El
Monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce, uno de
los conjuntos monumentales más importantes de la provincia de Sevilla, se ubica
a unos siete kilómetros de la capital, en una loma en la margen derecha del
Guadalquivir, dominando su valle y las primeras estribaciones de Sierra Morena
y del Aljarafe, a la vera de la calzada romana de la “Vía de la Plata”, que
unía Hispalis (Sevilla) e Italica (Santiponce) con Emerita Augusta (Mérida),
Legio Septima Gemina (León) y Cantabria, convertido en la Edad Media en el
“Camino Mozárabe”, el usado por los peregrinos a Santiago de Compostela desde
Andalucía.
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Presbiterio de la iglesia fundacional del Monasterio de San Isidoro del Campo |
El acceso se realiza por una portada lateral abierta en el primer tramo de la nave de la segunda
iglesia a fines del siglo XV o comienzos del XVI. Construida en ladrillo
agramillado, presenta vano de arquivoltas apuntadas y alfiz, destacando la
decoración de estrellas y lazos en ladrillos y alicatados verdes y blancos que
decoran las enjutas, conformándose como uno de los ejemplos más sobresalientes
del mudéjar sevillano. Sobre la clave tiene con un pequeño azulejo azul con una
inscripción en la que se leía, transcrito por José Gestoso y Pérez pero hoy
prácticamente ilegible, la firma del autor: “Diego Quixada y su hermano”. Sobre la portada se conserva una vidriera también del siglo
XV representando a San Isidoro.
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Puerta de acceso |
Las dos iglesias tienen una estructura similar, de nave
única de tres tramos, cabecera poligonal de siete lados, cubierta de bóvedas de
crucería, ventanas geminadas en los ábsides, de medio punto en los muros laterales
y rosetones a los pies. (Si queréis saber por qué tiene esa curiosa
conformación con dos iglesias, lo explico en
La fundación del Monasterio de San Isidoro del Campo y su etapa cisterciense).
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Cubiertas de crucería de la segunda iglesia |
Pero los muros del ábside, los elementos portantes y los
vanos de la primera son en piedra mientras que la segunda se realizó en ladrillo,
reservando la cantería solamente para la base de los muros del ábside, las
pilastras, los arcos y el enmarque de los vanos. Además, la iglesia antigua
presenta un rosetón más grande, el ábside es de mayor altura y los nervios de
las bóvedas descansan sobre repisas, mientras que en la más reciente son
pilastras circulares, aunque en el muro de la Epístola, son los contrafuertes
de la iglesia primitiva retallados.
En cuanto al estilo, son iglesias de marcado goticismo,
relacionado con modelos castellano-leoneses, que contrasta con el mudejarismo
de las iglesias parroquiales de Sevilla inmediatamente posteriores a la
conquista, en las que los elementos góticos quedaron reservados para las
portadas y el ábside pero las naves se solían cubrir con armaduras de
influencia musulmana.
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Segunda iglesia |
En 1591 Juan Martínez Montañés y Andrés Ortega realizaron
para el presbiterio de la segunda
iglesia un tabernáculo para un Santo Cristo que algunos autores identifican
con el Crucificado gótico de época fundacional que sigue el esquema del Cristo
de San Pedro de Sanlúcar la Mayor, cabeza de una serie de Cristos góticos de la
provincia de Sevilla, como el Cristo del Millón de la Catedral o el Cristo de
San Felipe de Carmona. Otros creen que sería para el Cristo de la Vera Cruz o
de las Ánimas atribuido a Jerónimo Quijano que hoy preside el retablo mayor si
éste no es el que con igual advocación recibió culto en la antigua parroquia de
Santiponce entre 1448 y 1603 y que tras la destrucción del pueblo en la riada
de ese último año se trasladó al monasterio junto con otras imágenes, como San
Sebastián y la Virgen del Rosario, patrona del pueblo y venerada en la actual
parroquia.
El
retablo mayor
actual es una obra barroca realizada hacia 1730. Presenta banco, cuerpo de tres
calles y ático y se articula mediante estípites. En la calle central se aloja
el mencionado
Cristo de la Vera Cruz flanqueado por las esculturas de la
Virgen
y
San Juan, conformando un
Calvario, y en las calles laterales están las
esculturas de
San Juan Nepomuceno,
San José y dos tondos de altorrelieve con
Santa Bárbara y
Santa Catalina.
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Retablo mayor de la segunda iglesia |
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Calvario central del retablo mayor de la segunda iglesia |
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San Juan Nepomuceno y tondo de Santa Bárbara y San José y tondo de Santa Catalina en el retablo mayor de la segunda iglesia |
En el ático aparecen los relieves de
Santa Paula y
San
Jerónimo y en los remates laterales se sitúan
San Cornelio y
San
Geroncio.
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Ático del retablo mayor de la segunda iglesia |
A ambos lados del retablo hay dos retablitos del siglo XVIII
con las esculturas de
San Joaquín, obra de barro cocido de esas fechas, y
San
Sebastián, talla de madera del siglo XVI.
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Retablitos laterales con San Joaquín y San Sebastián en el presbiterio de la segunda iglesia |
En los laterales del Evangelio y de la Epístola del presbiterio de esta segunda iglesia se ubican, respectivamente, los arcosolios de don Juan Alonso Pérez de Guzmán y doña Urraca Osorio,
los fundadores de este templo. Son fruto de una reubicación durante las
reformas de ambas iglesias a comienzos del siglo XVII, pero las esculturas
yacentes son las originales, de la segunda mitad del siglo XIV.
Don Juan Alonso falleció en 1351 y su cuerpo fue trasladado
a su nuevo panteón desde Orihuela en 1365. En su lápida se lee:
“AQVI YACE DON JUAN ALONSO PEREZ DE GVZMAN HIJO DEL GRAN DON
ALONSO PEREZ DE GVZMAN Y DE DOÑA MARÍA ALFONSO CORONEL ILLMO. SEÑOR DEL ESTADO
DE SAN LVCAR MARIDO DE DOÑA VRRACA OSSORIO DE LARA HIJA DEL CONDE DON ALVARO
NVÑEZ DE OSSORIO GRAN VALIDO DEL REI DON ALONSO XI. HALLÓSE EN LA BATALLA DEL
SALADO Y EN TODAS LAS BATALLAS DE SV TIEMPO, POR LO CVAL LE LLAMARON EL GRAN
BATALLADOR. MVRIO EN PAZ ESTANDO EN JEREZ ANO 1351”.
Don Alonso está representado como un gran guerrero, con cota
de malla, armadura y espada y acompañado por figurillas de monjes a sus pies.
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Arcosolio de don Juan Alonso Pérez de Guzmán |
Doña Urraca murió en trágicas circunstancias al verse
envuelta en la guerra civil que tras la muerte de Alfonso XI de Castilla en
1350 enfrentó a los que querían como sucesor al hijo legítimo, Pedro I, y a los
partidarios del ilegítimo, Enrique de Trastámara. Como su hijo, don Juan Alonso
Pérez de Guzmán y Osorio, se puso del lado de este último, eso le costó la
persecución del primero cuando por fin llegó al trono, y como había huido a Portugal, se vengó de él acusando a su madre de ser la cabecilla de la
sublevación y de conspiración y la condenó a muerte, siendo quemada en la
hoguera delante del convento de Belén, cerca de la hoy Alameda de Hércules en
Sevilla en 1367. Según la leyenda, Isabel Dávalos, una de sus criadas, cuando
vio que las vestiduras de su ama se levantaban y dejaban ver sus piernas, se
lanzó para taparla y murió con ella, de ahí que en la sepultura estén las
cenizas de ambas. En la lápida se lee:
"AQVI REPOSAN LAS ZENIZAS DE DOÑA VRRACA DE OSSORIO DE
LARA MUJER DE DON JUAN ALONSO PEREZ DE GUZMAN ILLMO. SEÑOR DE SANLUCAR. MVRIÓ
QVEMADA EN LA ALAMEDA DE SEVILLA POR ORDEN DEL REY DON PEDRO EL CRVEL POR LE
QVITAR LOS TESOROS E RIQUEZAS. TAMBIEN SE QVEMO CON ELLA PORQVE NO PELIGRASE SU
HONESTIDAD LEONOR DAVALOS LEAL CRIADA SVIA AÑO 1367”.
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Arcosolio de doña Urraca de Osorio |
A los pies de doña Urraca está representada Leonor Davalos,
su fiel doncella.
También se conserva el yacente de don Bernardino de Zúñiga,
esposo de doña Francisca de Guzmán, obra del siglo XVI. Está ubicado en otro
arcosolio bajo el de don Juan Alonso Pérez de Guzmán.
En el muro del Evangelio hay cuatro sepulcros neogóticos de la
familia Álvarez de Toledo y Mencos, herederos del patronazgo del monasterio, y
un fragmento del brocal del pozo erosionado por la acción del agua y de la soga
que, según la tradición, hizo meditar a San Isidoro sobre el valor del estudio,
de ahí la inscripción que parafrasea a Ovidio en la que se lee: “GUTTA CAVAT LAPIDEM” (La gota horada la piedra).
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Sepulcros neogóticos en el muro del Evangelio de la segunda iglesia |
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Brocal de pozo erosionado (1) |
En el muro de la Epístola se expone el mencionado
Crucificado medieval de época fundacional que sigue el esquema del
Cristo de San Pedro de Sanlúcar la Mayor, parte de una serie de Cristos góticos
sevillanos entre los que destacan éste y el conocido como
Cristo del Millón de
la catedral.
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Crucificado medieval (2) |
El presbiterio de la
iglesia
antigua está presidido por un
retablo
mayor, obra que formó parte de una remodelación completa de las dos
iglesias iniciada en 1600. La traza, el aparato arquitectónico, los relieves y
las esculturas de bulto son de
Juan
Martínez Montañés, ejecutados entre 1609 y 1613. En el contrato se estipuló
la directa supervisión del maestro, que en ese momento tenía cuarenta años, la
talla de su mano y de sus oficiales, Juan de Mesa, Francisco Villegas,
Francisco de Ocampo y Juan de Oviedo el Mozo, todos alojados y alimentados por
el monasterio. Pero se estipuló que la figura central de
San Jerónimo fuera
solo de mano de Martínez Montañés. De la policromía se encargó el pintor y
tratadista
Francisco Pacheco, que
años después se convirtió en maestro y suegro de Velázquez.
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Presbiterio de la iglesia fundacional |
El retablo presenta planta ochavada para adaptarse a la
forma del ábside gótico de la iglesia y su estructura arquitectónica, realizada
en pino de Flandes y que parece estar inspirada en el
frontispicio de
I Quattro
Libri dell’ Architectura de
Andrea Palladio, publicado por
primera vez en Venecia en 1570, se compone de banco, dos cuerpos de tres calles
y ático. Las calles están separadas mediante columnas estriadas de capiteles
corintios que soportan entablamentos y los relieves están flanqueados por
columnas de fuste entorchado y capiteles también corintios que soportan
frontones, curvos con una cartela central soportada por angelotes en el primer
cuerpo y triangulares en el segundo con angelotes recostados.
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Frontispicio de I Quattro Libri del' Architectura de Andrea Palladio |
El banco está
decorado con grutescos y motivos eucarísticos y en el centro presenta un
tabernáculo con una representación de la Santa Cena.
El
primer cuerpo
tiene un
San Jerónimo, titular de la
orden, en la calle central, el que en el contrato se dice que tiene que ser
hecho por la propia mano del maestro. Es de bulto redondo, mide un metro y
sesenta centímetros de alto y se realizó para que pudiera procesionar en andas.
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Primer cuerpo del retablo mayor de la iglesia fundacional |
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San Jerónimo (3) |
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Recreación de una procesión de San Jerónimo en el Claustro de los Muertos (4) |
Muestra la iconografía de penitente, cuando el santo
abandona el capelo cardenalicio y se retira en el desierto. Se golpea el pecho
con una piedra. Se inspira en el realizado en barro por el florentino Pietro
Torrigiano para el convento de San Jerónimo de Buenavista y hoy conservado en
el
Museo de Bellas Artes de Sevilla.
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San Jerónimo de Pietro Torrigiano en el Museo de Bellas Artes de Sevilla (1) |
En las calles laterales se ubican los relieves de la
Adoración de los Pastores y la
Epifanía o
Adoración de los Reyes, dos teofanías, escenas en las que se rinde
culto y reconocimiento a la divinidad de Jesús por parte del pueblo,
representado por los pastores, y por parte del poder y la sabiduría,
representados por los reyes.
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Adoración de los Pastores y Epifanía (1) |
Todo este primer cuerpo está flanqueado por las tallas de
bulto redondo de pie de los
Santos Juanes
sobre ménsulas sostenidas por robustos niños atlantes.
San Juan Bautista, con rostro clásico, mirada lateral y un
detallado tratamiento en las barbas y el cabello, va vestido con pieles que
dejan al descubierto su pierna izquierda y parte de su pecho y porta el libro
con el Cordero.
San Juan Evangelista
presenta rasgos más andróginos, va peinado con raya al medio, por lo que
algunos consideran que podría ser el antecedente de otras posteriores como el
Jesús de la Pasión, y porta el cáliz como recordatorio de un veneno del que
logró salvarse tras ser exorcizarlo.
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San Juan Bautista y San Juan Evangelista |
En el
segundo cuerpo
la figura central es una talla de
San
Isidoro, advocación del monasterio, de bulto redondo a tamaño natural, de
pie y vestido de pontifical, con alba, capa pluvial, mitra y báculo y un libro
en la mano izquierda, alusión a las
Etimologías.
En las calles laterales aparecen los relieves de la
Resurrección y de la
Ascensión.
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Segundo cuerpo del retablo mayor de la iglesia fundacional |
En el
ático se
representa una
Asunción de la Virgen
rodeada de cuatro ángeles que se atribuye a Juan de Mesa, conservándose un
dibujo atribuido al artista en la Colección Abelló en el que se aprecia la
dependencia de una estampa de la
Coronación
de la Virgen de Cornelis Cort a partir de una composición de Federico
Zuccaro. Sobre el ático aparece un
Crucificado
de menos tamaño del natural flanqueado por dos ángeles orantes y sobre las
calles laterales se ubican las alegorías de las virtudes cardinales, la
Justicia, la
Prudencia, la
Templanza y
la
Fortaleza.
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Ático del retablo mayor de la iglesia fundacional |
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Asunción de la Virgen (1) |
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Estampa de la Coronación de la Virgen de Cornelis Cort |
En los laterales del ábside se ubican los
arcosolios de don Alonso Pérez de Guzmán y
doña María Alonso Coronel en riguroso orden, él en el lado del Evangelio y
ella en el de la Epístola, realizados en 1609 para conmemorar el 300
aniversario de la muerte de Guzmán el Bueno (para saber más de estos personajes y de su papel en la fundación del monasterio, podéis abrir el artículo
La fundación del Monasterio de San Isidoro del Campo y su etapa cisterciense).
Se componen de un arco de medio
punto, entablamento y frontón y el escudo ducal de Medina Sidonia en el
frontispicio y acogen las esculturas orantes de los patronos
realizadas también por Martínez Montañés en madera policromada. Miden alrededor
de metro y medio y están arrodillados sobre un cojín ante un reclinatorio con
un libro de horas abierto.
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Arcosolios de don Alonso Pérez de Guzmán y doña María Alonso Coronel |
En el muro del interior están las inscripciones,
respectivamente:
“PROPIO FILIO SUO NON PEPERCIT”
(No tuvo piedad con su propio hijo, en alusión al conocido
episodio de Tarifa)
“DIGNA CORONA DE LOS CORONELES”
Los epitafios se ubican en sendas losas de mármol negro bajo
los arcosolios y en ellos se lee:
“AQVI YAZE DON ALº PEREZ DE GVZMAN EL BVUENO Q DIOS PERDONA
QVE FVE BINAVENTVRADO Q QVE PVNIO SIMPRE EN SERVIR A DIOS É A LOS REIES E FVE
CON EL MVI NOBLE REI DON FEDRO DE LA CERCA DE ALIZIRA E ESTANDO EL REI EN ESTA
CERCA FUE EN GANAR A GIBRALTAR E DESPVES Q LA GANO ENTRO EN CAVALGADA EN LA
SIERRA DE GAVSIN E OVO Y FACIENDA CON LOS MOROS E MATARONLO EN ELLA VIERNES 19
D SEPTIEMBRE ERA DE MILITREZIENTOS IQVARENTA ISIETE QVE FUE AÑO DEL SEÑOR DE
MIL ITREZIENTOS INVEVE H·S·E 19 SEPTEMBRIS ANNO DNI 1609 300 A DIE SVI OBITUS”
“AQVI IAZE DONA MARIA AFONSO CORONEL QUE DIOS PERDONE MVGER
QUE FUE DE DON ALONSO PEREZ DE GUZMAN EL BUENO MADRE DEL SEGVUNDO YSAAC FINO
ERA DE MILITRECIENTOS I SESENTA QVE FVE AÑO DE XPO DE MIL ITRECIENTOS
IVEINTEIDOS O INCLITA ROMA SI DESTA SVPIERAS QVUANDO MANDAVAS EL GRAN UNIVERSo
// QVE GLORIA QVE FAMA QPROzA Q VERSO // QVE TEMPLO VESTAL ALA TAL HISIERAS //
H·S·E 10 SEPTIEMBRIS ANNO DNI 1609 283 A DIE OBITVS”
Aunque son personajes del siglo XIV, están representados con
indumentaria del XVI, él con armadura y espada y ella con ricas vestiduras
compuestas por túnica rosa, camisa blanca, rico collar de esmeraldas, manto
verde y toca que le cubre el cabello.
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Detalle de los orantes (2) |
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Detalle de las esculturas orantes de don Francisco de Zúñiga y Pérez de Guzmán, I marqués de Ayamonte, y su esposa, doña Leonor Manrique de Lara y Castro, realizadas por el genovés Antonio María Aprile (5) |
El conjunto conforma un retablo-sepulcro, pues fusiona el
retablo con el monumento funerario parietal. Martínez Montañés tomaría como
modelo el conjunto realizado en 1525 por el genovés Antonio María Aprile para
don Francisco de Zúñiga y Pérez de Guzmán, I marqués de Ayamonte, y su esposa,
doña Leonor Manrique de Lara y Castro, en el presbiterio de la iglesia del
convento de San Francisco de Sevilla, hoy conservado en la iglesia del Pazo de
San Lorenzo de Trasouto en Santiago de Compostela, la misma disposición que ya
se había adoptado en el ábside del
monasterio jerónimo de Santa María del
Parral en Segovia para los sepulcros de
don Juan Pacheco y doña María
de Portocarrero, atribuidos a Juan Rodríguez y Lucas Giraldo.
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Esquema compositivo del retablo-sepulcro en San Isidoro del Campo (6) |
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Presbiterio de la iglesia del monasterio jerónimo de Santa María del parral en Segovia con el retablo mayor y los sepulcros de don Juan Pacheco y doña María de Portocarrero |
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Retablo y orantes de don Francisco de Zúñiga y Pérez de Guzmán, I marqués de Ayamonte, y su esposa, doña Leonor Manrique de Lara y Castro realizados por Antonio María Aprile para el presbiterio de la iglesia del convento de San Francisco de Sevilla, hoy en la iglesia del Pazo de San Lorenzo de Trasouto en Santiago de Compostela (7) |
Es una composición que fue muy popular en la segunda mitad
del siglo XVI y cuyo máximo exponente lo encontramos en el Monasterio de San
Lorenzo de El Escorial, en el que los grupos orantes de la familia de Carlos V
y Felipe II realizados por Pompeo Leoni aparecen en las tribunas laterales
asistiendo perpetuamente a los oficios celebrados en el altar mayor.
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Presbiterio de la basílica del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (8) |
En el muro de la Epístola de la iglesia antigua está el
Retablo del Nazareno, obra de la
primera mitad del siglo XVIII que oculta una pintura mural de la segunda mitad
del siglo XVII con una
Inmaculada Concepción. Fue construido para albergar una
escultura de mediados del siglo XVII de un
Cristo con la cruz a cuestas
atribuida a José Luis Romero y José de Arce que en la actualidad está en la
parroquia de Santiponce. Se compone de cuerpo de tres calles y ático y está
articulado mediante seis estípites y profusa decoración vegetal. La hornacina
central albergaba al
Nazareno, en las calles laterales se ubican las esculturas
de
Santa Paula y
San Eustoquio y en el ático hay otra hornacina con
San Rafael.
Sobre el altar otra hornacina albergó un
Niño Jesús que se expone en el
refectorio, sustituido por un
San Miguel que remataba el desaparecido retablo
de San Pedro que se encontraba entre los dos ábsides de las iglesias, una obra
de comienzos del siglo XVII.
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Retablo del Nazareno |
En el frente de la mesa de altar se colocó la lauda
sepulcral de don Alvar Pérez de Guzmán y su mujer, doña María Manuel de
Figueroa, que recibieron sepultura en el claustro a fines del siglo XV.
En la reforma de la iglesia a comienzos del siglo XVII,
también se desmontó el coro alto, que pasó a ocupar dos de los tres tramos de
la nave. El
coro era un espacio
dedicado a la oración comunitaria y estrechamente ligado al presbiterio, el
ámbito de la liturgia. En este caso, ocupa la mayor parte de la nave de la
iglesia primitiva, restringida al uso exclusivo de la comunidad jerónima.
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Coro de la iglesia fundacional |
Presenta una
sillería
atribuida a Bernardo de Cabrera de dos niveles fechada en el segundo cuarto del
siglo XVII en relación con el rigor contrarreformista y con el rumbo adoptado
por la Orden jerónima tras los
sucesos del brote protestantista a mediados delsiglo XVI. El
facistol tiene
un núcleo central de las mismas fechas que la sillería al que después se le añadió la talla rococó
y el remate con una peana sobre la que se ubica una
Inmaculada rodeada de
ángeles.
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Facistol |
Los monjes dedicaban al oficio divino una hora nocturna y
siete diurnas. Las horas canónicas se cantaban en el coro y se señalaban con un
toque de campana a través de los tintinábulos, a ambos lados de la sillería,
que junto con el sonido del órgano, reforzaban el esplendor ceremonial de la
liturgia y resaltaban el canto.
En la actualidad los muros del coro están decorados con
varios cuadros.
La Asunción y Coronación
de la Virgen, cuadro del siglo XVII, es el único en su lugar original, en
el testero occidental, bajo el óculo, subrayando la dedicación mariana de este
espacio de oración. El
San Cristóbal,
del siglo XVIII, como protector de la muerte súbita, estaría a la entrada de la
otra iglesia, siguiendo la tradición de ubicarlo cerca de la puerta para que
pudiera contemplarse sin necesidad de que los fieles entraran completamente en
el templo, y ahora está en el muro de la Epístola sobre la sillería. En el muro
del Evangelio hay otros tres cuadros más. El
Triunfo de la Muerte, también del siglo XVII, es una
Vanitas
que se cree que originariamente estaría en la sala de profundis.
San Isidro en la toma de Baeza, obra de
Juan Ruiz Soriano del siglo XVIII, recuerda el carácter legendario de la
fundación y la valoración del santo y del santuario en relación al concepto de
reconquista propugnado por los reinos cristianos. El cuadro de
San Eutiquio, de ha. 1600, estaría
incidiendo en la revalorización del culto a los santos y a las reliquias a
partir de Trento y en la implicación de los patronos del monasterio en la
difusión de su culto.
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Asunción y Coronación de la Virgen (2) |
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San Cristóbal (2) |
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Triunfo de la Muerte (2) |
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San Isidoro en la toma de Baeza de Juan Ruiz Soriano (2) |
También en el muro de la Epístola, suspendido en una terraza
sobre la puerta de salida al claustro, se ubica un
órgano de la segunda mitad del siglo XVIII.
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Órgano |
En el intradós del arco que conecta ambas iglesias se
empotró la losa sepulcral de don Félix de Guzmán, hermano del VI duque de
Medina Sidonia don Juan Alonso Pérez de Guzmán, muerto en 1541.
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Losa sepulcral de don Félix de Guzmán |
Aquí os dejo con todos los artículos de SAN ISIDORO DEL CAMPO en Viajar con el Arte:
Imágenes ajenas:
(2) RESPALDIZA LAMA, P. J. y RAVÉ PRIETO, J. L., Monasterio San Isidoro del Campo. Guía,
Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Santiponce, 2002.
(4) RESPALDIZA LAMA, P. J., RAVÉ PRIETO, J. L. y FERNÁNDEZ
CARO, J. J., San Isidoro del Campo.
Cuaderno del Alumnado. ESO. Gabinete Pedagógico de Bellas Artes. Sevilla,
Junta de Andalucía, Camas-Sevilla, 1984. Dibujos de Francisco Salado Fernández
(6) PALOMERO PARAMO, J. M., “Definición, cronología y
tipología del retablo sevillano del Renacimiento”, Imafronte, nº 3-5, 1987-89, pp. 51-84.
Fuentes:
CAMPOS FDEZ. de SEVILLA, F. J. (Dir.), La Orden de San Jerónimo y sus Monasterios. Actas del Simposium,
vols. I y II, San Lorenzo de El Escorial, 1999.
CONTRERAS, J. de (Marqués de Lozoya), Escultura de Carrara en España, Instituto Diego Velázquez-CSIC,
Madrid, 1957.
GESTOSO PÉREZ, J., Sevilla
monumental y artística, vol. III, Sevilla, 1892.
FERNÁNDEZ, P. Historia
de la Liturgia de las Horas, Biblioteca Litúrgica 16, Barcelona, 2002.
PALOMERO PARAMO, J. M., “Definición, cronología y tipología
del retablo sevillano del Renacimiento”, Imafronte,
nº 3-5, 1987-89, pp. 51-84.
PÉREZ GÓMEZ, Mª P., Representación
artística poder de los duques de Medina
Sidonia en el Palacio de Sanlúcar de Barrameda, Tesis doctoral, Universidad
de Sevilla, 2017.
RESPALDIZA LAMA, P. J. y RAVÉ PRIETO, J. L., Monasterio San Isidoro del Campo. Guía,
Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Santiponce, 2002.
VICENTE DELGADO, A. de, Los
cargos musicales y las Capillas de Música en los monasterios de la Orden de San
Jerónimo (siglos XVI-XIX), Tesis doctoral, UCM, 2010.
Comentarios
estoy deseanto que publiques los dos trabajos que estas preparando sobre las pinturas murales del Patio de los evangelistas y de la sala Capitular.
Soy vicepresidente de la Asociación de Amigos del Monasterio de San Isidoro del Campo - Centuria Romana de Santiponce y tengo el gusto de mandarte nuestro blog donde puedes ver nuestras actividades siempre en defensa y difusion del patrimonio. un saludo, Eduardo Casas.
https://centuriasantiponceamigosmonasterio.blogspot.com/