La techumbre de madera de la sala del Tesoro en el claustro de la catedral de Tarragona
A mediados del siglo XIV la sacristía mayor de la catedral
de Tarragona, alojada en el ala sur del claustro aunque con acceso desde el
presbiterio, experimentó una transformación que consistió en la construcción de
una tribuna o coro alto de madera policromada que algunos autores explican
porque quizá empezaría a utilizarse como oratorio dedicado a santa Tecla, pues allí
habría estado custodiada su reliquia desde su llegada a la catedral. Unos años
después, entre los siglos XIV y XV, la estancia fue dividida en dos
horizontalmente, para crear un ámbito superior que se cree que se utilizaría
para albergar las vestiduras canonicales, y también en vertical, para crear la Sala del Tesoro, cuando la mencionada
tribuna se convirtió en techumbre de esta última.
Techumbre de la Sala del Tesoro de la catedral de Tarragona |
Reconstrucción ideal del antiguo coro de madera de la sacristía (1) |
Sección longitudinal del ámbito de la sacristía ya dividido en tres salas, donde A. es la sacristía mayor, B. es la Sala del Tesoro y C. es el guardarropa canonical (1) |
Se considera que varios de los artífices de esta techumbre fueron
de procedencia musulmana seguramente pertenecientes a alguno de los talleres
itinerantes de gran reputación que trabajaban en la Corona de Aragón, con
excelentes ejemplos de este tipo de trabajos.
Se sabe que fue policromado antes de su montaje, pues
resultaba mucho más sencillo decorar las piezas en el suelo antes de su
instalación, y algunas imágenes están mutiladas no porque se hayan arruinado
con el paso del tiempo sino por encontrarse en los extremos y haber quedado
parcialmente escondidas después de colocar oblicuamente las tabicas en las
entrevigas para disimular los huecos vacíos. Además, en el 2000, durante una
restauración del pavimento de la estancia superior se confirmó que las partes
no visibles de las viguetas estaban pintadas.
La
decoración pictórica, que cubre toda la superficie de madera en un claro
ejemplo de horror vacui, está
realizada al temple de huevo y denota gran calidad técnica por su rico
colorido plagado de matices, las yuxtaposiciones cromáticas, los sombreados, el
detalle y naturalismo. El repertorio se compone de estilizadas formas
vegetales, geometrías, animales y seres fantásticos, algunas figuras humanas y
emblemas heráldicos, motivos habituales en las estructuras de madera medievales
y que también se repiten en la marginalia de los códices iluminados o en las
misericordias de las sillerías corales, a los que se unen motivos epigráficos
árabes derivados de la escritura cúfica que también podemos ver en tejidos
orientales, objetos de marfil, zócalos o yeserías andalusíes, y que desde
temprano calaron en las obras occidentales.
De entre los animales, que están representados aislados o
por parejas enfrentadas o entrelazando partes de sus cuerpos, abundan multitud
de especies de pájaros, como palomas, mirlos, perdices, flamencos, cigüeñas,
cisnes, pavos reales, gallos… También se distingue una liebre que toca la
trompeta. Entre los animales fantásticos destacan aves-dragón, grifos, un bucentauro, mitad toro y mitad hombre…
Tan solo se distinguen ocho episodios, distribuidos
solamente en dos vigas, en los que las figuras, humanas o animales, y la música
son las protagonistas, representando: dos fábulas grecolatinas, una con un lobo
y un cabrito tocando instrumentos y otra por un zorro que aparece semioculto
por una tabica de entreviga; un baile de dos sarracenos, quizá en relación con
las representaciones que tenían lugar en el templo en fechas señaladas en los
que algunos miembros del cabildo se disfrazaban y danzaban; dos moras tañendo
un laúd y un rabel árabe respectivamente; un bucentauro
flautista, identificado por la inscripción en catalán que le acompaña en donde
se lee “BUCENTOR MAES(TR)E (D)E IPOCRAS”; dos personajes con espadas y escudos
protagonizando un combate ficticio, de ahí que sus indumentarias sean civiles y
no soldadescas, en una especie de danza; una pelea con bastones que también podría
interpretarse como un combate teatralizado; y un joven clérigo o monaguillo que
sostiene un jarro litúrgico también semioculto por una tabica de entreviga.
Zorro semioculto por una tabica de entreviga y lobo y cabrito tocando instrumentos (1) |
Baile de dos sarracenos (1) |
Moras tañendo un laúd y un rabel respectivamente (1) |
Bucentauro flautista (1) |
Dos personajes en un combate ficticio (1) |
Combate teatralizado con bastones y joven clérigo o monaguillo con un jarro litúrgico semioculto por una tabica de entreviga (1) |
En cuanto a la heráldica, además de elemento decorativo, es
esencial para reconocer la identidad y la condición social de sus promotores.
Los blasones se ubican de forma autónoma, en escudos almendrados, enmarcados
por octogramas aristados o polilobulados o inscritos en losanges.
El primero es la Tau o cruz de santa Tecla sobre campo de gules, símbolo
del Cabildo. Las celebraciones en honor a santa Tecla, promovidas por los
obispos Ayerbe y Clasquerí, eran espectaculares, destacando la procesión del sant braç, celebrada en la mañana del 23
de septiembre, cuando la santa reliquia procesionaba bajo palio al son de la
música y al ritmo de los bailarines recorriendo las principales calles de la
ciudad, que se engalanaban para el acontecimiento y en la que participaban
autoridades civiles y eclesiásticas y los representantes de todos los oficios,
cofradías y limosnas, un desfile al mismo nivel que el que tenía lugar durante
el Corpus Christi. Es una tradición que se mantiene viva aunque en la
actualidad tiene lugar por la tarde en vez de por la mañana.
Tau o Cruz de santa Tecla (A), divisa del arzobispo don Sancho López de Ayerbe (B), divisa del arzobispo Pere de Clasquerí (C) y divisa de Ayerbe bajo la que se entrevé la de los Anglesola (D) (1) |
El segundo blasón es de oro, con barjuleta o
esportilla y cruz
brochante recrucetada de gules que tradicionalmente se vinculó a los
Saportella pero que pertenecen al arzobispo don Sancho López de Ayerbe,
principal promotor del coro, aunque no pudiera ver la obra acabada porque
falleció antes de que se terminara. El tercero es el del arzobispo Pere de Clasquerí, de oro,
campana de sable, cruz brochante
de plata y bordura de nueve piezas, pues durante su arzobispado quedó la obra
terminada. Además, ocultas bajo las armas de López de Ayerbe se
entrevén las de los Anglesola, de oro con cuatro fajas vibradas de sable, una damnatio memoriae para la que
todavía no se ha encontrado explicación, aunque podría ponerse en relación con
las habituales disputas en el seno del Cabildo por acaparar cotas de poder.
Estas cuatro divisas también se encuentran en el interior de
la Capilla de santa María de los Sastres, de ahí que se considere, refrendado
por otros datos históricos conocidos, que son obras contemporáneas y encargadas
por los mismos comitentes. La cruz del emblema de Clasquerí es simple, mientras que la
del escudo en su osario o en su monumental pseudo-retrato pictórico en la
capilla de los Sastres es una cruz arzobispal o
patriarcal, pues poco después de ocupar la sede tarraconense fue designado
patriarca de Antioquía.
Todo el ciclo pictórico de esta impresionante techumbre busca
perpetuar el prestigio de los promotores a través de la repetición de los
emblemas y el resto de imágenes, tanto el ornato vegetal y geométrico como los
animales y los personajes parecen ser complementarios, con una finalidad más
decorativa que iconográfica, motivos que parecen sacados, sin más, de
repertorios habituales en las techumbres medievales, algunos quizá escogidos en
relación con las fiestas litúrgicas que se celebraban en la catedral en la
época, protagonizadas por la danza y la música.
Para seguir conociendo más de este impresionante monumento aquí os dejo con todos los artículos que he publicado en Viajar con el Arte dedicados a la catedral de Tarragona:
Imágenes ajenas:
La decoración escultórica del claustro de la catedral de Tarragona
La techumbre de madera en la Sala del Tesoro en el claustro de la catedral de Tarragona
La techumbre de madera en la Sala del Tesoro en el claustro de la catedral de Tarragona
Imágenes ajenas:
(1) CONEJO DA PENA, A., “Ostentación heráldica y
peculiaridades iconográficas. La decoración del sotacoro de la sacristía de la
catedral de Tarragona (ca. 1355-1360)”. En BUTTÀ, L. (dir.), Narrazione, exempla, retorica. Studi
sull’iconografia dei soffitti dipinti nel Medioevo Mediterraneo, Palermo, 2013, pp. 127-162.
Fuente:
CONEJO DA PENA, A., “Ostentación heráldica y peculiaridades
iconográficas. La decoración del sotacoro de la sacristía de la catedral de
Tarragona (ca. 1355-1360)”. En BUTTÀ, L. (dir.), Narrazione, exempla, retorica. Studi sull’iconografia dei soffitti
dipinti nel Medioevo Mediterraneo, Palermo, 2013, pp. 127-162.
Comentarios