santa Isabel de Hungría, construida con el patrocinio de la reina
Violant, esposa de Jaume I y hermana de la santa. Está cubierta con bóveda
rebajada que arranca de un arco también rebajado y cuenta con una reja que la
separa de la nave lateral. Destaca por los restos de pintura mural descubiertos
en 2012 que simulan un tapiz con decoración geométrica y cruces gamadas y los
bustos de dos ángeles sobre una figura femenina yacente que se ha interpretado
como una Dormición de la Virgen. Contiene una urna con una imagen vestidera de
la Dormición tallada por Francesc
Grau en el siglo XVII.
Capilla de santa Isabel de Hungría |
La primera capilla
del costado del Evangelio del coro es la Capilla de santa Elena, que conserva pinturas murales de mediados
del siglo XIV descubiertas en 1932, tras retirar un retablo dedicado a santa
Lucía que había sido colocado en 1879, que representan dos escenas del Hallazgo de la Vera Cruz que parecen
basarse en una versión tardía de la Leyenda Aurea que podrían ponerse en
relación con la donación testamentaria del arzobispo Arnau Sescomes a la
catedral de un relicario con fragmentos de la Vera Cruz en 1346. Hay autores que se
las atribuyen al Maestro de Santa Coloma de Queralt y otros al Maestro de
Vallbona de les Monges. Arriba se muestra la escena en la que Elena ordena que
el judío sea introducido en un pozo seco para forzarle a revelar dónde está la
Vera Cruz. Lo único que no parece pertenecer a la escena es un personaje de
mayor tamaño a la izquierda con corona y lo que parece ser una cruz procesional
que podría ser el emperador Constantino, hijo de santa Elena, o el emperador
Eraclio, protagonista de las historias relacionadas con la Exaltación de la
Cruz. En el recuadro inferior se muestra el prodigioso desenterramiento de la
cruz en presencia de santa Elena.
Capilla de santa Elena |
Las escenas están flanqueadas por las figuras hieráticas de
cuerpo entero de san Antonio Abad, con un bastón en forma de Tau y el diablo a
sus pies, santa Elena, con la cruz en un brazo y la corona de espinas en el
otro, san Félix el Africano, vestido con casulla y sosteniendo en sus manos un
libro y la palma del martirio, y san Elejo en su doble papel de peregrino
jacobeo y mendigo, de ahí que aparezca descalzo, una representación excepcional
en el ámbito de la pintura gótica catalana que solo tiene otro caso en la
capilla de san Miguel del monasterio de Pedralbes, obra documentada y atribuida
al pintor Ferrer Bassa a mediados del siglo XIV.
A continuación está la Capilla
de santa Lucía, que en origen estuvo dedicada a María Magdalena y después a
los santos Fabián y Sebastián. Cuenta con pinturas murales que representan a
san Narciso y santa Marta, cuyo culto se propagó a partir del hallazgo de su
supuesto cuerpo en 1187, fechadas hacia mediados del siglo XIV y atribuidas al
mismo taller que las de la vecina Capilla de santa Elena. Además, durante unas
obras de restauración en 2012 también se sacaron a la luz un busto episcopal a
la izquierda del muro, una tercera figura que representa a san Valeriano y
decoración mural con temas vegetales y geométricos.
Capilla de santa Lucía |
Sobre una repisa en lo alto de la columna entre las dos
últimas capillas hay una figura ecuestre
de san Hipólito en piedra policromada realizada en 1405 con el patrocinio
de Ferrario Pí.
Después se ubica la Capilla
de la Madre de Dios de Monserrat, que hasta 1831 estuvo bajo la advocación
de san Fabián y san Sebastián, desde donde se accede a las escaleras para subir
al teclado del órgano. Conserva pinturas murales medievales con una figura
femenina y un obispo dentro de un marco con decoración geométrica y el escudo
de Tarragona en los ángulos y escudos esculpidos por encima.
En cuanto a las capillas
de los transeptos, en el muro oriental del de la Epístola se conserva
íntegra una pequeña absidiola románica del siglo XIII que primero fue Capilla
de san Pedro y en la que a fines del siglo XIV se instaló la cofradía de san
Lucas, que estaba bajo la protección de la cofradía de los notarios, cambiando
su advocación para pasar a denominarse Capilla
de san Lucas. Está cubierta con bóveda de horno y aloja un retablo del
siglo XVII que enmarca un óleo con la imagen del santo atribuido al pintor
Josep Juncosa.
Capilla de san Lucas y Capilla del Rosario en el transepto de la Epístola |
En el testero de este transepto
de la Epístola hay tres capillas de traza gótica flamígera, compuestas por
tres arcos apuntados angrelados, el central más alto, y bóvedas estrelladas.
Por encima de los arcos está el muro de cerramiento hasta el remate calado con
tracerías góticas. Fueron construidas en el siglo XVI con el patrocinio del
canónigo Antonio Barceló en sustitución de las capillas medievales dedicadas a
san Esteban y a san Bartolomé. La primera de la derecha es la Capilla de santo Tomás de Aquino, con
una pequeña sacristía en el grueso del muro de la derecha y un retablo
neogótico tallado por Vicenç Roig i Besora dedicado al santo titular. La
central es la Capilla del Cristo de la
Salud, con un Crucificado de
fines del siglo XV o comienzos del XVI, muy venerado por los tarraconenses, acompañado por las imágenes de la Virgen y san Juan y bóveda policromada con
una clave central que representa una Maiestas Domini. Y la última es la Capilla del Rosario, con una talla de
la Virgen y otra de santo Domingo de Guzmán talladas en 1950 por Lluís Maria
Saumells y policromadas por Sadurní Garcia Anguera, con bóveda policromada con
una clave central con san Esteban.
Capillas del Rosario, del Cristo de la Salud y de santo Tomás en el testero del transepto de la Epístola |
Decoración del arco y de la bóveda de la Capilla del Cristo de la Salud |
Alojada en el grueso del muro este del transepto del Evangelio está la Capilla de santa Bárbara, fundada en el siglo XIV por el arcediano
de Vilaseca Bernat Rufaca. Abre mediante un arco apuntado con calados
flanqueado por sendos pináculos y tiene planta rectangular cubierta con bóveda
de nervios que apoyan en cinco capiteles decorados con temas florales. Cuenta
con un retablo barroco de 1765 de talla policromada y dorada con una pintura de
la santa titular financiado por el canónigo Francisco Foguet y que sustituyó al
antiguo altar de piedra.
Capilla de santa Bárbara |
Enfrente y abierta en el muro oeste del mismo transepto está
la pequeña Capilla de los santos Cosme y
Damián, construida a fines del siglo XVI con el patrocinio de la cofradía
de médicos, boticarios y barberos según proyecto del arquitecto Pere Blai,
cuando perdió su advocación a los santos Blas y Susana. Presenta portada
clásica con pilastras, capiteles compuestos y tímpano, planta rectangular
cubierta con bóveda de cañón y una pequeña sacristía dentro del mismo muro. El
retablo es barroco de madera sobredorada con las imágenes de los santos
titulares.
Capilla de los santos Cosme y Damián |
Transepto del Evangelio, con las entradas a las capillas de Santa Bárbara y de los santos Cosme y Damián a los lados y la portada de la Capilla del Santísimo Sacramento de frente |
La Capilla del
Santísimo Sacramento ocupa la mitad del antiguo refectorio canonical de fines
del siglo XII en la panda occidental del claustro y en la década de 1580 fue
transformada en panteón para el obispo Antoni Agustí i Albanell a partir de la
traza de los arquitectos Jaume Amigó, Pere Blai y Bernat Cassany, abriéndose a
la iglesia en el transepto del Evangelio mediante cinco escaleras y un gran
arco triunfal con dos columnas de granito gris y capiteles corintios
procedentes de alguna construcción romana sobre las que se sitúa un
entablamento con tímpano rematado por tres elementos escultóricos. Para poder
hacer esta puerta se eliminaron la Capilla de san Agustín y la Capilla de san
Martín de Tours, que estaban en este testero del transepto del Evangelio.
Portada de la Capilla del Santísimo Sacramento |
En el interior, sobre la bóveda románica se añadió una
cúpula sobre tambor octogonal con pilastras dóricas dobles decorada con
pinturas murales que representan santos y santas relacionados con el Santísimo
Sacramento.
Cúpula de la Capilla del Santísimo Sacramento |
El retablo mayor es de mármoles y pinturas sobre pizarra del
holandés Issac Hermes Vermey hacia 1587 con temas alusivos a la pascua judía y
la cristiana para exaltar la Eucaristía, con el Ángel exterminador de los no
elegidos que no marcaron sus puertas con la sangre de cordero, la Inmolación
del cordero pascual, Cristo en la Última Cena consagrando el vino, la Caída del
maná, la Procesión con el Arca de la Alianza y la Cena de Emaus. Las esculturas
en mármol de Aarón y Melquisedec fueron realizadas por Domenico Albrioni y
Nicholas Larraut.
Retablo de la Capilla del Santísimo Sacramento |
Los muros laterales cuentan con capillas abiertas mediante arcos
de medio punto. Las de la Epístola cobijan una pintura del siglo XVII dedicada
a san Carlos Borromeo y un retablo policromado dedicado a san Agustín de Francesc
Bonifàs y Massó de 1795 y flanquean una puerta de acceso a la capilla desde
el claustro. Las del Evangelio cuentan con un altar con una pintura de la
Coronación de la Virgen atribuida al genovés Luca Cambiaso, el sepulcro de
alabastro del arzobispo Agustí, fundador de la capilla, diseñando por Pere Blai
y realizado Vermey, y un altar dedicado a san Martín de Tours de autor
desconocido.
Capillas laterales de la Epístola en la Capilla del Santísimo Sacramento y puerta de comunicación con el claustro |
Capillas laterales del Evangelio de la Capilla del Santísimo Sacramento |
En cuanto a las capillas
absidiales, la de la Epístola, cubierta con bóveda de horno románica,
estuvo dedicada a san Juan Bautista hasta el siglo XVI, cuando su altar fue
sustituido por otro dedicado a santa Tecla, y en el siglo XVII se convirtió en
la Capilla de san Olegario, con un
altar con la imagen del arzobispo titular concediendo el feudo de Tarragona al
príncipe Robert d’Aguiló que formaba parte de un retablo del siglo XVIII del
escultor Francesc Bonifàs i Masso que fue desmontado en la década de 1930. Está
conectada con el presbiterio mediante una puerta y desde la cabecera se accede
a una escalera de caracol albergada en el grueso del muro y que conduce al
campanario.
Capilla de san Olegario en el ábside de la Epístola |
Y termino este recorrido por las capillas de la catedral de
Tarragona con la absidial del Evangelio, construida entre fines del siglo XII y
comienzos del XIII ocupando parte del espacio de la sacristía y modificada a
mediados del siglo XIV, durante los arzobispados de Sancho López de Ayerbe y
Pere de Clasquerí, para convertirla en Capilla
de santa María de los Sastres, la más suntuosa de las capillas góticas de
la catedral por su decoración arquitectónica, escultórica y pictórica.
Capilla de santa maría de los Sastres en el ábside del Evangelio |
Aunque su construcción se inició a propuesta de la Cofradía
de Presbíteros de la catedral, y los canónigos fabriqueros Guillem d’Anglesola
y Bernat d’Albió fueron los responsables de las obras, recibe ese nombre porque
fue la cofradía del gremio de los sastres la que la tuvo a su cuidado. El
acceso es de arco de triunfo donde aparecen esculpidos los doce profetas
mayores y los doce menores que anuncian la llegada del Mesías.
Tiene planta poligonal de cinco caras y una pequeña
sacristía en el lado del Evangelio. Está cubierta con bóveda de crucería
estrellada cuyos nervios reposan en esculturas de los evangelistas, recorrida
por un friso de arquillos conopiales con ménsulas de figuras alusivas a sus
acciones en la cofradía de los sastres y presenta una cornisa superior decorada
con temas florales entremezclados con seres fantásticos sobre la que se ubica
cantoría calada con pilastras y arcos apuntados de piedra con esculturas de la
Virgen en cada arista y a la que se accede por una escalera de caracol abierta
en el lado del Evangelio. En las paredes se distinguen los escudos del
arzobispo Clasquerí y de los canónigos Anglesola y Albió.
La capilla cuenta con tres ventanales de tracería gótica en
el muro del Evangelio con vidrieras realizadas por Guillem de Letumgard en 1359
pero remodeladas en épocas posteriores y que representan una Anunciación. El arcángel san Gabriel es
ya del siglo XV, obra probable de Gil Fontanet. En el resto de vanos, que son
ciegos, se conservan pinturas de la segunda mitad del siglo XIV que simulan
vidrieras atribuidas al Maestro de Santa Coloma de Queralt y que representan a
san Judas Tadeo, Santiago el Menor y su madre, María Jacobé.
Anunciación en una vidriera de la Capilla de los Sastres |
En el muro de la Epístola destaca un arcosolio que contiene
la urna sepulcral del arzobispo Clasquerí, realizada en el último tercio del
siglo XIV y flanqueada por pinturas murales que representan a los santos Tecla
y Pablo. Además, cuenta con una puerta de acceso directo al presbiterio sobre
cuyo dintel está representado el arzobispo vestido de pontifical orante ante la
Virgen con el Niño.
Sepulcro del arzobispo Clasquerí |
El retablo,
dedicado a la Virgen, es de piedra caliza policromada, realizado por el maestro
Aloi de Montbray en 1368. En él se representan escenas de la Vida de la Virgen
y de Jesús alrededor de una Virgen con Niño central. Se sabe que la misa que
acompañaba la representación de la ceremonia litúrgica de la Visitatio Sepulchri tenía lugar ante el altar de esta capilla, de ahí que la escena
esté representada en el retablo, con María Magdalena, María Cleofás y María
Salomé portando los frascos de perfumes ante un sepulcro abierto y vacío
mostrado por dos ángeles.
Retablo de la Capilla de los Sastres |
Las Marías ante el sepulcro |
Para seguir conociendo más de este impresionante monumento aquí os dejo con los artículos que he publicado o voy a publicar en breve en Viajar con el Arte dedicados a la CATEDRAL DE TARRAGONA:
La techumbre de madera de la sala del Tesoro en el claustro de la catedral de Tarragona
Fuentes:
BUTTÀ, L., “Un maestro para el ciclo de la Vera Cruz: nuevas
observaciones sobre las pinturas murales del trascoro de la catedral de Tarragona”,
Medievalia, vol. 17, 2014, pp. 9-38.
“El coro de la catedral de Tarragona”, Boletín de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando, nº 18, 1964, pp. 41-43.
FIGUEROLA MESTRE, J. y GAVALDÀ BORDES, J., Proyecto de restauración del interior de las
naves. Catedral de Tarragona. 4ª etapa del Plan Director, 2007.
GONZÁLEZ MONTAÑÉS, J. L., Drama e iconografía en el arte medieval peninsular (siglos XI-XV),
Tesis doctoral, UNED, 2002. http://www.teatroengalicia.es/tesis.htm
LIAÑO MARTÍNEZ, E., “La época del Císter y de las nuevas
catedrales en la Corona de Aragón”. En LACARRA DUCAY, Mª C. (coord.), Arte de
épocas inciertas. De la Edad Media a la Edad Contemporánea, 2009, pp.
47-102.
MACIAS, J. Mª, MENCHON, J., MUÑOZ, A. y TEIXELL, I., “Intervencions
arqueològiques a la Catedral de Tarragona: treballs del Pla Director
(2000-2003)”, Tribuna d'Arqueologia, 2003-2004, p. 221-246.
MATA DE LA CRUZ, S., “Los avatares de la catedral de
Tarragona entre 1808 y 1813”, Locus
Amoenus, nº 11, 2011-2012, pp. 193-213.
MATA DE LA CRUZ, S., “Actuaciones del cabildo de la catedral
de Tarragona en el trienio liberal (1820-1823). Pérdida, salvaguarda y recuperación
del patrimonio artístico de la catedral y los monasterios de Scala Dei y
Poblet”. En SOCIAS BATET, I. y GKOZGKOU, D. (Coords.), Nuevas contribuciones en torno al mundo del coleccionismo de arte
hispánico en los siglos XIX y XX, 2013, pp. 249-268.
PLADEVALL i FONT, A., “Berenguer Sunifred, arquebisbe de
Tarragona. La restauració de la província eclesiàstica”. En MACIAS i SOLÉ, J.
Mª y MUÑOZ MELGAR, A. (coords.), Tarraco
christiana civitas, 2013, pp. 225-240.
VV.AA., La Catedral de
Tarragona. In sede, 10 anys del Pla Director de Restauració, Tarragona,
Arquebisbat de Tarragona, 2007.
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